Introducción
Septiembre 2003
Ana tenía constancia y había rumores bien asentados de que Carlos, su exnovio desde hacía dos años y medio, tenía planes de boda. Sea o no tiempo suficiente para considerar que su nueva relación está lo bastante asentada, la cuestión es que ya no quedan dudas al respecto.
Carlos y su actual pareja han fijado la fecha de su boda para el sábado 25 de octubre de 2003, en apenas dos meses, aclarando de antemano que como tal no hay ninguna prisa indebida ni nada raro en ese sentido, más allá del hecho de que han encontrado la oportunidad, la fecha y no se lo han pensado dos veces.

La cuestión es que vinieron para invitarme a su boda, que sería a finales de octubre. La invitación incluía a mis padres y para que quedase claro que era formal, me dijeron que también esperaban que acudiera Manuel
Invitados a la boda
Habiendo rumores de boda desde hace algún tiempo, sorprende un poco que se hayan esperado casi hasta el último momento para invitar de manera formal a Ana y a sus padres, como si se lo hubieran pensado o esperado a tener la certeza de que ello no generaría ningún malentendido ni tensión.
Como sabemos, entre Ana y Carlos ha quedado una buena amistad, aparte de que queda pendiente que se termine de saldar la deuda por la cuenta vivienda, que Carlos necesita recuperar su dinero, dado que ya queda claro en qué lo pretende invertir. Que da la sensación de que en estos dos años y medio ha cambiado de novia, pero se ha mantenido en sus planes.
Además, la boda va a ser en la parroquia del barrio, cruzando la avenida, justo en frente de la casa de Ana, ante lo cual quedaría un poco mal eso de no invitarla, aunque se trate de la «ex» y que fue ella la responsable de aquella ruptura porque se sintió un tanto superada a causa de sus problemas de salud y no quiso que ello supusiera un obstáculo para la vitalidad de Carlos.
La invitación de boda es para los padres de Ana, para Ana y por deferencia, dado que no se la van a llevar en persona ni como tal será una invitación personal, aunque sí vaya a acudir gente del grupo de Toledo, Manuel, por el hecho de ser el actual novio de Ana.
En cualquier caso dado que entre Ana y Manuel hay una relación a distancia y por parte de los padres de ella hay alguna que otra reticencia, siempre es mejor asegurarse y preguntarle a la principal interesada, sobre el estado de esa relación y sobre su interés o no en asistir acompañada

A hacer bulto
Por lo que Carlos y su novia comentan, aunque se ha invitado a mucha gente y su deseo sería que no faltase nadie, ya se por lo precipitado de las fechas o porque quizá esta pareja no genera tanta simpatía como les gustaría, la cuestión es que para esas fechas da la sensación de que todo el mundo tiene otros compromisos, que la gran boda, al final, se va a quedar como algo íntimo, donde la presencia de familiares va a superar a la de los llamados «amigos».
Da la impresión de que la invitación a Ana y sus padres se ve un tanto forzada por esa circunstancias, porque la pareja se quiere ver rodeada por la gente del grupo y en la actualidad Ana es la dirigente del grupo parroquial y quien de algún modo representa a todos. Como si esperasen que, al contar con su asistencia, alguno más se animase en el último momento.

No hemos de olvidar que se trata de Carlos, quien ha sido dirigente del grupo antes que Ana y quien hasta ahora hemos supuesto que era un chico con carisma, cap de movilizar a las masas, que, si había que ir a algún sitio, él solía ser el primero y los demás le seguían. Aunque también es cierto que tras la ruptura de su relación con Ana, tras haber cambiado sus prioridades, ha perdido parte de ese magnetismo.
Parece ser que, como consecuencia de esa pérdida de liderazgo la gente le está dando un poco la espalda, de manera que acude a Ana con idea de que la asistencia de ésta a su boda le ayude a recuperar esa autoridad perdida dentro del grupo, a recuperar todo eso que se ha desvanecido tras su ruptura con Ana, como si hubiera quien le hiciera responsable, o no quisiera atribuirle a la novia el mismo encanto que Ana tiene.
Asistiré, pero…
Ana les confirma desde el primer momento la asistencia tanto de sus padres como la suya, pero en principio tan solo a la ceremonia religiosa, dado que para ellos se trata tan solo de cruzar la avenida, aunque se entiende que igual podrían tener una buena vista desde la ventana del salón de cuanto ocurre en la puerta de la iglesia.
En ese sentido ella parece más dispuesta y decidida que el resto de la gente del grupo, que tampoco es que le sea indiferente eso de acudir a la boda de su ex, pero en la actualidad se valora más el hecho de que se trata de un buen amigo, sin que ya le condicione tanto el hecho de que tuvieran un pasado en común y un posible futuro que ya nunca se hará realidad.
Lo de acudir al banquete, a la celebración posterior queda pendiente de lo que suceda y decida Manuel, dado que Ana tiene claro que sus padres rehusan, por todo lo que implica, lo que Carlos ha supuesto para esa familia y el hecho de no querer remover el pasado. Ellos no acuden a la boda de los amigos de sus hijos, salvo que haya una vinculación personal, lo que en este caso parece ser que no tendrán en cuenta.
¿Ya somos novios formales?

La duda está en saber si Manuel querrá o no asistir, si tan conveniente es o no que lo haga por todo lo que implica en todo los sentidos.
- Manuel y Ana ya se pueden considerar pareja formal, comparten la inversión en esa cuesta vivienda.
- El padre de Ana ha empezado a aceptar el hecho de que ésta haya iniciado esa relación con un chico que no cauda muy buena tercera impresión, pero siempre cabe la posibilidad de que haya una cuarta
- Durante las semanas previas ha habido una comunicación fluida entre ellos, a pesar de la distancia, gracias al teléfono y a las gestiones que Ana ha tenido que hacer para conseguir que Manuel invierta en la cuenta vivienda
- ha quedado claro que por parte de Manuel hay interés en la relación aunque demuestre pocas iniciativas, pero, si le pellizan, chilla como un cochinillo en una matanza.
La duda es saber si volverá a ser «don excusas» o esta vez no habrá que buscarle las cosquillas para conseguir que se mueva de Toledo.
- Se trata de un evento privado, aunque esté implicada la gente del grupo.
- Se trata de hacerle volver a la ciudad, esta vez se supone que por sus propios medios, después de que viera como tras su primera visita le echaban poco menos que a patadas, al menos por parte de los padres de Ana.
- Su situación y circunstancias personales y particulares no están para muchos derroches, ya ha dicho que no al Encuentro Nacional y la asistencia a la boda no será menos barato.
- Si acude a la boda, se encontrará con dificultades para afrontar la inversión mensual en la cuenta vivienda, que el muchacho tiene sus ahorros y sus ingresos, pero el dinero no aparece por arte de magia ni al ritmo en que se le va de las manos desde que es novio de Ana.
- Si vuelve, se habrá de presentar de nuevo ante los padres de Ana, esta vez ya como «el novio de la niña» y someterse a un nuevo juicio, confiado en que esta vez sean algo menos excluyentes.
- Además, si acude a la boda, acaparará si cabe, más protagonismo que los propios contrayentes, porque él será el chico que ahora está de novio con la ex de Carlos. Ana fue quien rompió aquella relación de manera unilateral, aunque por parte de Carlos no hubo resistencia.
La cuestión es que en estos momentos Ana no está en disposición de confirmar la asistencia de Ana. de hecho, conociéndole, es más partidaria de pensar que la dejará plantada de nuevo, pero por otro lado entiende que ha de pasar página a esa etapa de su vida y alegrarse tanto por Carlos como por que ella también ha rehecho su vida sentimental con un chico maravilloso de que quisiera poder presumir delante de amigos y conocidos,para que los demás también se olviden de remover el pasado.
Origen

Debe estar conectado para enviar un comentario.