cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

En busca de los chicos

Introducción

Mañana del domingo, 27 de julio, 2003.

Una vez constatado que los chicos no van a subir a cantarles y que ya están todas listas para bajar a la capilla, las chicas prefieren no pensárselo mucho más. Bajan en grupo.

¡A ver con qué las sorprenden esta mañana! Porque seguro que algo traman. Son chicos y no van a desaprovechar la ocasión de tener un detalle con las chicas. Se entiende que es mayor el interés por parte de aquellos que tan solo son novios porque los casados ya están en otra fase de su relación, pero de igual modo quieren mantener viva esa llama de su amor. Aún son jóvenes.

La noticia del día

Se puede entender que de entre las chicas quien más motivo tiene para inquietarse, para mostrarse más habladora es Ana. tampoco es que haya que dar mucho notoriedad a a noticia, pero Manuel ha decidido quedarse esa tarde, por lo que conviene que los de Toledo ya no cuenten con él para regresar esa tarde.

Si Manuel se queda, se entiende que la relación entre Ana y Manuel va bien, avanza. Hasta cierto punto, asumiremos que Ana en estos momentos busca la complicidad de las amigas, un justificarse a sí misma ante esa decisión. ¿A ellas también les parece bien que den ese paso?

Ana con aspecto desenfadado // Copilot designer

En realidad, en la novela no se alude a esta conversación, pero sabemos que Ana es una chica que tiene mucha afinidad y complicidad con las amigas. Podemos deducir que entre las presentes debe haber alguna con quien tenga menos reparo para compartir este tipo de inquietudes. al menos con la amiga de Toledo, que es quien más involucrada se ha visto en esta historia.

Es decir, que el despertar, el recibimiento de esa mañana, no es como en ocasiones anteriores, como lo fue en la convivencia de la Pascua. No se trata de su último despertar antes de las despedidas de la tarde. Esta vez Manuel se queda, se marchará con Ana a su casa, será parte de su equipaje. No será tan solo porque ésta necesite ayuda para cargar con su mochila. Se queda para reafirmarse en la idea de que son pareja, que empieza a haber una cierta estabilidad en su relación.

Si se queda, querrá algo a cambio

No vamos a ser mal pensados, pero es evidente que, si Manuel está dispuesto a quedarse no va a ser de manera desinteresada, aunque ya se intuye que las expectativas no serán muy alentadoras. Los padres de Ana, en un principio se han mostrado favorables, pero porque la noticia les ha llegado en plena noche y por teléfono.

Se asume que Manuel pretenderá poner en valor eso de que ahora Ana y él son pareja, que ha de haber una complicidad, una confianza, un cariño de doble sentido. que en la convivencia de la Pascua, cuando Ana le confesó sus sentimientos, después hubo una cierta frialdad. No sintió que aquello se plasmase en nada práctico. Ana tenía otras prioridades.

No es que Ana no sea una chica cariñosa o inexpresiva en sus demostraciones de afecto, que ya ha demostrado con creces que cuando lo ha considerado conveniente no se ha reprimido. Sin embargo, busca la moderación, frenar esa posible impulsividad de los chicos en general y de Manuel en particular. No quiere acabar convertida en la muñeca de trapo ni en el juguete roto de nadie.

Dentro de la pareja y de la relación ha de haber una cierta sintonía, lo que quizá les ha faltado durante esos largos ratos de oración en la capilla, interrumpidos con las salidas de Manuel al patio y el hecho de que aun saliendo tras él, Ana tampoco conseguía coincidir. Sin embargo, si Manuel se quiere quedar esa tarde, algo ha debido descubrir en esa relación para sentirse justificado.

Una relación en serio

Ana tiene algunas cuestiones de su vida que comentar con Manuel para afianzar la relación. Por eso necesita que se den tiempo para hablar. Por eso es tan importante que Manuel se quede, aunque vaya a ser tan solo durante un día más, una tarde.

Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Manuel puede pensar que con Ana va a tener una chica dedicada a hacerle mimos, complicidad. Sin embargo, lo que Ana espera de él es que sea el chico con quien compartir un futuro. Por lo cual tampoco es que pretenda espantarlo, tan solo que se plantee esta relación con algo más de madurez.

El pobre ya debe saber lo que le espera y por eso los demás chicos, en solidaridad, han considerado que era mejor que ninguno subiera a despertar a las chicas. De todos modos, las expectativas no deberían acobardarle ni hacerle ser tan desconfiado. Tan solo asumir el hecho de que esta vez hay una chica dispuesta a tomarse en serio sus proposiciones románticas, pero que el futuro es algo que han de construir entre los dos.

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