Introducción
Tenemos a Manuel en el salón/ comedor del piso manteniendo una amena charla con los padres de Ana, quienes se dedican a elogiar a la chica, mientras que él siente que, como actual novio, se queda a la altura del betún, porque los padres, cada cual según su estilo, no saben más que decir maravillas de ésta y, de manera bastante sutil, dar su parecer ante el hecho de este nuevo romance que Ana pretende iniciar o retomar con Manuel.


Mientras tanto Ana ha estado en su dormitorio, y moviéndose por el resto del piso con completa libertad mientras se terminaba de arreglar y de preparar la mochila, porque Manuel aun no lo sabe, pero ella también se ha apuntado a la convivencia de novios de ese fin de semana.

Manuel supone que simplemente van a salir a cenar, para terminar de limar asperezas después de su primera crisis de pareja y que después Ana le llevará en su coche hasta el centro de espiritualidad que se encuentra a las afueras de la ciudad. Es lo que tiene esa falta de comunicación entre ellos, que se han visto incapaces de hacer planes juntos, aunque Ana sí ha estado al corriente de los planes e intenciones de Manuel.
Ya es hora de que Ana se termine de sincerar y dé por finalizada esta pequeña tortura, deje claro que ella da por bueno el esfuerzo que éste ha hecho para presentarse en el portal de su casa y reconquistarla. Que todo se hubiera resuelto sí éste hubiera intentado llamarla, en vez de recurrir a la mediación de sus amigas, aunque ea advertencia de no querer saber nada de él hasta que no se presentase allí en persona tampoco era una advertencia tan exagerada.
Manuel ha tardado dos meses y medio en presentarse, pero al final ha aprovechado la primera ocasión que se le ha presentado. Entendemos que algo la debe querer, aunque en este tiempo ella no haya respondido a sus llamadas de teléfono ni a sus cartas, tan solo a esa falta de comunicación que se había creado entre los dos

Dos que son la misma
Su expresión de alivio cuando aparecí por la puerta, fue la evidencia de que se sentía salvado y, en cierto modo, una recriminación porque no me hubiera dado más prisa. Supongo que, en cierto modo, notó el cambio en mi vestuario y aspecto, que me parecía un poco más a la chica de la que se había enamorado, más natural, aunque para mí aquel aspecto resultase un tanto informal.

La magia de las chicas a la hora de arreglarse es cerrar una puerta y al cabo de un tiempo impreciso, indeterminado, y en ocasiones que se llega a hacer eterno, reaparecen totalmente cambiadas. Te quitas aquello, te pones ésto, te cambias el peinado y tienes a dos chicas en oferta por el precio de una.
Manuel vio desaparecer por ese pasillo a la Ana que no conoce, pero la que acude a su rescate es la chica que en su momento cautivó su corazón.


La Ana que ha desaparecido por ese pasillo tan solo llevaba un pequeño bolso, con lo imprescindible para una chica que tan solo ha salido de casa para acudir a misa de ocho de la tarde en la parroquia del barrio de al lado. Sin embargo, quien acude en rescate de Manuel, es la Ana que tiene intención de pasar el fin de semana fuera de casa y que casi da la impresión de que se lleva media casa a cuestas.
Una Ana es la digna hija de sus padres; el ojito derecho de cada uno, de quien en el tiempo que ésta ha estado desaparecida por el interior del piso, tan solo ha escuchado maravillas; una hija responsable, trabajadora, con titulación universitaria; implicada en la vida de la parroquia, con un corazón de oro, que es la admiración de todos los que la conocen, Una chica que ya ha pasado una primera y frustrada relación de pareja y se ilusiona con iniciar una segunda
La otra Ana, es de la que de algún modo Manuel se ha enamorado, una chica capaz de ver más allá de las primeras impresiones y de los comentarios de la gente para juzgar a las personas. Una chica lo bastante atrevida, alocada en algunos aspectos, como para haber sido quien diera el primer paso en su relación, cuando éste ya lo daba todo por perdido.
Una chica que, en realidad, es la misma, tan solo que hasta ahora Manuel no la había conocido en esta doble faceta, en su vida privada, pero con la suerte para él de que sea cual sea la personalidad o la faceta de Ana en que se quiera fijar, ella tan solo tiene ojos y corazón para él

Origen
- Manuel. Silencio en tus labios, 25 de julio 2003 (5)
- Ana. Silencio en tus labios. 25 de julio, 2003 (5)
- 6- Hija casadera busca marido – Tras el último verso

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