Introducción
Mañana del domingo, 27 de julio, 2003.
Una vez que nos hubimos organizado, nos decidimos a bajar en bloque y, según nos fuimos acercando al piso inferior, empezamos a escuchar el canto de los chicos que nos esperaban a las puertas de la capilla
Aunque más que cantarles, cada una le echó una mirada de complicidad a quien era el amor de su vida y aquella que no tuviera pareja a todos en general. Lo que hizo que aquel despertar fuese divertido y tuviera su toque de romanticismo.
Imagina que eres una de las chica que ha participado de la convivencia y cuando esta mañana de domingo bajais todas juntas hacia la capilla, con la inquietud de no saber dónde están los chicos o por qué no han subido a despertaros, te encuentran que están todos al pie de la escalera, esperandoos y os hacen pasillo hasta la capilla.
Pero, sobre todo, imagina que de entre todos los allí presentes pudieras escoger a cualquiera o pasar entre todos ellos sin prestarles a menor atención. Imagina que se te diera la oportunidad de quedarte con el que quisieras sin dar más explicaciones.
En la variedad está el gusto y es evidente que. si en los dos días de la convivencia aún no te has percatado de ello, entre los chicos allí reunidos la variedad es lo que más destaca, tanto para resaltar las bondades de unos como para evidenciar los de defectos de los otros.

Los hay casados, solteros con pareja y que quienes han acudido sin ataduras sentimentales, los hay de diferentes alturas y complexión física. Los hay que saben tocar la guitarra y cantan, los que tienen buena voz para el canto y a quienes basta con reconocerles la intención. Los hay extrovertidos, más reservados y aquellos que demuestran su carácter según las circunstancias.
Si pudieras escoger….
En esta convivencia no se ha organizado el juego del amigo invisible ni habrá actividades como la de «el camino del Emaús», en la que se te asigne una pareja de manera más o menos aleatoria. se presupone que dado de se trata de una convivencia de novios, la mayoría se ha traído a la pareja, sino de casa, al menos con una vinculación sentimental previa, formal y conocida por todos.
Pero imagina que por un momento tuvieras la opción de cambiar de pareja, que de todos los allí presentes pudieras quedarte con aquel que más te llamase la atención, consciente de que las demás chicas se verían en la misma tesitura, y que al menos habrían de dejar la posibilidad de que al menos hubiera un chico para cada una, en el supuesto de que hubiera el mismo número de chicos que de chicas, aunque no te hayas molestado en contarlos previamente.

El chico que escojas, no solo será tu acompañante en la oración de esta mañana en la capilla, sino también tu compañero en el desayuno y por qué no decirlo, para el resto de tu vida. Que eso fuera así de simple y complicado a la vez, que después de dos días de convivencia, así, como quien no quiere la cosa, te encuentras con la tesitura y la oportunidad de escoger de manera impulsiva o medianamente meditada.
En tu mano está ser la causante de alguna ruptura matrimonial o de pareja, incluso de conseguir que uno de esos chicos que ha acudido a la convivencia presumiendo de soltería te encuentre con la suerte de haber conocido en estos días a quien vaya a ser la mujer de su vida, que esa chica eres tú. Que decidas lo que decidas nadie te recriminará nada.
De tu decisión, de ti depende que esa tarde regreses a casa con ese chico que no le ha causado tan buena impresión a tus padres o por el contrario les des la mayor alegría de sus vidas al evidenciar que has seguido sus consejos y recomendaciones y lo has cambiado por un chico que se ajusta como un guante a las expectativas que tus padres se han creado al respecto, que el chico perfecto para ti existe y se encuentra entre los allí presentes.
No tienes más que escoger, que si quieres tener más opciones que el resto de las chicas has de ser quien encabece el grupo, para que ninguna se te adelante y te puedas quedar con quien sea tu elegido, no con quienes sean los descartes de las demás. Es más, si te quedas como la última del grupo, tal vez te compense más pasar entre los chicos que quedes con la mayor de las indiferencias, porque también tienes la opción de quedarte sola.
La decisión es tuya
Los chicos esa mañana no han subido a la planta de las chicas a despertaros, se han acobardado o han pecado de prudentes. Os han decepcionado de tal manera que no son realmente conscientes de ellos, por lo que se merecen un pequeño escarmiento, ya que vosotras, como mujeres os mereceis un mínimo de atención por su parte.
De manera que escoge ¿con cual de los chicos allí presentes quieres pasar a la capilla? ¿Con cuál estás dispuesta a sentar las bases de una relación con futuro? ¿Acaso prefieres quedarte sola? ¿Será cierto eso que dicen de «mejor sola que mal acompañada»?
¿Vas a tener la osadía de ser la causante de una ruptura matrimonial? ¿A ti te interesa un chico que no se tome lo bastante en serio su compromiso? Un chico que se vaya con la primera que le haga ojitos cuando entre las presentes se encuentra quien es el amor de su vida ¿Cómo te sentaría que a ti te hicieran lo mismo? ¿Acaso ese compromiso matrimonial no tiene ningún valor? ¿No merece ser respetado por todos?
¿Existe esa norma entre chicas de que nadie le quite el novio a las amigas? ¿Tienes envidia de alguna amiga porque esta haya tenido más suerte o mejor criterio que tú a la hora de escoger? Estos chicos aún están a tiempo de cambiar de opinión, no hay como tal un compromiso realmente formal y aún se está tiempo de pensárselo dos veces antes de que sea tarde. Tú ya has salido de una relación y estás iniciando otra.
¿Qué tal un chico sin ataduras? Así no tendrás conflictos con las amigas y seguro que el chico en cuestión te lo agradece. Si ha acudido a la convivencia de novios es porque siente que esa es su vocación. De manera que, si se marcha de allí sabiendo que tiene el interés de una chica, se sentirá doblemente justificado.
Y si te quedas con el tuyo
Si no te consideras una chica demasiado ambiciosa en la vida, siempre te queda la opción de escoger a quien en estos momentos es tu pareja, a quien las demás descarten, porque si tú, que has acudido a la convivencia de novios agarrada de su mano, después de dos días le rechazas de esta manera, las demás no se crearán muy buen concepto de el.

Ningún chico es 100% perfecto. Es más, conociendo a tu madre, a todos les va a encontrar defectos, incluso aunque no los tengan, porque las madres siempre quieren lo mejor para las hijas y les incomoda eso de no ser ellas quienes influyan de manera más notable en las decisiones del corazón.
Si les has dicho a tus padres que esa tarde vas a volver a casa en compañía de un chico y te presentan con otro diferente, van a conseguir que se preocupen de verdad. Que, si ya piensan que no están tomando las mejores decisiones, este posible cambio de parecer va a reforzar la idea de que no actúas con el suficiente sentido común.
Los padres son así, de manera que como cambies de novio de manera repentina y sorpresiva, aquel a quien hayas descartado tal vez no les parezca tan malo ni rechazable. Que sí, que el chico tenía sus defectos y debería mejorar en muchas facetas de su vida, pero en el fondo a tus padres les va a dar un poco de pena que le des plantón sin que haya una causa justificada, un razonamiento previo.

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