cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

¿Por qué Ana?

Introducción

Hasta ahora tan solo nos hemos cuestionado y creo que no hemos resuelto del todo, el porqué una chica como Ana que tiene la vida bastante resuelta, que tiene una imagen de chica seria se puede fijar y llegar a enamorar de alguien como Manuel, quien no destaca por ser un chico popular ni un dechado de virtudes.

Los motivos de Ana

Ana es una chica que, al principio de la novela, lo tenía casi todo, hasta novio formal, con expectativas de llegar a afianzar aún más esa relación a no tardar mucho, en cuanto las circunstancias les fueran favorable. Es una chica que ante los problemas de salud opta por renunciar al amor, por centrarse en sí misma porque siente que la vida se le escapa de las manos de manera inexorable.

Por lo que sabemos, ella cree haber encontrado en un chat de citas anónimo a un buen amigo, a alguien con quien siente que puede entenderse, que se convierte en su paño de lágrimas y aunque no quiera enamorarse ni ver esta amistad como algo demasiado serio en ese sentido, intuimos que afloran ciertos sentimientos.

Como llega a decirle a «El poeta» y así consta en la novela, no tiene demasiado buen concepto del género masculino, tras su fracaso sentimental con su ex y la pesadilla que cree estar viviendo con Manuel, pero que si con algún chico ha de hacer alguna excepción es con «El poeta», un chico al que le puede contar sus penas, aunque muchas veces reciba la callada por respuesta, porque ella tampoco espera una contestación.

Ana alegre (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Reflexionando sobre la novela, y queriendo leer entre líneas algunos pasajes de la novela, la subjetividad de mi escritura, de la narración más allá de mi labor creativa, he llegado a la conclusión, de que Ana cree conocer al identidad de su anónimo amigo y ello le he dado un pálpito en el corazón.

Ella parece ser la única que cree haber descubierto cualidades en Manuel que, sin embargo, las demás no han visto. Tampoco es que ella sea menos exigente o no haya llegado al grado de desesperarse, más por su propia subjetividad, por sus temores, que por evidencias claras, en ese deseo de preservar su espacio y su intimidad frente a lo que considera una obsesión

Los motivos de Manuel

Lo que no está claro es lo que ha visto Manuel en Ana para sentir este interés por ella, por dejarse enamorar hasta el punto de no cuestionarse los motivos que ésta pudiera tener para que de pronto le haya abierto el corazón.

Por lo que cuenta la novela y sabemos Ana no le ha tratado de manera muy diferente a las demás, desde el primer momento ha sido un rechazo a sus insinuaciones y la clara advertencia de que cualquier insistencia por su parte tendrá consecuencias. Ana no quiere ser otra chica más a engrosar en la lista de sus fracasos.

Ana ha sido de esas chicas que con cierto descaro ha esperado que fuese otra la que se cruzase por delante de Manuel y desviara su atención. que le daba igual que fuera entre las chicas del grupo o en cualquier otro ámbito social de la vida de Manuel, mientras ella no se viera afectada ni involucrada. Compartiendo así la expectativas de todas de verse libres de ese supuesta obsesión romántica.

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Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Leyendo la novela podemos entender que Manuel siente y recibe ese rechazo y tampoco insiste demasiado en una historia que parece no tener demasiado futuro, más bien parece enredarse en rumores e insinuaciones que, en realidad. no se justifican en nada, más allá del hecho de que cuando Ana acude a Toledo se muestra esquiva con él e incómoda cuando alguien alude a la posibilidad de que busque novio en Toledo.

Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con las demás chicas, Ana aparte de dejar bien claro su parecer y no querer que Manuel malinterprete su actitud hacia él, en vez de cerrarse en banda y darle la espalda, también se muestra como una chica que, hasta cierto punto, se muestra comprensiva, que huye del conflicto, que no quiere ser «la mala de la película» ni la causa de que Manuel se siga culpando por su falta de trato con los demás.

Hagamos que sea el chico perfecto para las demás

Tal vez esa una afirmación un tanto exagerada suponer que Ana se pusiera como meta recurrir a sus sutilezas, al interés que Manuel siente por ella, para utilizarlo en su favor. Que si el problema de Manuel es que no termina de encajar con ninguna chica, aún cabe la posibilidad de que, sin que éste sea consciente de ello, enmiende esos defectos y se vuelva un chico irresistible para alguna chica.

Esa podría ser la creencia en cuanto al planteamiento de Ana, que, a pesar de que ésta le haya rechazado unas cuantas veces, debajo de esa frialdad e indiferencia, haya un intento por ayudarle a superar sus bloqueos y redescubrirse a sí mismo como un chico encantador, capaz de mejor en mucho su imagen personal, aunque en lo referente a ella no vaya a haber ningún tipo de progreso.

En cierto modo, Manuel asume que se ha de esforzar por agradar a Ana, por no provocar con su actitud que ésta se aleje del grupo, porque no pese sobre su conciencia ser el causante del distanciamiento o falta de compromiso de algunas chicas, más cuando entiende que Ana va asumiendo protagonismo y responsabilidades dentro de la organización del grupo y él se convierte en la china de su zapato.

Ana y Manuel charlan a la sombra de un árbol en la plaza del pueblo// Copilot designer

Lo más contradictorio de todo esto es que percibe que cuanto mayor es el compromiso de Ana con el grupo y, si cabe, más se refuerza esa idea de que lo suyo no tiene demasiado futuro, también percibe que Ana le busca, le da esa patada en el culo y en la conciencia para que salga de ese bloqueo mental y sentimental que él mismo se ha creado.

Juego de sentimientos

Ana

Durante estos días de convivencia, se puede entender que Ana se ha decidido a darse una oportunidad, que es muy probable que Manuel no haya mejorado demasiado su imagen personal ni el concepto que se ha formado de él, que no ha tenido ocasión de compararle con esa imagen de chico perfecto que para ella es «El Poeta», pero ha conocido con un poco más de cercanía y continuidad a Manuel y se deja influenciar por su intuición femenina para despejar sus dudas.

Tiene ocasión de observarlo, de saciar esa curiosidad e inquietud, que en cierto modo ha sido lo que a Ana le ha llamado la atención desde el principio, que es un chico que, en realidad, se falla a sí mismo y ella se vio perjudicada cuando en aquel campamento del verano del 2000, la asignaron para que fuera su amiga invisible, pero Manuel no estaba allí.

Pero esta vez sí que ha acudido a la convivencia de la Pascua, aunque haya sido un poco bajo presión, para que no cambiara de idea en el último momento, un tanto manipulado por las amigas de Toledo junto con la complicidad de Ana, se entiende que para sanar esa espinita que a Ana se le había clavado, casi como la último oportunidad que quiere darse antes de tirar la toalla.

Con esta historia parece que Ana ha recuperado de algún modo las ganas de vivir, que, dado que no se puede librar de esta pesadilla, porque ninguno de los dos se distanciará del grupo ni se quiere sentir culpable por las malas decisiones del otro en ese sentido, lo mejor es asumir que lo mejor es que tengan y se marquen un mismo camino en la vida

Manuel

Manuel, por su parte, parece haberse convencido de que está lejos de ser ese chico en quien Ana parece pretender que se convierta, pero que, tras las confesiones de ésta, empieza a comprender que Ana prefiere lo malo conocido a que sean otra quien se lleve el mérito.

Origen