Wednesday, September 20, 1995

06:20 AM. Bedroom

⌚: Suena el despertador

Hoy no hace falta que Ana ni nadie me venga a despertar porque ya estoy despierta, inquieta, impaciente, nerviosa, por volver a reencontrarme con Yuly y saber que de verdad seguimos siendo amigas o lo sucedido ayer ha supuesto una total perdida de la confianza, por mi parte espero que sigamos como siempre. Que pensemos que lo sucedido tan solo ha sido un bache, algo en lo que es mejor que no pensemos demasiado. Fue un pronto, un calentón del momento, porque ambas actuamos sin pensar. Al menos esa es a la conclusión a la que he llegado después de recapacitar sobre ello. De todos modos, a mí no me agradó que me pusiera en ese compromiso y desde el primer momento he tenido claro que no quiero verme en ese tipo de situaciones. No quiero tener que rivalizar con ella y menos que ello se convierta en una trampa u ocasión para que acabar como el hazme reír de todo el mundo. Por lo cual, si ella, es cierto, que por su parte no tuvo mala intención, supongo que no hay razón para que se lo tenga en cuenta. Supongo que ella tampoco esperaba que yo fuera a reaccionar de aquella manera y menos aún que me sintiera atrapada, superada por todo el mundo.

Ana: [Se asoma por la puerta] Buenos días. – Me saluda en tono afable. – ¿Qué tal has dormido? – Me pregunta con intención. – ¿Tienes ganas de ir a clase? – Me pregunta con inquietud. – No voy a dejar que te quedes en la cama, pero ya sabes por qué te lo pregunto. – Añade. – ¿Estás más relajada? 

Jess: He dormido bien. – Le respondo. – Algo inquieta al principio, pero al final me venció el sueño.

Ana: Pues ahora, espabila y no pierda el bus. – Me aconseja en tono afable.

Jess: Espero llegar con tiempo para hablar con Yuly. – Le comento. – Si no, después hasta el descanso no nos veremos y quiero estar segura de que querrá que nos veamos. – Le comento con emoción e inquietud.

Ana: Estoy segura de que, si tú estás dispuesta a olvidar lo ocurrido, ella también. – Me contesta con optimismo. – Ya hablasteis ayer y creo que quedo todo bastante aclarado. – Me dice.

Jess: Sí, al final, por teléfono ella volvía a ser la de siempre. – Le indico.

Entiendo que es un poco tonto esto de ilusionarme con la idea de reencontrarme con Yuly, con que hagamos las paces y volvamos a ser tan amigas como antes, pero la verdad es que ayer me sentía bastante deprimida, hundida, ante la expectativa de pasarme el resto del curso sola y obligada a mantener una cierta distancia y frialdad con ella. Era como si todo lo vivido estas dos semanas no hubiera servido para nada y las ilusiones creadas en vez de motivarme se fueran a convertir en mi peor pesadilla. Entiendo que ahora soy un poco más consciente de lo importante que es tener una amiga. Que como me ha aconsejado Ana en estos últimos días, he de poner un poco más de mi parte para mantener esta amistad y no ser tan negativa con respecto al futuro ni tan subjetiva en cuanto al presente. Yuly puede ser como sea, pero lo que está claro es que nos podemos ayudar mucho la una a la otra. Que a pesar de que hay detalles de ella que no me terminan de agradar, lo cierto es que somos capaces de entendernos y nos hemos adaptado bastante bien la una a la otra. Por lo cual conviene que no perdamos todo lo que hemos conseguido. Sobre todo, porque yo tengo más dificultad que ella en hacer amigas y demasiada facilidad para que se me aísle y margine.

Un rápido vistazo a la agenda para confirmar qué clases tengo hoy y que no he de cambiar mis planteamientos en el último momento y salgo a la carrera hacia el cuarto de baño. Hoy no me conviene perder el bus porque confío en tener ocasión de hablar con Yuly a primera hora. No esperar al descanso porque quizá se piense que ya no quiero que quedemos, que me conformaré con que nos veamos en clase de Spanish. Sin embargo, siendo un poco egoísta en ese sentido, prefiero que no tenga ocasión de hacer nuevas amistades. Después de lo sucedido entiendo que se sienta más motivada a ello. Pero la verdad es que yo me veo con pocas posibilidades de entenderme con cualquier otra como con ella. Además, asumo que Mr. Bacon hablo en serio con respecto a eso de que nuestra nota final dependerá de lo que ambas hagamos, por lo que no conviene que dejemos de estudiar juntas. Aparte cuento con que me ayude con el trabajo para el Foreign Language Club, porque yo no sé nada de España y casi prefiero que Ana no me ayude para que no me cuente nada de eso que de momento no quiero saber.

Notebook of Jessica
Thursday, 09/20/1995
Class Day: fourth
1	Algebra
2	English
3	World History I
	Lunch A
4	Spanish
5   Writing workshop
6 	Science

06:25 AM. Bathroom

No suelo ser muy amiga de los espejos, pero esta mañana no lo puedo evitar dado que la noche no ha sido tan tranquila como me hubiera gustado y, sobre todo, me inquieta la impresión que Yuly se lleve cuando volvamos a vernos porque ayer le die muchas cosas sin pensar y esta mañana he de intentar compensárselo con la mejor de mis sonrisas, que entienda que por mi parte está todo superado y asumo mi parte de culpa en lo ocurrido, que espero que nos perdonemos y de verdad no sea una chica rencorosa por algo que en realidad no tiene tanta importancia. Asumo que no está enfadada conmigo porque sea yo quien haya de hacer ese trabajo sobre España. Lo bueno es que podremos hacerlo juntas, que cuento con su ayuda, de manera que será como si le hubiera correspondido a ella. En lo referente a Francia yo le ayudare en lo que pueda, aunque si mantiene su idea de investigar sobre eso del Tour, no sé si podrá aportar algo. En cualquier caso, espero que entienda que por mi parte no tengo objeción a ayudarla en lo que me pida. Puede incluso que Ana nos eche una mano.

La chica que aparece en el espejo es la victima de todas las burlas, recién levantada y aún en pijama. Ahora mismo no tengo mi mejor cara. No me gustaría ni siquiera que el verdadero Daddy me viera. Cuando esté lista para irme a clase, tampoco es que mi aspecto vaya a mejorar demasiado, solo que vestiré de una manera más presentable y después serán los demás quienes me juzguen por mi aspecto: que si delgada, que si poco desarrollada, que si un tono de piel un poco oscuro, que si llevo una rastra como evidencia de los rasgos étnicos de quien se supone es mi madre; que si visto con ropa barata, que si no estaría mejor con una familia en vez en el internado, que si no hablo en español, que pobrecita ella que tiene un expediente académico mediocre… y así un largo e infinito listado de aspectos negativos. Aunque como me dice Ana, yo debería ser la primera en que le diera la vuelta a esa negatividad y estuviera encantada de conocer tanto a la chica que aparece en el espejo como a la de verdad.

Esta mañana supongo que me he de creer eso de que Yuly aún quiere ser mi amiga y que no tiene reparo a que nos vean juntas, dado que hasta ahora he tenido la sensación de que mi dificultad a la hora de hacer amigas se debe a que las demás no quieren nada conmigo porque no les gusta que les relacionen conmigo. Porque las pocas amigas que he llegado a hacer en el internado han tardado poco en encontrar una familia de acogida y ya no he vuelto a saber de ellas o se ha perdido esa complicidad, aunque alguna se haya quedado en el barrio. Yo he sido la chica que prefería jugar con los chicos del parque porque con éstos no tenía que implicarme, una vez que terminaba el juego me desentendía de ellos hasta al siguiente día. Pero las amigas que he hecho en el internado siempre querían que me uniera a sus juegos y pretendían compartir conmigo la alegría de tener una familia de acogida o adoptiva, lo que a mí me causaba una sensación extraña, porque yo no sabía nada de Daddy.

En realidad, no sé muy bien lo que ella ha visto en mí que le ha gustado y le motiva a afianzar esta amistad y confianza entre nosotras. Aún sonríe cuando recuerda mis primeras palabras, cuando le pedí que no me hable de España ni es español. Ella hubiera estado encantada de contarme su vida con todo detalle, pero la hice callar. Entiendo que me mostré muy segura y tan intransigente como siempre. Que ese es un tema sobre el que no doy mi brazo a torcer, aunque no demuestro la misma firmeza con respecto a la actitud y burlas de los chicos, por lo cual aún no he conseguido que se olviden de ello. Entiendo que a Yuly le sorprendió un poco mi sinceridad, mi reacción, porque era la primera clase, nuestro primer contacto y en vez de esforzarme con parecer simpática me mostré un tanto fría y distante. Tuve un arranque de sinceridad que Yuly no se esperaba y ello le impresionó para bien, le dio a entender que soy una chica en la que podía confiar. Lo malo es que ayer quizá me mostré demasiado impulsiva y no me contuve, de modo que descargue toda mi frustración contra ella. Ahora solo espero que después de nuestra conversación telefónica todo vuelva a la normalidad.

Le tendré que comentar que aún conservo la foto que me regaló, que igual en un arrebato de los míos la hubiera tirado a la basura sin el menor remordimiento, incluso la hubiera destrozado en mil pedazos, porque así era como sentía que se encontraba nuestra amistad, que iba a ser difícil que alguien la recompusiera. Confío en que ello le dé a entender lo mucho que valoro su confianza, sobre todo porque esa fotografía no solo es un reflejo de nuestra amistad, sino de nuestro entendimiento, que hasta ahora en realidad no he conocido a ninguna chica que se haya tomado en serio mi interés por Daddy. Que a pesar de mis reticencias a escucharla cuando me habla de España, Yuly ha demostrado que me escucha y le importa lo que comparto con ella, por lo que, si el tema de Daddy es importante para mí, para ella no lo tiene que ser menos. Además, como me comentó, su madre ya ha estado en Toledo. Por lo cual es como si hubiéramos encontrado un punto en común a las muchas diferencias que, por uno y otro motivo, hay entre nosotras.

07:05 AM Fulton Street & Fulton Spring Rd

El hecho de volver al bus esta mañana, en cierto modo, es como desandar el recorrido de ayer con el temor de que haya alguien que me juzgue por lo sucedido, que se percatase de que ayer, cuando salí de clase, no estaba en mi mejor momento, aunque por lo general me suelo sentir ignorada en ese sentido que a nadie le importa mi estado de ánimo. Mi presencia en el bus no es más que un motivo para que algunos de los chicos se diviertan con la canconcita, porque piensan que me importa, me afecta y me tienen acobardada, pero la verdad es que me es indiferente. Prefiero ignorarles por mucho que insistan, es la rutina de todos los días y si ellos no están dispuestos a cambiar, no seré yo quien les siga el juego. Ya se cansarán y encontrarán a otra a quien no le hagan gracia sus bromas. A mí ya me es bastante indiferente. ¡Cómo si de pronto les da por no montarse en el bus! Bueno, entonces me darían una alegría.

El caso es que no me parece que mi pelea con Yuly se haya convertido en la comidilla. Tampoco ha sido algo que haya trascendido porque sucedió tras la clase de Physical Education, a 4º hora y aunque a mí me lo pareciera, no fuimos tan escandalosas como a mí me lo llegó a parecer porque tampoco hubo tiempo para mucho cada cual debía volver a su clase y entiendo que Yuly adoptó una actitud más bien evasiva, en todo caso defensiva. La que tuvo una actitud desmedida fui yo que no me supe contener en esos momentos y me dejaba llevar por la frustración y sabía del momento, al sentir que todo el mundo se burlaba de mí. Lo que descargar toda esa rabia contra ella supongo que fue un desahogo y porque no fui consciente de que en un primer momento ella se acercó a mí con intención de demostrarme su preocupación, no por rematar la humillación, como tal vez me temiera. En esos momentos lo cierto es que yo no me sentía muy afable con nadie. Ahora entiendo que estoy mucho más calmada y dispuesta a asumir que actué por impulso. De todos modos, Yuly debería haber prestado un poco más de atención antes de hacer que ambas nos ofreciéramos como voluntarias para ese ejercicio.

Como ya me conozco la rutina del bus. En esta ocasión no me molesto en intentar mejorar. Mi asiento se encuentra desde los del fondo hacia delante. Si tengo suerte, incluso puede que me siente junto a la ventanilla y tenga por compañero a alguien no que resulte antipático, aunque lo último que pretendo es hacer nuevas amistades, a pesar de que Ana me lo aconseje para que no me sienta tan sola ni desamparada, Sin embargo, no me parece justo hacer amistad con nadie por mero interés, dado que no siento que tenga nada en común con la gente del bus salvo el hecho de que somos del barrio y estudiamos en el mismo high school. Si se tratase de Yuly no me importaría, pero con estas chicas no me siento motivada.

Ahora prefiero que me dejen tranquila porque tengo que pensar en mis cosas, en la manera de plantear esta reconciliación con Yuly para que entienda que no quiero perderla como amiga y que tengo un mejor concepto de ella, de nuestra amistad del que quizá le diera a entender ayer. Yo no soy rencorosa ni vengativa, pero admito que no fácil pasar página y seguir como si no hubiera pasado nada. Hasta yo reconozco que aún estoy algo susceptible y no estoy muy segura de que Yuly vaya a volver a confiar plenamente en mí. Le he dado motivos para que me considere una mala amiga. Aun así, confío en que también haya tenido tiempo de recapacitar y como yo esté dispuesta a que todo siga como si nada. Bueno, a que esto nos sirva de aprendizaje y en el futuro las dos intentemos no volver a vernos en una tesitura similar y en todo caso a reaccionar con un poco más de lógica y menos impulsividad.

07:42 AM MHS Patio

Como aún dispongo de algo de tiempo, en vista de que, como siempre, Yuly parece que se retrasa, prefiero esperarla en el patio. Después confío en que me dé tiempo a pasar por la taquilla y llegar al aula de Algebra, antes de que el profesor me cierre la puerta o alguien me encuentro deambulando por los pasillos. De hecho, nos sorprenderían a las dos y no creo que nuestra justificación resulte demasiado creíble como para que el incidente no llegue a conocimiento de los padres de Yuly y de Ana. Ayer ambas amenazamos con no querer volver, por lo cual esa es la impresión que les puede causar enterarse de que ambas faltamos a la primera clase. Yo no espero que nos entretengamos demasiado. Tan solo que me confirme que las dos estamos bien y que nos veremos en el descanso como siempre. Entendería que después de lo ocurrido le quiera dar una oportunidad a sus otras compañeras de clase. Por mi parte de momento no tengo intención de darle ese voto de confianza a nadie más, hasta que pasen unos días.

Soy testigo de cómo el padre de Yuly conduce el coche hasta las escaleras del patio, que, aunque no sea un profesor ni personal del Medford High se entiende que dadas las circunstancias es mejor que Yuly no pierda más tiempo si se tiene quedar el paseo desde el acceso Winthrop St, donde en ocasiones nos deja el bus, aunque lo correcto es que entre hasta el aparcamiento por seguridad, aunque ya me he fijado que a primera y última hora es tal el tráfico que se monta que resulta arriesgado. Debido a que se ubica a las afueras son muchos estudiantes los que prefieren venir por sus propios medios. Posibilidad que por edad y por capacidad económica yo no me planteo ni ahora ni creo que dentro de dos años. En ese sentido que Yuly y yo coincidimos. No me parece que sus padres se vayan a mostrar tan partidarios de dejarle el coche una vez cumpla los dieciséis años y tenga la licencia de conducir. En mi caso dudo que Ana se vaya a pensar eso de que conduzca su coche, aunque ella vaya de copiloto. Ni siquiera estoy segura de que le parezca bien que consiga la licencia.

La cuestión es que como me encuentro en el patio y a la vista, el padre de Yuly no tiene reparo en detener el coche cerca de donde yo me encuentro, aunque me he llegado a temer que mi presencia provocaría que Yuly me quisiera evitar, si es que aún sigue molesta conmigo por todo lo sucedido. Yo tan solo quiero que entienda que no tengo motivos para evitarla y que el reencuentro de esta mañana es lo bastante importante como para que prefiera no esperar al descanso. De hecho, me he llegado a temer que tal vez ella se sienta presionada porque no le concedo un margen de actuación, que sea ella quien tome la iniciativa. Sin embargo, ayer fui yo quien tuvo esa mala reacción y entiendo que ahora lo apropiado es que demuestre arrepentimiento, que estoy dispuesta a olvidar y que sigamos siendo amigas. Estoy aquí para pedirle disculpas por todo lo que le dije sin pensar y confío en que haya la misma cordialidad y disposición por su parte.

Yuly: [Se baja del coche] Hola. – Me saluda en tono afable. – Buenos días. – Me dice. – No hacía falta que me esperases. – Me indica un tanto sorprendida. – Ya hablamos anoche. 

Jess: Hola. – Respondo a su saludo de manera cordial. – Sé que no hace falta que te espere, pero hoy me ha parecido importante.

Yuly: Adiós, papá. – Se despide de su padre.

Don: (Sentado en el asiento del conductor) Adiós, portaos bien. – Se despide en un tono de alivio. [El coche de marcha]

Yuly: Por mí todo está bien. En serio. – Me dice. – ¡Vayamos a clase antes de que se nos haga tarde! – Me indica con jovialidad.

Jess: Sí, vamos para clase. – Le contesto. – Tan solo quería decirte que lamento lo que te dije.

Yuly: Yo también lo siento, si te puse nerviosa. – Me contesta. – Pero, bueno. No hablemos más de ello. – Me ruega en tono conciliador.

Jess: Sí, mejor que lo olvidemos. – Le indico en tono conciliador.

Entiendo que ahora no es momento para que nos entretengamos. Ella siempre llega a estas horas y sabe mejor que yo lo que implica ir tan apurada de tiempo, aunque en su caso los profesores quizá puedan tenerle alguna consideración. No así conmigo, porque se supone que yo he llegado en el bus y, por lo tanto, con tiempo más que suficiente para estar en el aula cuando suele el timbre. De hecho, entiendo que hoy es un mal día para empezar a crear malos precedentes, sobre todo porque en contra de lo que pudiera asegurar ayer, ahora no tengo motivos para querer faltar a clase. Tan solo me lo plantearía con la asignatura de Spanish, pero es en la única a la que no puedo faltar sin una causa muy justificada que de momento no tengo. No creo que me pudiera inventar ninguna que resultase creíble, sobre todo porque me tendría que explicar delante de Ana y ésta se conoce la mayoría de mis artimañas pasa salirme con la mía. Es más no creo que una satisfacción puntual pudiera compensar las consecuencias que de ello se derivasen. Prefiero resignarme y hacer mérito para quedarme en el internado hasta que Daddy venga a por mí, si es que no llegan noticias o pista que me hagan desistir de dicha expectativa.

Period             Schedule                                          Subject 
Period 1          07:52 AM - 08:49 AM                        Algebra