Introducción
Tras la comida todo el grupo se marcha a la plaza del pueblo, donde esperan tener amplitud y tranquilidad suficiente para tener una asamblea final de cierre de las dos convivencias antes de que cada cual emprenda el camino de regreso a su casa.

Se destaca en ambas versiones de la novela que tras la comida Manuel y Ana se pierden, cada uno se va por su lado, aunque hayan compartido mesa, conversación y postre durante la comida. Ana se marcha con las amigas y Manuel se queda con la gente del grupo.
Si tú me dices «ven»
Le encontré distraído con una de las conversaciones, aunque era evidente que estaba algo impaciente y nervioso, como si me hubiera buscado por todas partes sin mucho éxito hasta ese momento. Que tomara aquella iniciativa significaba la diferencia entre volver a mi casa como si nada hubiera pasado, esperanzada en que Manuel encontraría el modo de ponerse en contacto conmigo y preguntarme si todo aquello había sido en serio; o, por el contrario, marcharme con el compromiso de que iniciábamos algo juntos, por encima de los muchos inconvenientes que ello conllevaba debido a las distancias. En ningún caso me parecía bien que tras la Pascua todo siguiera como hasta entonces.

¿A dónde se ha marchado Ana que Manuel no la ha seguido? Se entiende que Ana busca esa privacidad, alejarse un poco del bullicio para quitarse todo el protagonismo y que se diluya en otras conversaciones el asunto de su novio, si es que hay alguien que no se ha percatado de la complicidad habida con Manuel durante la comida.
También es una manera de dar a entender que ella necesita de su tiempo y de su espacio, que, a pesar del enamoramiento, no dejará que sea Manuel quien controle su vida ni se entusiasme en exceso por el hecho de haber dejado que la conquistase. Ella no renuncia a la discreción. Prefiere no sentirse controlada y de algún modo ser quien establezca ciertas pautas en esa relación, que Manuel no se vuelva demasiado posesivo ni acaparador

De manera que, cuando todo el mundo parece entretenido, centrado en otras cuestiones y entiende que ya puede disfrutar de esos momentos de tranquilidad, es ella quien toma la iniciativa, pero sin dejar a un lado la discreción, porque no espera que esa conversación entre ellos se convierta es un circo ni en un espectáculo para los demás. Es un asunto que han de hablar entre ellos en privado.
Me acerqué hasta donde estaba, confiada en que en aquellos momentos contaba con la complicidad y el respaldo de mis amigas. Me sitúe a su espalda y me limité a susurrarle “Ven” para que me siguiera. Era momento de que mantuviéramos aquella última conversación antes de la despedida y, hasta cierto punto, de la asamblea con la que concluirían las celebraciones de la Pascua.
Por fin pueden hablar

De manera que con la errónea convicción de que su pequeña escapada pasará desapercibida para los demás, se apartan del grupo, se alejan lo suficiente como para mantener una conversación tranquila y romper de este modo el silencio de las últimas horas y casi que desde el principio porque tampoco han sido las ocasiones en que ha habido un verdadero diálogo entre ellos.
Hasta ahora han hablado, poco y con muchas reservas y recelos, con esa falta y ausencia de compromiso, de seriedad, más bien para tantearse, para dejarse claro el uno al otro que sus expectativas no eran muy coincidentes, aunque en el fondo les costase admitir que se sentían impulsados a lo mismo, pero con el temor de no saber si sus impulsos se verían correspondidos o tendría sentido dar ese paso.
En cierto modo aún resuena en sus corazones la conversación o el monólogo de Ana en febrero, cuando no está claro si ésta por desahogo o por acallar sus propios pensamientos, le deja claro a Manuel que ésta lejos de ser el chico de sus sueños y que lo mejor que podía hacer era olvidarla.
Sin embargo, después de aquella conversación se han vuelto a reencontrar en la convivencia de la Pascua y aunque Ana haya intentado aparentar una cierta frialdad e indiferencia, un no querer dejar que Manuel se tomase confianzas con ésta, al final le ha terminado por abrir el corazón y cabe pensar que ahora presente que sea él quien hable en serio y entre los dos busquen ese ponerse de acuerdo y empezar a dar forma y futuro a su historia de amor.

Debe estar conectado para enviar un comentario.