cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

La cuenta vivienda

Introducción

Agosto 2003

Dado que tras aquel fin de semana estaba dispuesta a que nuestra historia de amor poco a poco se afianzara y me había quedado con la sensación de que nos faltaba tiempo para hablar y tratar asuntos que nos afectaban a los dos, tardé poco tiempo en enviarle una carta

Ana

Sumando puntos

Aunque ya sabemos de las reticencias de los padres a dar su visto bueno a esta relación y en cierto modo fue «fiesta» el día que Manuel se marchó de regresó a Toledo, con la expectativa de que no regresara por allí mientras no mejorase y bastante, esa primera, segunda y tercera desafortunada impresión. Sin embargo, Ana no está dispuesta a rendirse.

Lo que los padres de Ana, en cierto modo exigen, son argumentos, evidencias que pongan de manifiesto que Manuel está a la altura de las expectativas en cuanto a la idea del novio perfecto. Que no es un cantamañanas de tres al cuarto ni un aprovechado que pretenda vivir del cuento y haya sabido engatusar, no se sabe muy bien cómo, a Ana.

Un «Carlos 2.0»

La madre de Ana tiene la expectativa de que en la vida de Ana se vuelva a cruzar otro Carlos, otro chico del barrio, de buena familia, con el que dar continuidad a esa cuasi perfecta historia de amor, truncada como consecuencia de los problemas de salud de Ana. Porque fue Ana quien rompió la relación y porque Carlos tardó poco en rehacer su vida sentimental con otra chica.

Carlos, (imagen oficiosa para la web )// Copilot designer

Lo que Ana tenía con Carlos, aparte de esa relación cuasi perfecta y con un futuro juntos prometedor, dado que se entiende que aparte de contar con el beneplácito de los padres, de las dos familias, éste estaba bastante implicado en la vida y los planes de Ana, integrado en la vida, aunque debido a su juventud aún no se hubiera integrado en el negocio familiar, pero se le veía con futuro.

La cuestión es que Manuel no es un chico del barrio, ni de la misma ciudad, tampoco es un chico que pueda presumir de historial, experiencia laboral ni expediente académico. Que eso de mejorar las primeras impresiones lo tiene un tanto complicado en ese sentido. Por no tener, ni siquiera tiene carácter ni actitud de liderazgo

Ana con aspecto alegre (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

¿Hija, no lo podías haberte buscado un nuevo novio peor? Por suerte para Ana, para Manuel e incluso para ambos, los más optimistas nos llegamos a creer que sí, que dentro de lo negativo, aún hay chicos que reúnen peores cualidades y Ana tiene el suficiente criterio como para descartarlos

¿Qué argumentos hay a favor de Manuel?

En principio parece que es más fácil empezar a enumerar todo lo malo o lo inevitablemente mejorable, antes que encontrar ningún punto o detalle que le favorezca, que casi parece que Ana lleva a la práctica eso de que el amor es ciego y habría que empezar a preocuparse de cuándo sea consciente de la realidad.

¡Ana ya está bastante delicada de salud como para ser inmune a las fuertes impresiones!

El caso es que si en esa búsqueda personal de su chico perfecto, Ana no se ha fijado en un chico alto, guapo y con los ojos azules, que sea del agrado de su madre, Victoria, en esos y el resto de los factores por las que ésta juzga a los posibles pretendientes, habrá que poner en valor otros que quizá no sean tan evidentes a simple vista.

Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Un chico con dinero

Manuel no es hijo de una familia de empresarios, como lo es Ana, cuyos padres tienen una gestoria con bastante prestigio a nivel local y provincial, lo que lleva a pensar que se trata de dos familias con niveles de vida y mentalidades un tanto diferentes. Ana ya trabaja en la gestoria, como responsable del departamento de Economía y Contabilidad, después de que sus padres le hayan costeado los estudios universitarios y hecho que se esforzase para merecer el puesto.

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Ante lo cual la única manera que tiene Ana de buscar argumentos para que Manuel haga méritos, se le empiece a tener en consideración como un muy acertado pretendiente y candidato al título de «novio de la niña» dado por los padres de Ana, es que se implique de alguna manera en los planes de ésta.

Lo que tiene Ana para ofrecerle es que colabore en su cuenta vivienda, con una inversión de 9.000€/año a pagar entre los dos en función de las posibilidades económicas de cada uno. Aparte que éste es un proyecto que Ana ya tenía iniciado con Carlos y a éste hay que revolverle el dinero invertido durante el tiempo que a estado implicado.

El plazo de la cuenta vivienda está a punto de cumplirse, por lo cual, lo que Ana espera de Manuel es que contribuya en el coste de la compra e hipoteca del piso. es decir que empiecen a tener planes y proyectos tangibles que pongan en valor su relación.

Ana necesita un chico con dinero, para no tener que recurrir a sus padres para que le financien ni avalen hasta el último céntimo. Con el problema de que Ana pretende comprarse un piso en la ciudad, como inversión de futuro, lo que a la larga condicionará la vida de Manuel, quien hasta ahora ha vivido muy feliz en Toledo, sin ataduras con nadie.

¿Cuánto necesitas?

Ya intuimos que Manuel no va a sacar la chequera del bolsillo y firmar un cheque nominal por una cuantía de siete cifras como quien se compra una bolsa de pipas en el kiosko de la esquina, ni aunque ello fuera motivo suficiente para dejar impresionados y sin palabras a los padres de Ana. El dinero no da la felicidad.

Sin embargo, con esta estratagema, Ana pretende demostrar a sus padres que ella no tiene tan mal ojo a la hora de buscarse los novios y que, si ha depositado sus esperanzas y expectativas en este chico de Toledo, es porque tiene el absoluto convencimiento de que en esta ocasión y sobre este asunto tampoco la defraudará.

Chequera // Copilot designer

Tal vez sea cierto eso de que Manuel se pueda sacar la chequera del bolsillo con esa aparente tranquilidad, si es que tiene «bolsillo» y se puede permitir el lujo de tener una chequera. Lo de entregar un cheque en blanco puede que sea algo más que una manera de hablar.

Ana se conforma con que cuente con ahorros, con un capital lo bastante manejable como para ir rascando un poco mes a mes, sin llegar al extremo de que a los cuatro días Manuel se haya de plantear dedicarse a la mendicidad para cumplir con ese compromiso. Que tampoco se trata de que se sienta atracado. Basta con que demuestre su implicación e interés por tener un futuro en común con Ana.

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