cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

Te mira a ti

Introducción

Mañana del domingo, 27 de julio, 2003.

Tú estás ahí, al pie de la escalera, cantando lo mejor que sabes, junto con el resto de los chicos / hombres, que han acudido a la convivencia de novios. Que, si tu voz no suena demasiado bien no es porque te falte intención. Aunque tampoco de trata de que destaque tu calidad artística, porque sabes de antemano que eso es lo menos. Lo importante es que estés ahí.

Mientras cantas eso de «Éstas son las mañanitas que cantaba el rey David…», las chicas/ mujeres que han pasado la noche en la segunda planta del edificio bajan todas juntas, en grupo, por las escaleras, no para pediros que os calleis, porque vuestras voces las han despertado, sino porque se sienten halagadas y agradecidas al sentir que ese canto es para ellas. Todo un detalle por vuestra parte.

A lo que nosotras les respondimos “Despierta, mi bien, despierta, que el día ya comenzó…”. Aunque más que cantarles, cada una le echó una mirada de complicidad a quien era el amor de su vida y aquella que no tuviera pareja a todos en general.

Ana

Alguno de los chicos // Copilot designer

Hay una chica que te está mirando

Te lo creas o no, una de esas chicas te está mirando, ha fijado su mirada en ti. Tampoco es que el grupo sea especialmente grande, pero hay chicos/ hombres más que suficientes como para que ella pueda escoger. Sin embargo, de entre todos los allí presentes, ella ha fijado su mirada en ti, única y exclusivamente en ti.

En cuanto ha llegado al descansillo de la escalera y se ha dado cuenta de que estabas ahí cantando con más intención que pretensiones, ha clavado la mirada en ti. No lo dudes ni por un momento. ¡Tú eres quien acapara toda su atención y sus miradas! Mientras que a los demás les ignora como si no existieran, como si tú fueras el único y último hombre sobre la tierra

¿Por qué te mira?

  • Cantas que da pena oírte?
  • La luz que entra por la ventana te incide en la cara y tienes un gesto extraño?
  • Esta mañana, con las prisas, no te has peinado?
  • Tienes una mancha en los cristales de las gafas?
  • Tienes un moco colgando en la nariz?
  • Tienes algo entre los dientes?
  • No te has lavado la cara ni aseado, por lo que tienes un aspecto descuidado?
  • Con las prisas y los nervios se nota que te has vestido con lo primero que tenía a mano, quizá con la misma ropa del día anterior?
  • No te has duchado y, bueno, hay cosas que una chica no pasa por alto?
  • Te has puesto la camiseta al revés y se ven la etiqueta y las costuras?
  • Llevas la bragueta abierta y te asoma la ropa interior?
  • Tienes un roto en las pernera de los pantalones?
  • No te has percatado, pero llevas un calzado diferente en cada pie?
  • No te has dado cuenta, pero tienes detrás tuyo al chico que a ella le interesa y te interpones entre ellos?
  • etc, etc…..?
Manuel (imagen oficiosa para la web)// Copilot designer

¡Ya es mala suerte! Para un día, una ocasión, en que consigues atraer la atención y las miradas no disimuladas de una chica, resulta que no es por nada positivo ni de lo que te puedas sentir orgulloso ni como el chico más afortunado del mundo. Porque sí. No cabe duda de que ella ha puesto los ojos en ti.

¿A quién miran las demás?

Las chicas/ mujeres casadas, sin duda alguna, ponen su mirada en sus respectivos maridos. Después de un tiempo de noviazgo y ahora que ya llevan algún tiempo de feliz matrimonio, este tipo de atenciones, cuando participan en las convivencias organizadas por el grupo, tampoco suponen ninguna novedad. Pero ¡Pobres de los maridos como no tengan este tipo de detalles con ellas!

Las chicas que han acudido a la convivencia sin pareja, también se dan por aludidas y agradecen el detalle, pero entienden que, en realidad, esto es para ellas porque bajan todas juntas, pero en el fondo no tienen a nadie que agradecérselo de manera particular. Pueden pasar de largo sin que ningún chico se vaya a molestar por su indiferencia, salvo que alguno de los que haya acudido sin pareja haya empezado a tener algún tipo de interés particular por alguna de ellas.

Quienes han acudido con su novio, por supuesto que son las más agradecidas, las que entienden que detrás de esta actitud, de este mostrarse tan detallistas a estas horas de la mañana, hay un claro y lógico intento por demostrarles ese cariño y esa complicidad de pareja. Que es otra táctica de esas de pico y pala, para que cuando llegue el momento de plantearles la gran pregunta, éstas les den la respuesta afirmativa que ellos esperan.

¿Quién te mira a ti?

La chica que ha puesto sus ojos en ti esta mañana no es ninguna de las mujeres casadas, porque no hay por tu parte ningún interés en meterme en medio de una relación ya consolidada, consagrada. Lo que resultaría del todo incoherente con lo vivido a lo largo del fin de semana y con la que se supone es la moralidad de todos.

Tampoco es ninguna de las chicas que han acudido a la convivencia sin pareja ni compromiso, que igual podría ser, pero tú sabes que no. Para bien o para mal, tu fama te precede, aunque tampoco es que hayas demostrado interés por alguna de ellas. Tal vez sí, pero eso fue hace tanto tiempo que ya nadie lo recuerda y no fue más que algo puntual y anecdótico. Si lo hubo, razón de más para que cualquiera de ellas te ignore, porque donde no hubo fuego, tampoco han quedado cenizas.

Las novias y parejas de los demás chicos, por coherencia, igualmente quedan descartadas. ¿Qué motivos pueden tener para fijarse en ti, si tienen allí a quien es el gran amor de su vida? ¿Tiene sentido robarle la novia a los amigos y más en una convivencia de novios? A lo largo del fin de semana tampoco has hecho ni dicho nada que se pudiera malinterpretar al respecto. Es más, tienes claro que cada una te ha ignorado más que la anterior, si es que eso es posible.

Tan solo queda Ana

Una vez que has descartado que cualquiera de ellas pueda tener un mínimo interés por ti, que parece que no hay ninguna chica/mujer en el grupo que tenga un solo motivo para fijar sus ojos y atención en ti con esta exclusividad, acaparando todo tu mundo, tan solo queda una excepción.

De entre todas las chicas que este fin de semana han participado de la convivencia, que da igual si son miles o unas decenas, de entre todas las mujeres que hay sobre la faz de la tierra en estos momentos, tan solo hay una que se puede sentir motivada y justificada a mirarte de esa manera, con ojos de enamorada, de quien siente que se le va la vida, si no permite que afloren esos sentimientos.

Ana con aspecto desenfadado // Copilot designer

Pues sí, se trata de Ana, de esa a quien la noche anterior, poco antes de iros a dormir, le has prometido que te quedarías esa tarde, en vez de regresar a casa con a pareja de Toledo con la que has acudido la convivencia. Esa chica que te advirtió de manera jocosa y pícara que no quería que subieras a su habitación, porque era como si su madre velase por su integridad, zapatilla en mano. La misma a quien has hecho compañía a lo largo de todo el sábado.

Coincidencia o casualidad, pero resulta ser la misma chica que acapara toda su atención y por la que esta mañana te has unido al grupo de los chicos para cantar a las chicas, por quien te encuentras al pie de la escalera esperando que baje y corresponda a los sentimientos que afloran de tu corazón

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