La historia de mi vida

¿Qué hay de verdad y qué hay de mentira en una novela?

Supongo que en gran medida depende de la intención de autor, de la época y lugar en que pretenda que se desarrolle la historia, porque si se trata de aventuras en el espacio exterior, entiendo que ha de haber un punto de vista más o menos científico, pero sobre todo mucha fantasía, porque cuanto más lejana sea esa supuesta galaxia menos preciso resulta atenerse las leyes de la Ciencia y de la naturaleza y más libertad se tiene para escribir, para crear un mundo paralelo y ajeno a la realidad que nos rodea, aunque de un modo u otro muchas de esas historias no son más que un reflejo de ésta tan solo que disfrazado para que resulte más difícil de reconocer, porque o se tiene una imaginación fuera de lo común o se termina plasmando en cada palabra, en cada frase lo que el escritor es en sí mismo o lo que de algún modo el gustaría que fuera su ambiente, incluso me atrevería a decir que pretende justo lo contrario y presentar visión completamente opuesta.

Plaza de España en Sevilla. Una secuencia de la película Star War

En mi caso, bueno, en las novelas que escribe Manuel, porque me deja a mí todo el protagonismo como narradora, como su alter ego, en lo que respecta a la novela que ha escrito sobre mí, no aparece por ninguna parte ese mundo lejano y paralelo, no hay como tal una lucha entre héroes y villanos, ni ta siquiera pretende que sea una cautivadora historia romántica de esas en las que chica conoce a chico y se enamora perdidamente, aunque de fondo haya una infinidad de obstáculos que hagan posible ese romance, enfrentamiento entre las familias, intereses ocultos, secreto inconfesables, lo que daría para escribir una novela compuesta por varios libros cada cual más intenso y enrevesado que el anterior, de manera que siempre quedase algo así como un final abierto para alargar aún más la historia, aunque igual se podría tratar de una novela más o menos corta y con un final definido, en la que al final venciera el amor o, por el contrario, se constata ese final trágico en el que son esos obstáculos los que se imponen, lo que convierte la historia en una tragedia romántica y deja al lector con una sensación extraña, con el deseo de que otro final hubiera sido posible, pero que a su vez haría perder valor literario y narrativo a la novela.

Marathon de Boston

“Esperando a mi Daddy” parte de una premisa un tanto alocada y absurda, pero a la que presente dar una sentido de realidad, de verdad. Es la historia de una chica que busca a su padre, pero todo lo que sabe de éste resulta incoherente con esa paternidad, de manera que partiendo de esa premisa se crea todo un conflicto y una alargada línea argumental en la que se van entremezclando otros personajes, algunos sacados de la imaginación de Manuel y otros que tienen como tal una identidad real, a lo que ha conocido en ese proceso de investigación, que se supone debería haber sido previo a escribir la primera palabra, pero que ha ido en paralelo a esa labor creativa, porque dado que se supone que es una novela que contiene un cierto realismo, que se ajusta a la línea espacio-temporal, de tal manera que la primera alusión historia es la Marathon de Boston de 1981, aunque retrotrayéndose en el tiempo en realidad todo parte de la fecha del nacimiento de Daddy, para resaltar esa diferencia de edad, ese primer dato que plantea todas las dudas posibles con respecto a esa paternidad. Es más hay una sutil alusión al intento de golpe del Estado del 23F, (febrero, 1981) como una manera de justificar que mi nacimiento fuera en Medford, en los Estados Unidos y no en España, ante lo que hubieran podido ser nuevas tensiones políticas tras el final de la Dictadura. En realidad esta hipótesis es más una divagación de mi amiga Yuly, al presuponer que detrás de mi nacimiento hay algo turbio. Al final se confirma que no hay nada más lejos de la realidad.

Medford, Massachusetts

¿Por qué Medford, Massachusetts? Buena pregunta, pero yo creo que ni Manuel tiene una respuesta clara. Como ya os he comentado, esa investigación para escribir la novela y la labor creativa han ido en paralelo y según su conveniencia o la ocurrencia del momento. Lo que sí os puedo confesar, aunque no es algo que se haya contado en la novela, mi nombre tiene un sentido, porque la novela partió de una pregunta que este leyó en una entrevista la que se le preguntaba a alguien por la identidad de su padre, aunque no en un sentido tan tergiversado como Manuel refleja en la novela, pero éste en aquellos momentos buscaba ese punto de inspiración y aquello fue la chispa. Buscando dónde ubicar mi historia, surgió Medford, en la costa Este, cerca de Boston, casi como si hubiera lanzado un dardo y dejado que fuera el azar quien lo decidiera. Sin duda alguna, ello ha ayudado a avivar aún más su imaginación, una pequeña población, junto a un rio, al lado de una gran ciudad, un sitio que a él le resultó curioso y desconocido a la vez, en contraste con el sentido y la fuerza que en sí tiene la ciudad de Toledo, de manera que se establecen similitudes y diferencias claras entre ambas, casi como una manera de acercar Toledo a la costa y de llevar Medford al interior del país. Dos lugares tan distantes, pero a la vez con tanto simbolismo dentro de la novela.

Así, teniendo un punto de partida para la novela en cuanto a una fecha y una ubicación, teniendo una premisa o misterio más o menos complicado, ha surgido toda la novela y como es lógico desde aquella Marathon de Boston hasta la fecha en la historia de la Humanidad han habido muchos acontecimientos tanto a nivel local como mundial, lo que da un amplio abanico de opciones para incluirlos como parte de la novela o por el contrario ignorarlos por considerarlos carentes de interés porque no tiene relación con los personajes. Las alusiones a España se hacen por medio de ese aprendizaje del idioma español y por supuesto de las historias que me cuenta mi amiga Yuly, aparte de lo que se cuenta en los libros de texto, en esas páginas que se supone yo me salto porque su lectura y estudio me produce arcadas. El año 1992 fue el año de España con los Juegos Olímpicos en Barcelona y Exposición Universal en Sevilla, ciudades que todo el mundo sabe ubicar en el mapa, junto con Madrid, pero ¿Y Toledo? La ciudad de Vigo se encuentra en el flequillo, como le gusta decir a Yuly.

Juegos olímpicos de Atlanta 1996, en principio, dado que se trata de los Estados Unidos, no debería tener el menor interés para la novela, hay más de 1100 millas de distancia por carretera con Medford y todos los países tuvieron sus éxitos deportivos. Sin embargo, la gracia el chiste no está en cómo consigue Manuel enlazarlo con la novela, que se menciona, sino que se trata de algo que surgió por sí solo, gracias a la canción de “Macarena”, de origen español, convertida casi el himno de los Juegos, con el aliciente de que el entonces presidente de los Estados Unidos tuvo el desparpajo de bailarlo desde la tribuna de autoridades. ¿El mismísimo presidente de los Estados Unidos bailando la “Macarena”? Canción que volvió a bailar durante la campaña electoral de aquel año, para celebrar su reelección. Este personaje hará acto de presencia en la novela en el 2003, porque nuestros caminos se cruzan, aunque sea desde una cierta distancia. Aunque lo divertido es ver como Yuly intenta enseñarme a mí a bailarlo.

Esta imagen es para mostrar la distancia entre las dos poblaciones, no forma parte de la novela

También se alude a los festivales de Eurovisión, en referencia a la participación de los cantantes españoles, ya sabéis “Europe’s living a celebration”, letra que sirve de excusa o argumento para uno de mis diálogos con Yuly, lo que a Manuel le resulta como una escena bastante cómica. Los viajes del Papa, como el de Toronto 2002 o Madrid 2003, a donde Jack se permitió llevar a Luz, en un viaje de peregrinación pocos días antes de los exámenes.

Por descontado se hace mención a los atentados del 11S, (2001) lo que se convierte casi en una aventura de supervivencia por el campus universitario para ponerse a salvo ante el riesgo de que alguno de los aviones caiga sobre nuestras cabezas y nos convierte a Yuly y a mí en un par de chicas asustadizas, como si nuestro campus fuera un lugar de interés estratégico, comercial o político. Aunque en momentos de tensión como aquellos lo cierto es que es normal que no se razone con la suficiente claridad.

Recorrido del Prestige

El hundimiento del Prestige 2002 tampoco nos dejan indiferentes. A Yuly sobre todo porque fue algo que afectó a las costas gallegas. Los atentados del 11M en Madrid (2004), también supuso algo inesperado y repentino que de manera indirecta condicionaba mi futuro viaje a España, ante el posible riesgo de un cierre del aeropuerto, pero para mis amigas fue un gran susto, porque ellas sí tenían muy claro dónde se encuentra Toledo, su proximidad con Madrid, lo que les lleva a temer una desgracia hasta que poco a poco se va clarificando la situación y se desvanece la posibilidad de que Daddy se encuentre entre los afectados      

La realidad supera a la ficción

La conclusión es que a veces tan solo hace falta fijarse en la realidad, saber hacer un poco de ganchillo literario y enlazar acontecimientos que en principio no tienen mucha relación. en este post tan solo se hacen mención a algunos de ellos, La novela es un poco larga y si me permitís que os cuente un secreto, una confidencia, incluso Manuel se sorprende en ocasiones cuando se pone  a releer y descubre que en la novela hay muchos más acontecimientos de los que es capaz de recordar, pero no, mi vida no es la de Forrest Gump, la novela habla de la vida de Jessica Marie Bond, quien según dicen es fruto de la desbordante imaginación de Manuel y a quien recurre para no escribir estos post en primera persona porque está en una fase un poco rara de su labor creativa.

Yo empecé a ser parte de su historia cuando me dejó entrar en su vida literaria.

09. noviembre 2020

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