cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

Lo bueno, si se alarga…

Introducción

Noche del domingo 27 de julio de 2003

Dado que aún seguía un poco nerviosa por la conversación con ellos, me limité a saludar a mi madre y me fui directa a mi habitación. Necesitaba una ducha y relajarme antes de pensar en otras cuestiones. Me sentía en casa y a salvo

Ana

Salvada

Ana no tiene ánimos para enfrentarse de nuevo a sus padres, de tal manera que tal y como entra por la puerta, aunque haya llegado acompañada de Manuel, saluda a sus padres y se adentra en el pasillo, en el piso, en dirección a su dormitorio como si aquello no fuera con ella. Está en casa y lo que le apetece es desaparecer.

Ha pasado el fin de semana en la convivencia de novios, fuera de casa, sin que la experiencia haya terminado tan bien como ella le hubiera gustado debido a los reparos de sus padres con respecto a su relación con Manuel. Lo único positivo de estos dos días, es que el chico ese al que sus padres no terminan de aceptar, se ha quedado con ella esa tarde, le ha traído a casa porque él sí cree factible su relación.

El mejor sitio de la casa en esos momentos, donde sabe que nadie la va a molestar es el cuarto de baño, con la puerta cerrada. Ni mirones, ni novios demasiado curiosos e impulsivos, ni padres con ganas de cantarle las cuarenta por haber llegado a casa a esas horas cuando se les esperaba para cenar. Sobre todo nada de padres que le vayan a recordar que no están demasiado contentos con su nueva relación.

Photo by Christa Grover on Pexels.com

Por supuesto, sus padres encantados con el hecho de que ella desaparezca de la vista de Manuel, que ponga todos los obstáculos e impedimentos para que éste la siga y acompañe hasta el cuarto de baño. Al menos así se comporta como una hija que se respeta a sí misma y se hace respetar, que no consiente que nadie te tome demasiadas confianza ni libertades con ella. Está en casa y allí se puede sentir sana y salva.

¿Tiempo para ducharse? La eternidad

Ana tiene que pensar que esta ducha es con toda intención y sentido. Se trata de su aseo personal, pero también tiene que tener en cuenta que esa noche, su chico se queda a dormir. Es decir, que sus padres van a dormir con un ojo abierto y con todas las puertas del piso cerradas, no vaya a suceder lo que nadie quiere que suceda, porque Manuel y ella tan «novios», tan «pareja» no son. Casi mejor que ni siquiera piensen que se les considera como tal.

Aún no han cenado, de manera que en cualquier otra circunstancias, tras la ducha, se podría el pijama y ya está, se pondría cómoda y se olvidaría del mundo, porque en su casa, ella, como cualquier chica, puede estar en pijama sin mayor problema. Si se pone el pijama es que ya no tiene intención de salir. Tampoco espera la visita de nadie. Pijama, cena, un poco de vida familiar y a dormir.

Sin embargo, esa noche hay un chico en el piso y no es un chico cualquiera, por mucho que sus padres piensen que en los hay mejores, más guapos, más listos, más fuertes, con más personalidad, con mejor presencia….. y mucho menos enamorados de ella. Porque, en cuestión de buscarle defectos, este «menos» es «más».

Manuel (imagen oficiosa para la web)// Copilot designer

Por lo cual, se ha de tomar su tiempo para saber qué ponerse tras la ducha e incluso para dormir, porque sus padres no se van a conformar con que se limite a cerrar la puerta de su dormitorio por dentro y bloquearla con el armario para evitar visitas nocturnas no deseables. Esa noche habrá un chico extraño durmiendo en casa y lo de que sea su novio resulta preocupante.

Ya sabes, que, si no quieres dormir en la calle ni saber lo que hay de postre, mejor que no hagas que la madre de Ana eche mano de la zapatilla, porque va a ser más efectiva que una ducha fría, congelada, para bajarte los calores.

Imagen de la madre de Ana con la zapatilla en la mano // Copilot designer

De manera que Ana se puede duchar con toda tranquilidad, tiene tiempo para recapacitar y plantearse cómo piensa pasar esa noche, que mientras ella esté en el cuarto de baño ya se ocupan sus padres de darle conversación a Manuel, que tal vez sea éste él único que tenga prisa porque Ana termine pronto

Ella que se duche

Ana que se duche y hasta cierto punto que haga como si allí no pasara nada, como si aquello no fuese con ella, dado que el reloj juega en su contra y va a tener mucho que explicar, dado que puede decirse que por muy afables que los padres quieran mostrarse con Manuel, andan con la mosca detrás de la oreja, contrariados por la manera de actuar de Ana.

Ana con aspecto desenfadado // Copilot designer

Les esperaban para cenar, que se presentaran allí a una hora prudencial, con tiempo para asearse, para mantener esa charla con ello, pero se les olvidó mirar el reloj y sobre todo estar comunicados, avisar de su tardanza.

Los padres esperaban poder hablar con los dos, pero se encuentran con que el único que no tiene donde meterse es Manuel. Que sí, que está bien que tengan la oportunidad de hablar a solas con él, de conocerlo mejor y que éste haga un último esfuerzo por demostrarles que las primeras impresiones que les ha causado están lejos de la realidad. Pero es que Ana se ha desentendido.

¿Acaso el chico necesita que lo rescate su chica?

Me encontraba solo, indefenso y desamparado ante sus padres, quienes se veían impotentes ante la actitud de Ana y en una disyuntiva conmigo, entre echarme a la calle y desear no haberme conocido o su hospitalidad.

Manuel

Manuel se tiene que hacer valer y el hecho de que sea Ana quien le rescate de esa charla con sus padres no parece que vaya a resultar muy favorecedor. de manera que cuánto más se alargue esta ducha relajante y reparadora, de mas tiempo dispondrá Manuel de poner de manifiesto sus muchas y buenas cualidades positivas.

Los padres de Ana quieren para ella un chico que demuestre tener personalidad, que sepa afrontar los problemas por sí mismo, que no se acobarde ante las dificultades.

En principio este chico de Toledo, éste que le gusta a Ana, no parece que reúna todas esas cualidades, pero eso es porque hasta ahora no le han tratado lo suficiente, por lo cual cuanto más se alargue la ducha de Ana, cuanto más tarde ésta en salir de su refugio, es previsible que sus padres encuentren menso diferencias entre quien debería ser el novio ideal y quien ella les ha presentado como tal.

Origen