Cuando llegó el momento de que les preguntasen a los novios si se aceptaban como marido y mujer, la iglesia se quedó en silencio para que tan solo se escuchasen sus voces, por parte del coro aquel silencio era premeditado
Continuó tan fría como la había sentido desde el primer momento, más pendiente del desarrollo de la ceremonia que de nuestros problemas, como si nada ni nadie le hubiera alterado ni cambiado el corazón, más de piedra que de carne aquella tarde,
Manuel anda con la mente pérdida en sus sentimientos y pensamientos, en todo eso que le ronda por la cabeza y el corazón en estos momentos, sintiendo que se ha abierto una distancia infinita entre Ana y él, hasta cierto punto frustrado porque nada de lo que sucede cuadra con sus expectativas.
Contaba con tener a Ana a su lado, podemos deducir que él tenía la expectatva de vivir esta celebracion como si fuera un ensayo de la suya, aunque aún sea pronto para plantearse el formalizar la relación, porque antes hay ciestas cuestiones que enmendar, como el ganarse el beneplácito de los padres de ella, su situación laboral o el hecho de que Ana aún no ha sido presentada en su casa.
Podemos deducir que Manuel ha acudido este fin de semana a visitar a Ana con la idea de dar un paso de gigante en su relación, pero se ha tomado con que ésta sigue con su vida, que no lo considera su prioridad, que le hecho de que él se haya implicado en sus planes, como es el caso de la cuenta vivienda, no tiene la relevancia que éste le ha dado, al menos no cómo éste lo esperaba.
El único consuelo que Manuel parece encontrar es en el hecho de que él es ahora el presente de Ana, que ésta le ha cerrado la puerta a su pasado y es con él con quien supone quiere tener un futuro. Sin embargo, para construir ese futuro en común no basta tan solo con desearlo.
El momento de la boda para Ana
Ana está atenta y pendiente del desarrollo de la ceremonia, porque, como sabemos, los del coro tiene un lugar privilegiado, desde donde están pueden observar todo lo que ocurre, en parte porque los cantos son una parte de la celebración y han de tener claro cuando intervenir, sin que la música altere el desarrollo de la liturgia, tan solo sirve de acompañamiento.
Tras la homilia llega el gran momento para los contrayentes, el motivo de confirmar la razón de toda esta ceremonia, todo lo que los allí presentes están esperando, con la certeza en este caso de que ninguno de los dos contrayentes cambiará de parecer en el último momento ni saldrá huyendo o dará una respuesta distinta a la esperada.
CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO
Puestos todos en pie, incluso los novios, y situados los testigos a uno y otro lado, el sacerdote se dirige a los novios con estas o semejantes palabras:
Queridos hermanos: Estamos aquí, junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida….
Entonces el sacerdote los interroga acerca de la libertad, la fidelidad y la aceptación y educación de la prole, y a cada pregunta responden juntos
(….)
Así, pues, ya que queréis contraer santo Matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.
Boda// Copilot designer
Carlos: Sonia, yo te recibo como esposa y prometo amarte fielmente durante toda mi vida. Sonia: Carlos, yo te recibo como esposo y prometo amarte fielmente durante toda mi vida.
Palabras que en mi caso, en aquellos momentos, me asustaban un poco, porque más que pronunciarlas, necesitaba oírlas y no sentía que hubiera esa complicidad con Manuel.
Ana parece tener un momento de duda, quizá de sinceridad consigo misma, un golpe de realismo ante las circunstancias. Entendemos que en estos momentos su mirada y atencion se dirige hacia Manuel. porque lo tiene localizado en medio de esta multitud y siente que éste la ignora, que no se produce ese cruce de miradas, aparte de que lo vea algo frío y distraído.
Podemos entender que desde donde Manuel se encuentra sentado no hay una vision directa del coro, pero ello no es impedimento para que éste se pudiera voltear porque se entiende que ella se ha colocado de manera que éste pueda verla sin dificultad. Sin embargo, ese cruce de miradas no llega a coincidir, aunque sabemos que manuel sí mira alguna que otra vez hacia el coro, cuando suena la música
¿Tú quieres?
Entendemos que cada uno desde su posición y circunstancias del momento se hace la misma pregunta que el sacerdote les hace a los contrayentes. Necesita convencerse de si quiere o no dar un paso más en su relación o resignarse antre la evidencia de que ante el más pequeño problema se levanta un muro de silencio y distanciamiento entre ellos.
Ana vestida para la boda // Copilot designer
¿De verdad Ana necesita en su vida a un chico como Manuel? Ella tiene que afrontar sus problemas de salud, su trabajo, el asumir que por sus circunstancias familiares no cualquiera está en posición de ocupar ese lugar a su lado y en su corazón. Aparte que Manuel tampoco es lo que se dice un chico fácil de tratar en las distancias cortas
Manuel vestido para la boda // Copilot designer
¿De verdad Manuel necesita en su vida a una chica como Ana? Una chica sería, responsable, capaz de ser el interes de cualquiera con un mínimo de autoestima personal, con una estabilidad que él no está en disposición de igualar. Es una chica, una mujer, con un nivel de exigencia que supera todas sus expectativas más optimistas, que aunque accesible en lo romántico también se muestra inalcanzable.
Calla para siempre
Somos conscientes de que en estos momentos Manuel se siente un tanto perdido, confundido, fuera de lugar. Lo que en cierto modo es como volver a repetir lo vivido en la convivencia de la Pascua el sábado por la tarde/noche en donde la llegada y presencia de Carlos generó una pequeña situación de impass.
Había sido Ana quien había sorprendido a Manuel con su iniciativa y impulsividad al declararle su amor de manera tan directa, cuando éste ya se sentía tirado al cubo de la basura por metepatas, pero después de aquello Ana se volvió fría y distante, como jugando con él, por temor a hacer público lo qeue para Manuel ya no era ningun secreto.
Esta vez no hay motivo para pensar que la boda de Carlos vaya a tener un efecto negativo en su relación, más bien que éste ya no forma parte de la historia se ha surgido entre nuestros protagonistas, pero de nuevo Manuel siente que Ana vuelve a jugar al escondite, que la situacion se escapa de su control.
La ceremonia continuó y terminó sin que nada cambiara por parte de Ana. No hubo el menor intento de acercamiento ni concesión por su parte ni el menor indicio que me pudiera haber llegado a hacer pensar que sólo se hacía de rogar para ponerme a prueba.
Mejor no olvidar que Ana cree conocer a Manuel, ser conocedora de sus debilidades, de sus puntos flacos, por lo que es fácil deducir que ella, de algun modo intuye por lo que a éste se le pasa por la cabeza en estos momentos y que no resulta agradable ni gratificante para ella, aunque se sienta diractemente afectada y dolorida.
La ceremonia continuó y en los momentos en que hubiera sido más apropiado que buscase esa complicidad con Manuel, le noté distraído, tampoco es que desde donde estaba fuera fácil verle bien.
Sin embargo, ella no está sólo enamorada de ese chico que ha convertido la asistencia a este boda en lo que parece ser la peor de sus pesadillas, cuando todo el mundo a su alrededor está feliz por los novios. Es un chico en quien ha depositado su confianza, a pesar de que sea un metepatas en lo social.
Y no, ella no quiere ser parte de esta pesadilla que él sólo se ha busado ni de esas frustraciones. ella quiere ser complice de sus bromas, de sus momentos divertidos, aunque también de los serios. Admira a ese chico que sin saber muy bien cómo, en ocasiones, sorprende a todo el mundo y se enfrenta a la adversidad.
De manera que nada de lo que éste le tenga que decir en estos momentos tiene lógica ni sentido. Manuel está haciendo el tonto, pero no de la manera que a ella le gustaría.
Tras el último verso 
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