Sin verte, desayuno

Introducción

Domingo, 26 de octubre de 2003. (11:30)

Desayuné en compañía de su padre, quién me insistió para que no esperase a Ana porque llevábamos el tiempo juntos para marcharnos y no estaba claro cuánto se entretendría ella.

Manuel

Cuando terminé en el cuarto de baño y salí al pasillo me encontré la evidencia de que mi padre y Manuel habían hablado y me esperaban para que nos fuéramos a misa de doce, porque aún estábamos a tiempo de llegar, si yo no me entretenía demasiado.

Ana

Desayuna que tendrás hambre

Tras una velada romántica cabría esperar un despertar, un desayuno igual de especial en ese sentido, como una continuación de lo sucedido durante el banquete de bodas, entendiendo que por principio y por respeto lo de dormir juntos e incluso compartir la ducha matinal queda descartado, que los excesos de entusiasmo de enfrían a escobazos.

Si Manuel quiere regresar de visita y disfrutar de la hospitalidad que se le ofrece en esa casa y por parte de esta familia más vale que motivos ni ocasión para que nadie se escandalice una vez que ha conseguido que los padres empiecen a tenerlo en consideración y aceptar con relativa resignación que Ana no se va a olvidar de él con excesiva facilidad ni bajo presiones paternales.

Don José, el padre de Ana// Copilot designer

Es decir que para que Manuel no se marche, regrese a Toledo, con la falsa creencia de que pretenden matarlo de hambre, lo mejor es que desayune, que no se espere a que Ana esté lista, haya terminado de asearse, dado que tampoco se van a creer eso de «con verte me alimento», aunque ya se suponga que durante el banquete de la boda haya tenido ocasión de saciar el apetito y aflojarse el cinturón.

La verdad es que el padre prefiere que desayune y se deje de romanticismos tontos en los que Ana se tenga que sentir implicada de alguna manera. Esa es una casa decente donde se espera que los invitados se comporten de manera civilizada, demostrando un mínimo de respeto hacia todos los que residen allí.

Mientras el muchacho desayuna, Ana puede terminar de asearse con tranquilidad y la escoba se puede quedar guardada y sin suponer una amenaza. El pasillo ya se ha quedado limpio y se entiende que los pétalos que se han desprendido del ramo no se han desperdigado por toda la casa, ya que Manuel tampoco se dedicó a explorar con nocturnidad.

Ante lo apurado de la situación, les propuse que se adelantaran y que ya les alcanzaría en cuanto terminara de asearme, iba a estar mucho más relajada sin la presión de su presencia e impaciencia.

Ana

La misa es a las doce

En esa familia de buenos principios, la costumbre es asistir a misa a mediodía y el reloj corre en su contra. Que es indiferente que tengan o no invitados, aparte que se da la circunstancia de que este muchacho también comparte ese hábito, esas creencias, de tal manera que la asistencia a misa es una exigencia, dado que igual regresa a Toledo esa misma tarde y cuando llegue ya no le dará tiempo a asistir a misa.

Quien tiene que terminar de asearse y desayunar antes de acudir a misa es Ana, por lo cual es mejor no entretenerla ni esperarla, no vaya a ser que por ser demasiado considerados con ésta sean los tres quienes lleguen tarde. Ana ya no es ninguna niña pequeña y se asume que es capaz de organizarse sola, que si no la distraen ni entorpecen, se organizará el poco tiempo de que dispone para acudir a la parroquia con puntualidad

Ana aseándose

El padre prefiere preocuparse por Manuel, para que no se muestre como un chico demasiado cohibido ni acobardado, sino como ese novio o pretendiente que sabe respetar el tiempo y el espacio que Ana, que demuestra responsabilidad, madurez personal y tiene interés en integrarse en la familia por sí mismo, que entiende que no es a Ana a la única que ha de conquistar con su supuesta personalidad arrolladora.

De hecho, podemos entender que el padre ya está listo para salir o en todo caso, que mientras Manuel desayuna, éste tarda poco en terminar de asearse, que ya da por hecho que los tres acudirán a la misa de las doce y ha de ser el primero que dé ejemplo, que se muestre como esa figura y referente de autoridad, aunque también como alguien afable y cercano.

Sumando puntos

Para Manuel supone verse en una situación comprometida el hecho de tener que seguir las indicaciones del padre, cuando él está allí por Ana y ésta, por unas razones y otras, marca distancias, los límites, mientras que el padre parece aprovechar ese distanciamiento entre ellos, ese terreno de nadie en la relación para entrometerse.

Manuel se encuentra en la tesitura de tener que aceptar esta situación, porque el cariño de Ana ya lo tiene, su plena confianza, pero el padre no tiene porqué mostrarse tan condescendiente, ya que en el fondo Manuel no es más que un extraño que pretende involucrarse en la familia, cuya presencia no dejará indiferente a nadie.

Para ser parte de esta familia hay que entrar por la puerta, el pretender hacerlo con la excusa o el argumento de estar iniciando una relación con Ana, por el momento se entiende como un intento de colarse por la ventana. Por ahora no se ha ganado el derecho de que le abran por el hecho de que llame. El padre necesita cerciorarse de sus verdaderas intenciones y de si se merece ese voto de confianza.

Origen