Introducción

Viernes, 24 de Octubre, 2003. (19:50)

Manuel se muestra inquieto

Una vez que se han superado los saludos, que ambos tienen claro que en este recibimiento no habrá besos, abrazos románticos ni más demostraciones románticas que la complicidad y confianza que hay entre ellos, se encaminan hacia la parada de bus para irse a casa de Ana.

Como hay complicidad, confianza mutua, se hace inevitable que haya sinceridad, que compartan confidencias, que no se considere que ya está todo todo dicho a pesar de lo que ya hayan hablado y acordado por teléfono previamente, dado que se sobre entiende que esta visita se ha planificado con tiempo para que no haya malentendidos ni desencuentros por parte de nadie.

En esta hablar cara a cara Manuel admite su inquietud, su desconfianza, con respecto al recibimiento que le vayan a dar los padres de Ana, vistos los precedentes de julio, aunque después de tres meses y de los progresos que ha habido en su relación de pareja tampoco haya muchos motivos para ese pesimismo, ese temor, por otro lado lógico. es un nuevo encuentro con los padres.

El recelo y el temo se fundamente sobre todo en la actitud de la madre, dado que de los dos es quien demuestra tener mayores reparos a este emparejamiento. Manuel no le ha causado tan buena impresión como para aceptarlo sin más, cuando en la ciudad hay pretendientes o candidatos mejores, Es de las que consideran que Ana ha ido a peor en sus gustos e intereses.

Mientras que el padre, como un serio y responsable hombre de negocios, parece más dispuesto a dar su brazos a torcer, a dejarse «manipular» y convencer por esos ojitos de hija y dar su beneplácito hasta el extremo de estar dispuesto a poner de su parte para solventar todas esas primeras malas impresiones y mejorables cualidades de este chico de Toledo del que la niña se ha enamorado.

En todo caso, Manuel entiende que quien tiene la última palabra en esa casa, en esa familia, es la madre, por lo que hasta cierto punto desconfía un poco de que se muestre tan hospitalaria y dispuesta a acogerlo en el piso durante el fin de semana.

Tampoco hemos de olvidar, como así le recuerda Manuel a Ana en esta conversación, de una manera un tanto jocosa, porque es el argumento que Ana utilizó para hacerse respetar y que Manuel reprimiera ciertos impulsos, que su madre es de las que saca la zapatilla primero y después pregunta. Es decir que es una mujer con principios y que no tiene reparo en ejercer su autoridad de madre, a pesar de que lo se la zapatilla sea algo simbólico.

Mi madre es un encanto de mujer

Uno de los objetivos de esta visita es mejorar conceptos y opiniones equivocados creados por todos los implicados. Lo cual quizá al principio tuviera su lógica y justificación, dado que incluso Ana se mostró reticente a corresponder a los sentimientos de manuel, a admitir ese interés mutuo.

Aquel chico «tonto» de Toledo ahora se ha convertido en un chico «interesante», aparte de «interesado». De ser el chico que «perseguía» a cualquier chica de Toledo que se le cruzase por delante, sin que ninguna le correspondiera ni le tomase en serio, se ha convertido en un chico comprometido y dispuesto a demostrarle a Ana que ella es la única por la que se desvive.

Es decir que, si con el tiempo el concepto de Manuel ha mejorado hasta el punto de haberse ganado el corazón de Ana, hay alguna posibilidad de que la opinión que nos hemos creado de la madre de Ana siga la misma evolución y de ser una madre protectora y recelosa con todo aquel que no se ajuste a sus expectativas se llegue a convertir en una mujer encantadora que reciba a la gente de su confianza con los brazos abiertos y sin fijarse en esos defectos.

Ana, como hija, está segura y convencida de que Manuel será capaz de llegar a este punto de entendimiento con su madre, porque es la mejor madre del mundo, quien la ha criado, educado y quien ha sabido ser el mejor ejemplo para ella, aunque sus caracteres o personalidades puedan llegar a ser algo diferentes en algunos afectos.

¡Quien sabe! Tal vez este fin de semana marque un antes y un después en estas relaciones de familia porque antetodo Ana espera que suponga un avance más en su relación,un acortar distancias y superar obstáculos por parte de todos. el hecho de que Manuel vaya a ser bien recibido en el piso, que se pueda quedar todo el fin de semana es un buen punto de partida, de entendimiento.

Además, Manuel acude para ser el acompañante de Ana en la boda de Carlos, lo que de algún modo va a suponer la confirmación social de su noviazgo, que ya no será algo que lleven desde la distancia y casi en secreto, aunque ya dieran evidencias de ello durante la convivencia de novios de julio. esta vez el asunto va mucho más en serio.

Que te conozcan

Este fin de semana ha de suponer un principio de acercamiento de posturas por parte de todos. De manuel con los padres de Ana, de los padres de Ana con Manuel y de Manuel con los amigos de Ana y de los amigos de Ana con Manuel.

Se trata de que Manuel se empiece a sentir y a considerar parte de la vida familiar y social de Ana, porque es en este ambiente donde a ella le gustaría y espera que se desarrolle esta relación, aunque todo haya comenzado en Toledo y tampoco es que quieran darle la espalda a los amigos de allí, pero es que la vida de Ana se desarrolla en esta ciudad.

La intención y el deseo es que las visitas de Manuel empiecen a ser cada vez más frecuentes, que aunque Ana disfrute de una cierta estabilidad personal y profesional, los cambios se produzcan por parte de Manuel y que, en cierto modo, todos esos rumores y comentarios poco afortunados con respecto a éste se queden en Toledo.

El riesgo es que cuánto más sea consciente Manuel de la realidad de Ana, también descubrirá que ella no es ni mucho menos una chica tan perfecta, por lo cual es mejor que se vaya mentalizando de que su futuro está aquí, antes de que su ojo crítico provoque que se lo piense mejor y prefiera quedarse en Toledo.

Origen

• Ana. Silencio en tus labios. Octubre, 2003 (1)
• Manuel. Silencio en tus labios. Octubre 2003 (1)