Un poema para Ana

Introducción

Sábado, 27 de septiembre 2003

Cuando salí del cuarto de baño el piso estaba en silencio. Hasta cierto punto, me extrañó aquella tranquilidad, como si hubiera sido él y no yo quien se hubiera escondido.

Ana

Cuando me quise dar cuenta, la tenía detrás de mí con sus brazos apoyados sobre mis hombros y sus ojos leían en silencio lo que aparecía en la pantalla del ordenador, silencio que sus labios no rompieron.

Manuel

Tiempo para todo

No es una crítica, tan solo un comentario intencionado al preguntar ¿Cuánto tiempo necesita una chica en el cuarto de baño? ¿Cuánto se tarda en escribir un poema?

El caso es que por lo que parece dar a entender la novela, esa relativa prisa que Ana aseguraba tener en marcharse a casa, porque ya empieza a anochecer y tiene dos horas de viaje por delante parece que se pronto se han desvanecido. Qué si se va a marchar, que no ha cambiado de idea al respecto, pero su paso por el cuarto de baño se lo toma con calma.

Ana con aspecto alegre (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

El objetivo que tenía para esta visita parece conseguido. Tiene la confirmación de Manuel de que acudirá a la boda de Carlos, que salvo imprevisto de última hora, se reserva el último fin de semana de octubre y que si no se ha mostrado demostrado contrariado es porque tampoco parece que necesite preguntar nada sobre cómo ha de vestir. está claro que como Ana se lo ha encontrado en el chalé esa mañana no.

Aspecto de Manuel en el chalé// Copilot designer

En cualquier caso, quedan cuatro semanas por delante y se entiende que ahora la distancia ya no es impedimento para que haya una comunicación fluida entre ellos. Después de la visita informal e improvisada de este sábado hay mayor positivo para confiar. ha quedado claro que se entienden bien y están a gusto juntos.

Ella tampoco le ha comentado nada a él sobre cómo piensa ir vestida para la boda, pero espera que entre sus complementos esté un chico que provoque envidia entre sus amigas; que deje evidencia delante de todo el mundo que ahora él es su pareja, su presente. Que del pasado tan solo quedan los recuerdos y una buena amistad.

Ya te echo de menos

Mientras Ana ha estado en el baño, Manuel ha preferido centrarse en sus aficiones y darle su tiempo y su espacio, consciente de que no puede hacer ni decir nada que la vaya a convencer para que se quede. Es más, también es consciente de lo comprometedor que puede ser la situación y no parece muy prudente que ninguno de los dos se complique en ese sentido.

Manuel (imágen oficiosa para la web) // Copilot designer

El caso es que durante este rato ha estado pensando en ella, ha planeado sorprenderla de algún modo para que se lleve un buen recuerdo de este día y agradecerle así la visita, aparte de que haya querido contar con él para un evento tan importante como es la boda de su ex, en vez de sentir reparo porque la vean como un chico que no suele acertar con las primeras impresiones.

Le ha escrito un poema, que como tal tan solo aparece en la versión de Ana, como queriendo a dar a entender que la reacción de Ana al leerlo no es cómo Manuel espera, como si no le diera excesiva importancia, ya que como tal parece más un poema con un claro contenido religioso y poco romántico, con el que pretende congraciarse con ella, al no escribir nada demasiado personal que pudiera molestarla.

Sin embargo, Ana se deleita con la lectura, tanto más con el hecho de pensar que cuando éste ya parece haberse olvidado y desentendido de ella, aunque aún no se haya marchado, en realidad la tiene en sus pensamientos. Entiende que quiere tener un último detalle con ella y aunque entre ellos no parece que sea muy habitual este intercambio de palabras de cariño, esta vez Manuel no se reprime. a pesar de que haya de leerse el poema entre líneas y darle una interpretación menos romántica de la que aparenta

Origen