Despedida en el chat

Introducción

Septiembre 2003

Sabemos que Ana es una chica formal, seria, responsable, que en los últimos dos años ha tenido su amistad, su interés dividido entre dos chicos, pero llega el momento de cerrar con uno este capítulo de su vida, dado que con el otro la relación se está afianzando.

Manuel se ha vinculado con ella en el asunto de la cuenta vivienda, lo que de algún modo ha limado asperezas a la hora aceptar que esa relación pueda tener sentido, que no es un mero capricho, ni una distracción. Ana se siente enamorada y Manuel, la corresponde. No es un beneplácito paterno incondicional, pero menos es nada

Carlos, el ex, celebra su boda a finales de octubre y tanto Ana como sus padres están invitados, por deferencia se deduce que Manuel también, porque se le considera «el novio de Ana», aunque no le hayan invitado directamente. Sin embargo, la asistencia a la boda es la ocasión para formalizar aún más este noviazgo, para que Manuel se integre un poco más en la familia de Ana

Después de aquello, en realidad, de los acontecimientos de aquellas semanas, sentí la necesidad, el impulso de romper con mi pasado, de tomar un poco más en serio ese compromiso de fidelidad hacia Manuel,

Ana

También recibí un e-mail de mi amiga, lo cual me hizo temer que después de las muchas calabazas recibidas a lo largo de mi vida que hubiera dos chicas interesadas por mí resultaba toda una ironía del destino

Manuel

¿Será quién ella quiere que sea?

Ana decide que ya no tiene sentido alargar más su trato y amistad anónima con «El Poeta», que su amistad, su intercambio de mensajes, con éste a lo largo de estos dos años se fundamenta en el hecho de que ella no tenía compromiso con nadie, pero ahora ya tiene «novio» y se entiende que cuenta con la aprobación de sus padres. La cuarta primera impresión ha sido mejor que las tres anteriores.

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Como ya sabemos, en esta parte de la novela, en la versión de Ana no hay mención ni se alude a la presunta sospecha por nuestra parte de que Ana ya conoce la verdadera identidad de «El Poeta», al menos tiene una certeza del 90%, ya sea por eso de la intuición femenina, o porque necesita convencerse de ello, es un pálpito de su corazón, dado que juntando a esos dos chicos, creyendo que son el mismo, se ha creado la imagen del chico de sus sueños.

«El poeta» es un chico poco hablador, poco comunicativo. Ha sido ella quien le ha mandado más mensajes, quien ha mostrado un mayor interés, si no por avivar esta amistad fundamentada en ese anonimato, al menos por encontrar en ello una excusa y ocasión para mandar lo más lejos posible sus no siempre agradables ni positivos pensamiento.

La cuestión es que en las ocasiones en que este «amigo» le ha respondido de verdad ha sentido que esas palabras eran para ella, aunque éste se refiriera a esa amiga suya con la que no terminaba de entenderse. Aunque sin dar detalles demasiados detalles ni precisar en exceso, por no dar pistas de la identidad, esa «amiga sufriente» podría ser cualquiera.

Por supuesto en sus mensajes, en esos desahogos, confiada en la comprensión de su amigo, quien tiene sobrados motivos para considerar que Ana está «medio chiflada» por contarle sus penas a un desconocido y por el hecho de ser tan «abierta» a la hora de compartir este tipo de confidencias sobre ese «amigo suyo» que le tiene revolucionado el corazón.

Ana (imágen oficios para la web) // Copilot designer

¿Y si de verdad fuera Manuel?

Eso de que ella ha estado estos dos últimos años intercambiándose mensajes con un chico a quien no conoce de nada, no es algo de lo que Ana quiera presumir. Casi mejor que se quede como algo privado, dado que tampoco es un tema que haya de afectar a su relación con Manuel. Con este último mensaje le pone punto y final a este capítulo de su vida y abre uno nuevo protagonizado por Manuel y ella.

Asumimos que no tiene la osadía de firmar este último mensaje con su verdadero nombre, se ha de mantener el anonimato hasta el final, hasta las últimas consecuencias, aparte que es mejor no dar pie a que este amigo del chat pretenda buscarla de nuevo, porque ella ya ha perdido todo el interés.

La cuestión es que, si se trata de Manuel, no es algo que quiera desvelarle así, sin más. ¡Se muere de la vergüenza! Ella ha echado pestes de los chicos por causa de la actitud y el trato recibido por Manuel, por cómo se ha sentido tratada y maltratada en ocasiones, de manera que no es esa imagen negativa ni de chica desesperada la que Manuel tenga de ella.

Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

En cualquier caso, con este último mensaje, ella quiere dejar claro que sus sentimientos son sinceros y espera que así lo entienda, que no ha sido su intención burlarse de él ni jugar con sus sentimientos, menos aún que se piense que se lo ha puesto demasiado fácil, dado que ella, a diferencia de las demás, ha mantenido abierta esta vía de comunicación

La carta

Apreciado “El Poeta”,

Espero que este mensaje te encuentre bien. Quiero comenzar agradeciéndote por todo el apoyo y la comprensión que me has brindado a lo largo de nuestro tiempo juntos. Las conversaciones y el intercambio de pensamientos que compartimos fueron, sin duda, valiosos para mí y jugaron un papel importante en mi vida en momentos en los que más los necesitaba.

Ahora me encuentro en una nueva etapa, en la que he decidido comprometerme plenamente con mi actual pareja, la persona que siento es el amor de mi vida. Este cambio en mi vida me lleva a reflexionar sobre mi pasado y a reconocer que es momento de cerrar ciertos capítulos para poder avanzar con claridad y sinceridad.

He tomado la decisión de finalizar nuestra correspondencia, no porque nuestra amistad no haya sido significativa, sino porque creo que es lo mejor para respetar mi nuevo compromiso y para no dejar cabos sueltos en mi vida emocional. Mi intención no es causar ningún malentendido o herir sentimientos; más bien, es ofrecer una despedida que refleje el respeto y la gratitud que siento por ti.

Entiendo que, como tú también has comenzado una nueva relación, es importante para ambos mantenernos fieles a nuestros compromisos actuales. Aprecio mucho que hayas entendido mi necesidad de cerrar este capítulo, y te agradezco profundamente por tus palabras y tu comprensión en tu última respuesta.

Por último, quiero decirte que aunque nuestros caminos se separen aquí, siempre recordaré con cariño las conversaciones que tuvimos y el papel que desempeñaste en mi vida en ese momento. No tengo ningún interés en descubrir quién eres o en que tú descubras quién soy; nuestro anonimato ha sido parte importante de nuestra conexión, y me parece lo más adecuado mantenerlo así.

Te deseo lo mejor en tu nueva relación y en todo lo que te propongas. Si alguna vez necesitas un oído atento o un consejo, sabes que puedes contar con el buzón que queda aquí abierto. La vida es una serie de capítulos, y estoy agradecida de que hayas formado parte de este mío.

Con cariño y gratitud,

“La Dulce Gatita”

Origen