I was born in one night

Comienzo de Esperando a mi Daddy, Waiting for my Daddy (Enlace)

La historia de Jessica Marie Bond

Tuesday, April 21th, 1981

I was born in a cloudy day in late April, a Tuesday, after Patriot’s Day, a holiday marked by the rains and religious celebrations of the previous weekend, so that night the Lawrence Memorial Hospital, in 101 Main St Medford, they were still in minimal services and with the hangover of the party, nobody would expect that to happen, a circumstance that took advantage of who devised my abandonment, who did that cruelty with me, since there is no record of the exact time or place of my birth and, if so, the morning of my discovery is taken as the most approximate date. In any case, much heroism and patriotism did not prove, whether they were able to abandon a newborn in those circumstances. They showed the great delicacy and care for my well-being and integrity but left no clue about my true origins or my identity, other than the fact that I was the daughter of a father too young to be a father and a mother who did not want to be identified.

Cartel de la Maratón de Boston de 1981

¡Ya me he vuelto medio loca y me he puesto a hablar en inglés! Aunque mejor que no se lo digáis a Daddy no sea que se enfade conmigo. Y tampoco seáis muy escrupulosos con el texto o la traducción porque Daddy tampoco es un bilingüe angloparlante tan experto, pero interés le pone y a clase ha acudido con interés, no como hacía yo con las clases de Spanish. Tan solo Mr. Bacon se acuerda de mi cara, porque los demás profesores no me han visto el pelo. Y porque Ana se empeñó en que acudiera a clase, que, si no, me hubiera decantado por otra Foreing language en 9th Grade, en el Medford High School.

La idea de Daddy con la traducción de la novela o, más bien, de mi diario, no es tanto la de escribir dos versiones de la misma historia, porque tan solo se trata de mi historia, sino de evidenciar mis dificultades con el idioma, poner de manifiesto mi esfuerzo por aprender, por esforzarme en comunicarme con él, porque yo he sido bastante cabezota con el Spanish. En todo caso, algo de diferente debía tener esta novela con respecto a «Silencio en tus labios», dado que en «Esperando a mi Daddy» durante más la mitad de la novela, tan solo estamos yo y la gente de mi entorno. Si aparece algún hispanohablante es por culpa de Yuly. Por supuesto Daddy también parece por ahí de manera indirecta, porque de otro modo Ana no hubiera conseguido que se fomentase mi curiosidad por encontrarle, por descubrir algo sobre Toledo y, hasta cierto punto, sobre mí misma. Pero no quiero presumir de nada de ello porque esa curiosidad de saciaba a hurtadillas cuando se suponía que estudiaba en mi dormitorio.

La cuestión es que yo tenía que nacer, que tan relevante es la fecha como el lugar, porque ello iba a marcar de algún modo todo el devenir de mi vida. La fecha no está escogida al azar, porque es la que da o deja sin sentido a la hipótesis sobre la que se asienta toda la novela y me atrevo a asegurar que el lugar también fue minuciosamente escogido, pero como se dice en la novela, sobre esa cuestión en particular tampoco hay muchos datos. Alguien me dejo en aquella cuna del hospital y tan solo dejó conmigo esa nota anónima con los datos de Daddy, no se sabe si con idea de que me llevasen con él o con la intención de general tan confusión que en el hospital no supieran qué hacer conmigo y, como es lógico, así acabó siendo mi infancia, adolescencia y época en la universidad. Tan falsos podían ser esos datos como ciertos, poner en duda cualquiera de ellos era dudar de todos.

Daddy para escribir a veces se pasa de rebuscado y a no él valía con que yo hubiera sido un bebé normal o al menos que se supiera algo de la identidad de mi madre o de las razones por las cuales sus datos debían constar en esa nota escrita a máquina. ¡Cómo se trata de mí, que me suelten donde sea y se ocupen otros de averiguar quién soy! ¡Qué poca delicadeza demuestra! ¡Hombres! o más bien pretendidos escritores con ganas de escribir una novela que no se conforman con algo un poco más sencillo.

En tal caso era normal que mis llantos de esos primeros días resultasen lo bastante fuertes como para que tuvieran que estar pendientes de mí, aunque sorprende que la noche en que me abandonaron nadie se percatase de mi llegada, nadie escuchase un solo gemido que hubiera delatado a los responsables. lo único que les puedo pudo agradecer a éstos en que me abandonasen en el hospital, porque de igual modo me hubieran podido dejar en cualquier sitio. Sin embargo, está claro que querían que em encontrasen o más bien que ese papel con los datos de Daddy no se perdiera, de lo contrario no hubiera habido novela y yo hubiera acabado como un «unknown baby» de verdad. Así, al menos, la novela tiene un sentido, un misterio que desvelar: ¿Quién es Daddy? ¿Quién soy yo? ¿Son ciertos esos datos? ¿Sabrá Daddy que he nacido? ¿Vendrá algún día a buscarme? El misterio comienza en la cuna de ese hospital y no se resuelve hasta muchos años después. Pero ¿Y si resulta que los datos son erróneos? ¿Qué Daddy existe de verdad, pero no es mi verdadero padre?

Ésta es una novela en la que tras las primeras páginas ya sepas que el asesino es el mayordomo y se pierda el interés, porque no es una novela de misterio al uso. No hay asesinatos, y eso de la intriga lo cierto es que es un tanto relativo, porque mi empeño está en que Daddy venga a por mí, que haya alguna pista de sus existencia y de que éste sabe de a mía. Todo lo demás me es indiferente. MIentras eso no se aclare, yo sigo con mi vida, como una niña un tanto revoltosa, introvertida que hace cualquier cosa por llamar la atención, aunque, por otro lado, prefería pasar inadvertida para que a nadie se le pase por la cabeza adoptarla ni tomarla en acogimiento. Si no es con Daddy, yo no voy a ninguna parte, casi ni que sepan que existo, lo que con los profesores de Spanish fue fácil porque no me vieron el pelo por clase y si alguna vez aparecía por allí, era porque no me dejaban otra opción, pero como que no. ¡Bendita la paciencia de Ana que consiguió domesticar a esa niña indomable!

Cuando yo llegué al internado, a los pocos días de nacer, Ana aún no trabajaba allí, de lo contrario, creo que ni hubiera consentido ni un tercio de mis locuras infantiles. Se hubiera tomado mucho más en serio el hecho de que yo era una niña traumatizada porque mis padres me habían abandonado y no sabía quién era en realidad, aparte de otros problemas atribuibles, más bien, a la genética o a las consecuencias de esa vida no tan ordenada como me pretendían imponer las cuidadoras.

Daddy tambien nació

¿Resulta resulta interesante el planteamiento de la novela? Al principio empieza como una especie de diario, porque los bebés no escriben y tampoco razonan con demasiada lógica. La excusa perfecta que Daddy se busca para aludir a sus inicios en esto de la escritura. Aunque, según él, lo hace desde su más tierna infancia. La cuestión es que es en detalles como este cuando empieza a no haber tanta distancia entre su biografía la mía. Cuestión de genes, supongo, aunque yo no descubriera el gusto la escritura y prefiriera vivir mis propias aventuras en la vida real.

Por supuesto, por lo que sé al respecto, el nacimiento de Daddy en poco o nada se asemeja al mío, pero si duda esa fecha es importante para el desarrollo de la novela aunque su suerte es que él sí ha disfrutado de una infancia y adolescencia feliz y normal, por lo cual no ha tenido traumas ni frustraciones en ese sentido, ni tan siquiera ha padecido esa falta de cariño. Por lo cual contraste que conmigo se haya permitido esa libertad creativa para contar mi historia. En todo caso, como ya sabemos en qué época se su vida se planteó que sobre mí se podía generar toda esta historia, esta novela, hasta cierto punto se entiende.

Cuando yo pensaba en cómo sería él, la verdad es que mis planteamientos eran muy optimistas. Lo único que no me encajaba era todo eso que se suponía le relacionaba conmigo, dado que, bien pensado, carece de sentido, pero no seré yo quien lo juzgue, dado que gracias a ese sinsentido se ha elaborado toda la trama de la novela.

En todo caso, aunque sea en parte, ya os iré relatando mis inicios y buscaré la manera de hilar todo lo que con respecto a la novela, a mis amigos y a mí se ha publicado en el blog, que cuando Daddy se pone a escribir tiene cuerda para rato.

Como siempre me gusta aclarar, en mi entorno la gente le llama «Daddy», pero vosotros podéis llamarle por su nombre. En todo caso, la novela se llama «Esperando a Daddy» por lo cual está justificado que me refiera a él bajo ese apelativo.

Fotomontaje de mi adolescencia

Anuncio publicitario