ESPERANDO A MI DADDY. CAPÍTULO 3
April, 22th, 1996.
10:00 AM. Bedroom
Jess: Si me ayudas, me bañaré. – Le respondo con impotencia ante lo limitada que me siento.
Ana: Sí, será mejor que te ayude porque no conviene que te lesiones más de lo que ya estás.- Me responde.- Despídete de Daddy a ver si así te espabilas un poco.- Me sugiere con intención.- ¿Acaso quieres que él también ayude?- Me pregunta.
Jess: No, gracias.- Le contesto avergonzada ante esa posibilidad.- Adiós, Daddy, hasta después del baño.- Digo para que Ana sepa que estoy centrada.
Ana: Hasta después del baño o hasta que estés relajada. – Me corrige.- Aún tienes que estudiar.- Me recuerda. – ¡Si te pasas el día pendiente de lo que compartes o no con tu Daddy, no cogerás un libro en todo el día! – Me advierte.
Jess: Adiós, Daddy. Hasta la próxima hora de visita. – Digo con intención.
Ana: En cuanto hayas aprovechado el tiempo, dejaré que Daddy venga y te haga compañía.- Me indica con sutileza y complicidad.- Hasta entonces, esto sigue siendo un internado de chicas y no una casa de locos.- Argumenta. – Hasta luego, Daddy
Una alusión indirecta
Un ejemplo de cómo incluir en la historia a un personaje que en realidad no está. Esta secuencia de la novela se produce en abril de 1996, fecha en la que se supone que Jessica aún no ha tenido contacto con su Daddy y, por la lectura que se hace de este fragmento, es evidente que Daddy no está ahí, pero se alude a él como si lo estuviera.
En realidad, éste es un guiño de complicidad de la novela, de mi yo como escritor, hacia al lector el día que la novela se publique, dado que, como aquí se expresa, Jessica tiene intención de darse un baño y necesita un poco de intimidad.
De esta complicidad también participa Ana, quien también hace una clara alusión a la cuestión desde un punto de vista más objetivo, como un mero personaje de la historia y no como narrador.
Lo que se intenta expresar en este fragmento, lo cual supongo que como escritor está bastante conseguido, es esa complicidad que Jessica cree tener con su Daddy, quien en esta época de su vida es algo así como su ángel de la guarda, porque es tal el anhelo que tiene por conocerle y el deseo de que compartan cada momento de su vida, que le hace partícipe del mismo, aunque sea de una manera un tanto fantasiosa, sin perder por ello su sentido común e integridad.
Es una licencia literaria, un juego de la novela, una manera de que el lector empatice con Jessica hasta el punto de que piense y sienta lo mismo que ésta, que Daddy no es alguien irreal, sino un observador de cuanto sucede en el internado, en su vida.
La imagen es un diseño mío, elaborado por un programa de diseño en 3D. El hombre que aparece lo he descargado de internet. Gracias al diseño 3D de los diferentes edificios y lugares en que se desarrolla la novela he conseguido un apoyo visual para dar un poco más de realismo a la misma. Como tal no es tan fácil conseguir imágenes del interior de los edificios y menos aún cuando se trata de edificios reales a los que en la novela he dado una finalidad distinta, como es el caso del internado, que es un lugar inventado, pero la dirección en la que se ubica es real. Por lo cual, aparte de novelista, me veo en la necesidad de ser casi un arquitecto o diseñador de interiores.
La intención de incluir la foto es el blog es, cierto modo, por complicidad con el desarrollo de la novela y con los personajes, pensando que en el supuesto de que Daddy estuviera allí, se tendría que quedar en el pasillo porque ni Ana ni Jessica le permitirán la entrada en el cuarto de baño.
20 de noviembre 2012