Introducción
Para entender el desarrollo de los acontecimientos de la novela, hemos de detenernos en esta noche del viernes 25 de julio de 2003, dado que después de todo lo sucedido a lo largo de la tarde, sin duda la noche o va a ser todo lo tranquila que debería para alguno de los personajes.
Ésta es una noche para dormir, para descansar, una vez que nuestra pareja protagonista, de enamorados, ha superado su primera crisis de pareja, queremos y debemos pensar que para bien, que un mal paso, un tropiezo lo tiene cualquiera, pero lo importante es saber levantarse y seguir adelante, con propósito de enmendar esos pequeños errores.
Pero a parte de dormir y tener dulces sueños en los que se plasme toda esa renovada felicidad, también es una noche de reflexión de pensar en el futuro a corto y medio plazo, de pensar que se ha dado un paso importante en la vida que condicionará el resto de su existencia.
Los sueños de Ana

Sin lugar a dudas, la más feliz de todos, quien tendrá sueños más placenteros y podrá descansar es Ana, quien ha recuperado al amor de su vida, aunque nunca llegase a pensar que lo hubiera perdido del todo, pero nunca se sabe del todo, dado que fue ella quien en ese arrebato, en esa frustración, cortó aquella conversación telefónica y ha tardado dos meses y medio en volver a dirigirle la palabra a Manuel.
Ahora ya tiene la certeza de que éste la quiere de verdad, que ha tardado porque esas dos horas de coche entre las dos ciudades no es un obstáculo tan fácil de superar y lo de «la ocasión a pintan calva» ha tardado en presentarse. En cualquier caso, ¡ya está! Manuel ha hecho justo lo que ella pretendía y ha ido a buscarla, a reclamar su cariño, su amor.
Los sueños de Manuel

Los de Manuel también son sueños felices hasta cierto punto, dado que él si ha vivido los últimos meses y semanas con el lógico temor de que esta historia de amor haber empezado como ninguna terminase como todas. Con esa ruptura en la comunicación y el hecho de pensar que le había dado motivos a una chica para que se lo pensase dos veces antes de acercarse por Toledo.
Ahora no es que la chica, Ana tenga motivos mas que de sobra para buscarse mil y una excusa para ir a Toledo y reunirse con él, sino que, además, ¡pobre de él como no corresponda de igual modo y sea quien venga a visitarla a ella! Por que sí, porque hay una chica en el mundo que vive con el anhelo de que Manuel pase tiempo con ella.
Es más, ya que está en esa ciudad, con ella, se ha planteado la posibilidad de que alargue su estancia de fin de semana, que él tan solo ha ido para acudir a la convivencia de novios, pero Ana le ha planteado la posibilidad de que se quede unos días más, para poder disfrutar de tiempo juntos. Que casi no se acepta un no por respuesta.
Los desvelos de Victoria

Quien podemos deducir que esta noche no duerme todo lo tranquila que la gustaría, porque ya la vamos conociendo, es Victoria, la madre de Ana. Sus preocupaciones de madre, la tienen desvelada desde que ha tenido la ocasión, que no la suerte de conocer a Manuel, en persona y crearse una primera no muy favorable opinión.
La niña, «su niña», se ha enamorado de nuevo, esta vez de un chico de Toledo, como si no hubiera nadie mejor en esa ciudad de quien enamorarse. De aquí a Toledo hay dos horas de coche, distancia más que suficiente como para que Ana se canse de conocer chicos y se olvide de los que haya conocido en Toledo, si es que no hay ninguno mejor.
¿En realidad, este chico quién es? ¿Quién es su familia? ¿Cómo se gana la vida? ¿Qué puede aportar en la vida de Ana?
Ésta es una familia seria, llevan una gestoria y están bien relacionados. No andan sobrados de dinero, pero tienen una situación personal y económica estable, con muchas facturas que pagar, pero llegan a fin de mes. Al menos de puertas para fuera, quedan bien en todas las fotos.
De los tres hijos, dos tienen carrera universitaria y trabajan en la gestoría, para orgullo de los padres. Aparte que José, el primogénito, ya está casado con una buena chica; acaba de ser padre y es quien le da más alegrías en todos los sentidos. La nuera es un encanto y por el nieto a esta abuela se le cae la baba ¿Qué puede decir una abuela de su primer nieto?
Por su parte, Ana es quien le da más quebraderos de cabeza últimamente. Debería cuidarse y no andarse con amoríos extraños, ahora que un salud empieza a estar un poco más delicada y cada dos por tres les da un pequeño susto, pero eso es porque la niña no se cuida, tiene demasiadas ganas de vivir, como si sintiera que el tiempo corre demasiado de prisa y las energías se le escapan. En ese ansia por sentirse viva de ha enamorado de este chico de Toledo.
La niña debería sentar un poco más la cabeza y, si de verdad siente esa vocación al matrimonio, fijarse en algún chico del barrio, de los de buena familia, de su entorno; que si lo suyo con Carlos ya no puede ser, porque ya no se entienden y éste ya está con otra chica. Seguro que no debe ser tan complicado encontrar un novio de similares características. El hijo de tal o de cual, por ejemplo.
Porque quien se empareje con Ana ha de tener claro que de un modo u otro habrá de trabajar en la gestoría, que Ana no lo va a dejar todo por vivir el sueño de chica enamorada. Su sitio está aquí, con su familia. En Toledo no se le ha perdido nada. Por lo que se ve, este chico que ha conocido tampoco tiene nada que ofrecerle en ese sentido.
Toledo está demasiado lejos. Tanto como este chico de conseguir integrarse en esta familia. No es nadie.
Los desvelos del padre

Si la madre no puede dormir, por coherencia el padre tampoco.
Que sí, que Ana parece feliz junto a este chico y quizá éste tenga algo que no hayamos visto en esta primera visita, pero el efecto que por el momento ha causado es que no puedan dormir porque sienten que todo su mundo, sus planes se vienen a bajo.
Parece que Ana va muy en serio con este chico, que no necesita del beneplácito de los padres para considerar que ya son pareja.
Ana es una chica, una hija, sensata, se supone que con más de dos dedos de frente, que sabe lo que hace, pero debería tener un poco más en cuenta la opinión de su madre, dado que este chico es como meter una bomba de relojería en casa
El padre, como padre y marido, se ha de poner del lado de la madre en este asunto, entender que Ana, en esta ocasión, ha tomado una decisión equivocada, que lo que debería importarle es su familia, su bienestar.
Ana debería seguir el ejemplo de José y buscarse una pareja que le ofrezca estabilidad, un futuro, un chico que se integre en la familia sin provocar una tragedia, un chico que sea esa pieza del puzle que el falta a esta familia y suponga un impulso positivo en todos los sentidos.
Este chico de Toledo, de momento, ha conseguido quitarle el sueño a Victoria, sobre todo porque Ana parece convencida de que es el gran amor de su vida, su alma gemela. Y es justo esa convicción la que asusta y preocupa.

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