Introducción
Agosto 2003
En la novela no se mencionan los detalles ni las condiciones de ese acuerdo entre la pareja para la devolución del dinero, pero nos podemos hacer una pequeña idea desde el punto de vista de Ana, dado que, llegado el caso, sería ella quien habrá de romper la hucha y hacer el correspondiente reparto, como se supone que en estos momento ya está haciendo con su anterior pareja
(mi padre) esperaba y pretendía que me pusiera sería con Manuel y consiguiera que éste empezara a estar a la altura de las expectativas. Que, si tan segura estaba de que él era el hombre de mi vida, me lo demostrase con algo más que buenas intenciones, dado que no estábamos en edad de jugar a ser un par de adolescentes.
Ella estaba dispuesta correr el riesgo y esperaba que yo estuviera a la altura de sus expectativas. Por cuánto valorase mi implicación era lo de menos.
1º Supuesto: Por causa de Manuel
Como Ana está muy enamorada y segura de sus sentimientos, en su cabeza no cabe que esa hipotética y no deseada ruptura se produzca por su parte. Ya le ha provocado bastantes quebraderos de cabeza el haber sido ella quien rompiera su relación anterior a causa de su problemas de salud, y no se plantea verse en la misma tesitura una segunda vez. Manuel es el chico perfecto.
Sin embargo, pongámonos en lo peor y demos por válidos los temores más o menos justificados y bien fundamentados de los padres de Ana, que con este chico de Toledo, la verdad, es un engañabobos pensar que la relación vaya a llegar muy lejos. Que tan solo hay que esperar a que Manuel deje aflorar su verdadera personalidad, su inmadurez en cuestiones del corazón.
Toledo se encuentra a dos horas de coche y tampoco es que Ana y Manuel se estén viendo con mucha frecuencia. Queda patente que la comunicación entre ellos hasta la fecha no ha sido demasiado fluida. Más bien, la ausencia de ésta ha provocado ya una primera crisis de pareja por causa de esa falta de entendimiento.
Seamos negativos y desconfiados, pensemos que debido a las distancias, a que la vida sigue y no hay demasiada comunicación entre ellos, en la vida de Manuel se cruza otra chica, porque ya sabemos que, en ese sentido, hay más de un mal precedente, aunque hasta ahora sin que por parte de la afectada hubiera llegado a nada tan serio.
Lo de sus sentimientos por Ana son fruto de ese ir de flor en flor, con el ensoñamiento de que con alguna le sonría la suerte, si no, pasar a la siguiente. La suerte en su caso, es que esta vez, ese interés ha sido mutuo y correspondido. Ana se ha ido a fijar en ese chico que no han querido las demás, pero que quizá se haya vuelto demasiado interesante por eso de que ahora sí tiene novia
Es decir que, si Manuel resulta ser «un cerdo, un imbécil de campeonato, un hijo de su madre, un rompecorazones sin corazón….» y todo eso que se le pueda llamar después de provocar que Ana sienta que le ha destrozado el corazón, porque prefiere a cualquier «pelandusca», antes llamada «amiga», si es que se trata de alguna chica del grupo, antes que a ella. Ana tiene claro cómo le piensa devolver el dinero.
Si Manuel pretende recuperar hasta el último céntimo, con los correspondientes beneficios e interés, puede tener seguro que se los va a pagar, pero no por transferencia bancaria ni en un cheque al portador, sino en sacos llenos de monedas de 1 céntimo, para ver si tiene narices de contarlo y comprobar que no falta ninguno. Cómo tenga que hacer para ingresar ese dinero en el banco ya no sería asunto de ella.
Eso sacos se los mandaría por correo certificado, para que Manuel no tuviera que moverse de Toledo, porque Ana no querría verlo ni en pintura. Es más, sería un envío a cobro revertido, para que fuera Manuel quien tuviera que asumir los costes y a ser posible se lo enviaría por la ruta más larga y más cara, porque, si éste se supone que ya solo le interés por «su» dinero, ella, a ese dinero, ya no le daría ningún valor.
2º Supuesto: Por causa de Ana
Si fuera ella quien decidiera romper la relación, consciente de que Manuel se desvive por ella, que no hay ningún otro chico que la quiera ni la merezca más, pero ella se ha dado cuenta de que ella, en realidad, se ha enamorado de otro o prefiere vivir en soledad, sería mucho más considerado.
Aunque no se sintiera con el valor suficiente como para dar la cara, entendería que la ruptura habría de ser en persona, nada de teléfono ni por carta. Alguien que se supone la quiere tanto no se merecería menos, más cuando la responsable de la ruptura sería ella, de manera unilateral. Iría a verle y le daría las explicaciones que fueran necesarias confiada en conseguir su comprensión.
Entonces, no solo le entregaría ese dinero por transferencia bancaría, asumiendo ella el pago de las comisiones, si no que, además, no se sentiría demasiado culpable ni mal si en los cálculos se hiciera un redondeo al alza, de manera que Manuel se viera compensado de algún modo por el daño ocasionado.
Seamos positivos
Pero no nos pongamos en lo peor antes de tiempo y sin necesidad. Ellos se quieren y ahora parece que ambos empiezan a tomar conciencia de que han de poner un poco más de su parte para que todo vaya bien, que después de haber participado en la convivencia de novios no han de mantener la misma actitud dl principio.
Han de acercar posturas y buscar los medios y la manera de conseguir que la distancia no sea el mayor de los obstáculos para alcanzar la felicidad
Tras el último verso 
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