Merry Christmas and Happy New Year

Luz McPherson es un personaje de la novela «Esperando a mi Daddy»

December 25, 2020

Steubenville, OH.

Merry Christmas and Happy and New Year.

Hola, ¿Cómo estáis?

Espero que todos bien. Por aquí no hay nada reseñable que contar desde la última vez que hablamos. Como te podrás imaginar mis padre está encantado con eso de que una de sus hijas pase en casa más de dos días seguidos porque desde que nos fuimos a la universidad asegura que se nos ve mucho el pelo por casa y aun se acuerda de la que armó Sharon el primer año, pero casi mejor que no se lo recordemos, aunque en el fondo creo que está encantado y orgulloso de las dos, porque no hay perdido dos hijas, dado que nos hemos unido más como familia y dejado atrás nuestras pesadillas del pasado. De todos modos, ya conoces a mi padre, es un poco cascarrabias y sigue algo enfadado con el resto del mundo, pero hemos conseguido reblandecerle un poco el corazón. Como ya te explicamos en su momento, desde el día en que Jack consiguió entrar en casa la primera vez las dos nos convencimos de que nuestros esfuerzos por resolver los problemas familiares iban por buen camino. Conocemos a nuestro padre y sabíamos que su modo de pensar no tenía sentido porque para nosotras lo perdió en cuanto salimos de casa y nos relacionamos un poco más con la gente.

La cuestión es que, como te dije, el confinamiento por el Covid me sorprendió aquí y ya no me he querido mover por no dejarle solo no sea que le pase algo. Mi padre está encantado con que haya vuelto a ocupar mi dormitorio. Entiendo que los días se le hacen muy largos desde que vive solo, porque no nos hace caso ni a Sharon ni a mí, ya que se podría venir con cualquiera de las dos, porque tiene sitio en ambas casa y estaríamos encantadas en acogerle el tiempo que se quiera quedar. Sin embargo, aun no le hemos convencido, porque para él eso sería como darnos la razón y el sigue siendo un hombre de principios. Entiendo que se sienta atado al recuerdo de nuestra madre, pero nosotras tampoco nos hemos olvidado de ésta, tan solo hemos seguido con nuestras vidas, que fue lo que ella hubiera querido y por lo que nos mandaron a la universidad.

Jack lleva esta separación con bastante resignación, pero, como dice Sharon, “no se puede tener todo en esta vida”. La verdad es que hablo con él casi todos los días y tampoco es que haya dejado mi trabajo, puedo seguir trabajando desde casa porque me traje el portátil y en todo caso le hubiera pedido que me lo mandase, aunque siendo Jack como es, habría sido capaz de traérmelo en persona. Ya le conoces, si no hace alguna de sus locuras de vez en cuando, no sería “Jack Cátcher”. Pero, como se contagió, se tuvo que quedar en casa y esta separación temporal ha evitado que nos contagiemos los demás. Por lo cual al final no ha sido tan mala idea que viniera a hacerle esa visita de fin de semana a mi padre. Mi hermana te diría que en cuanto un Catcher enferma la economía mundial entra en crisis, pero esta vez no creo que sea responsabilidad de ninguno de ellos.

Sharon sigue en Miami, con nuestro tío Bob. Le hubiera gustado venir a casa por Navidad, pero se lo hemos desaconsejado, aunque sabemos que está bien, pero, como lo que a ella le sigue gustando hablar, será difícil que sea capaz de estarse callada durante el tiempo que dure el vuelo. Ya tendremos ocasión de reunirnos cuando las circunstancias mejoren. Es más, me ha contado que se siente un poco incomoda con la mascarilla, no le hace juego con el bikini, pero la verdad es que, con todo el trabajo que tiene, le queda poco para acercarse a la playa, aunque se siente una afortunada por disfrutar de tantos días de sol, por la diferencia con el clima de Steubenville. Lo importante es que se cuide y no haga ninguna tontería. No ha de ser ella quien rescate al mundo, porque después ya sabe lo que pasa y no siempre va a tener la misma suerte. Esto nos supera a todos. Por suerte nuestro tío Bob es bastante sensato y de vez en cuando le tiene que decir eso de “Shut up” para darle un toque de atención. De todos modos, Sharon me ha asegurado que se entienden bastante bien, que no se arrepiente de la decisión de trabajar en la tienda.

De Pete no puedo contarte mucho, pero por lo que Jack me cuenta, dado que entre ellos hablan bastante, todo le va bien. No se ha visto afectado por el Covid, lo único es que ha tenido que reducir sus entrenamientos y sobre todo que por causa de que se cancelan todos los maratones, lleva todo este tiempo sin competir. De todos modos, trabajo como Biólogo no le falta, porque ya sabe que basta con que descuelgue el teléfono para que Jack le involucre en alguno de sus planes, porque el mundo no se ha parado y ya sabes que Jack tampoco se sabe estar quieto, aunque en alguna ocasión debería, porque se trata del futuro de la empresa y a mí no me convence demasiado su alegato de que mientras yo sea feliz no hay razón para preocuparse.

Ana sigue recorriendo el país en busca de niñas desamparadas a las que buscar una familia de acogida y familias adoptantes a las que encontrarles una hija. Desde que cerró en internado anda de un lado para otro y no siempre es fácil de localizar, pero supongo que sigues en contacto con ella, por lo que estarás mejor informada al respecto. Si tienes ocasión de hablar con ella ya me contarás.

Como diría mi hermana, el pobre David aún está a la espera de que le nombren cardenal y sea nombrado el nuevo Papa. La verdad es que nunca ha sido ambicioso en ese sentido y está a gusto allá donde le manden.

¿Sabes algo de tu amiga Yuly? Cuando hables con ella, dale recuerdos de nuestra parte ¿Dónde le ha sorprendido el Covid? Por lo que sé, en España os confinaron a principios de marzo, por lo que no sé qué ha pasado con ella, sobre todo, si como escuché, se cerraron los aeropuertos. Espero que esté bien. Por aquí el panorama esta bastante peor, pero yo no me atrevo a culpar a nadie, porque tan relevante es la salud como la economía. ¿Sabes si ella ya se ha establecido en Vigo, en la empresa de la familia? Supongo que debido a las restricciones de movilidad no debe ser fácil que os veáis.

¿Vosotros cómo estáis? ¿Daddy sigue siendo tan maravilloso como te lo imaginabas antes de conocerle? Yo me reitero en lo que ya te he comentado en alguna ocasión por las veces que hemos ido de visita. Parece un buen “dad” y que os entendéis bastante bien, aunque aún no te haya conseguido convencer para que hables español con un poco más de soltura, aunque por lo que he visto que publicas en el blog y te defiendes bastante bien.

A las gemelas ya hace algunos años que no las veo, por lo que imagino que habrán dejado de ser ese par de revoltosas que podían al límite la paciencia de cualquiera. Ya deben ser un par de chicas responsables. En el fondo, de pequeñas eran un encanto y supongo que tan solo pretendían llamar la atención porque se sentían un tanto rechazadas por todo el mundo. Para ellas fue un sueño hecho realidad que Daddy y tú les ofrecierais un hogar estable y a vosotros también os vino bien para ganar en estabilidad familiar. ¿Os habéis podido juntar estos días? Cuando pasen por casa o hables con ellas diles que pueden venir a verme siempre que quieran, que no hace falta que se esperen a que Daddy deje de quererles para que salgan de Toledo ni de España, lo mismo te digo a ti. Entiendo que por parte de mi hermana la oferta es la misma. América os echa de menos a las tres.

Bueno, me despido porque por aquí también tengo a mis fieras y mi padre no sé si tiene tanta paciencia, aunque en cuanto está más de dos días sin saber nada de nosotros, le falta tiempo para coger el teléfono y preguntar cuándo pensamos volver de visita. Esta vez, cuando nos marchemos es posible que se espere un poco más, pero de momento estamos por aquí una temporada. La vida en Steubenville es mucho más tranquila y segura que New York. Para Jack no sé qué será mejor, si haberse contagiado del Covid o tener que ejercer de padre después de esta larga ausencia.

Os deseamos un feliz 2021 y que nos podamos ver pronto.

Wishing you warmth and good cheer

Your friend Luz McPherson.

27. diciembre 2020

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