Agua de la Virgen

Esperando a mi Daddy

Lista de lo visitado hasta ahora: (ver lista en pagina aparte)

Introducción

Al final de la entrada comento sobre alguna de las imágenes de la Virgen que hay en la catedral

Ya comenté en la entrada (Que suene la campana gorda) la anécdota u ocurrencia que tuve con respecto los botijos de la catedral. De manera que, al tratarse de un pasaje de la novela, entiendo que he de darle su debida relevancia, aparte de que sea una tradición de la ciudad de Toledo relacionada con la catedral y sus fiestas locales.

Primero he de aclarar que la visita de los amigos de Jessica se debe, encuadra y justifica por la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid. No es como tal una visita de cortesía porque de pronto se les haya ocurrido venir a hacerle una visita a Jessica y a Daddy. En realidad, Jessica en estas fecha se encuentra en Boston por trabajo, de manera que es Daddy quien ha de ejercer de anfitrión junto con las gemelas.

La Custodia saldrá de Toledo en 2011 con motivo de la visita del Papa

La Custodia de Arfe saldrá de la ciudad de Toledo el año que viene por cuarta vez en su historia, con motivo de la visita a España de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud a la que asistirán millones de jóvenes de todo el mundo.

Fuentes del Comité Organizador de dichas jornadas han confirmado a ABC que, efectivamente, la venerada joya de orfebrería religiosa que desfila en la procesión del Corpus toledano será trasladada el 20 de agosto de 2011 desde la catedral primada a Cuatro Vientos, en Madrid, donde se expondrá el Santísimo Sacramento. Durante el multitudinario acto religioso, el Papa rezará ante la Custodia de Arfe y utilizará su viril para bendecir a los presentes.

ABC Toledo 28/06/2010

Novela

Los amigos vienen al encuentro con el Papa y esa ha de ser su prioridad, aunque, si se han tomado estos días de vacaciones, como excusa para venir a España de turismo, Jessica ya les dijo en su momento que nos tuvieran en cuenta, que nuestra casa siempre está abierta para ellos y, de momento, tenemos sitio. La buhardilla está libre y supongo que, en caso de que hiciera falta un dormitorio, en ausencia de Jessica, su cama está libre y sería fácil organizarse.

13 de agosto 2011.

 Al sentir el claxon del coche, me asomo por la ventana de la cocina para ver lo que ocurre en la calle y lo que descubro es que frente al chalé hay un coche detenido y del que han descendido cuatro personas, tres mujeres y un hombre, éste por la puerta del conductor. Por lo cual la deducción lógica es que se trata de los amigos de Jessica, que tal como Yuly le aseguró por teléfono han sido capaces de llegar hasta la puerta sin necesidad de que les hiciera más indicaciones, aunque tal vez han tardado un poco más de lo esperado, porque desde el parque hasta aquí, si han venido por donde les dije, en coche no se tarda más de cinco o seis minutos y ellos han tardado casi un cuarto de hora.

13 de agoto 2011, 10:00 AM

Noticias del 2008

El agua de los botijos, en la Puerta del Reloj

El deán Juan Sánchez recordó ayer que este año, con motivo de las obras que se están realizando en el claustro de la Catedral primada, el agua de los botijos se beberá el próximo viernes, día de la Virgen del Sagrario, en la puerta del reloj. Como informó ABC hace unos días la entrada al templo primado se realizará por la Puerta Llana.

ABC Toledo 12/08/2008

La Puerta del Reloj fue escenario de la multitudinaria ceremonia de los botijos

TOLEDO. Aunque en diferente lugar que otros años, durante toda la mañana de ayer los fieles toledanos volvieron a beber del agua de los botijos de la Virgen, renovación de la tradición de la que fue testigo la Puerta del Reloj de la catedral. La escena, vista desde las Cuatro Calles, resultaba impresionante.

En familia o rodeados de amigos, vecinos de la ciudad y muchos visitantes acudieron a la llamada de una ceremonia que nunca cae en el olvido y que sirve para enaltecer aún más si cabe la impronta de la patrona de Toledo, la tan venerada Virgen del Sagrario. Unos botijos que todos los años, desde hace siglos, el Cabildo primado pone a disposición de los fieles para que sacien su sed de agua del aljibe de la catedral, cuyos claustros ayer no pudieron cobijar esta tradición al encontrarse en obras.

La Misa Pontifical, oficiada por el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, tuvo una duración de una hora y cuarto. Al finalizar la eucaristía, los fieles que abarrotaban el templo se agolparon junto a las paredes de la catedral para ver pasar la procesión en honor a la Virgen del Sagrario.

Mientras tanto, centenares de toledanos se congregaban en la Puerta del Reloj para probar el agua del aljibe aupando los botijos. Cuando concluyó la misa, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, y el cardenal primado, Antonio Cañizares, acompañados de diversas autoridades políticas y religiosas, se sumaron a los ciudadanos en el lugar.

Debido a que ayer sólo hubo una única vía de acceso a a la catedral, la Puerta Llana, tras la misa pontifical hubo problemas para entrar y salir del templo, donde se agolpaban los fieles. A ellos se sumaron los turistas extranjeros que en ese momento se encontraban visitando Toledo, y que no tenían conocimiento de esta celebración, además de los españoles procedentes de otras localidades que aprovecharon la fiesta, de carácter nacional, para pasar el día en la ciudad.

ABC Toledo 16/08/2008

Noticias del 2011

Cientos de toledanos y visitantes se han acercado este lunes a beber agua en botijos procedente de los pozos de la Catedral de Toledo, que tiene fama de milagrosa, siguiendo una tradición que parte del siglo XVII y se repite anualmente cada 15 de agosto, con motivo de la festividad de la Virgen del Sagrario. Entre las personas que han acudido a las inmediaciones del templo a beber el agua, había muchos jóvenes que están pasando estos días en Toledo antes de partir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra a partir de mañana en Madrid. También han cumplido con la tradición el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez y el alcalde toledano, Emiliano García-Page, entre otras autoridades civiles y eclesiásticas, al término de la misa que se ha celebrado en la Catedral en honor de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad.

ABC Sevilla 16/08/2011

Tradición de beber agua

Desde el año 2015 esta tradición vuelve a hacerse en el claustro de la Catedral, tras llevar varios años haciéndose en el exterior, en la puerta del Reloj. 

En el claustro de la Catedral de Toledo desde hace siglos, cada 15 de Agosto, miles de personas guardan turno para poder beber de los botijos preparados para tal ocasión. Unos botijos llenados con el agua de las cisternas de la Catedral y con los que podremos pedir un deseo a la Virgen al mismo tiempo que nos refrescamos.

Es tradición toledana que en la Catedral Primada, bajo sus altos muros y suelos transcurren recios torrentes de agua… Se puede asegurar cómo en casas construidas alrededor de este sagrado recinto, a pocos metros en sus sótanos transcurren estos mismos torrentes, incluso en edificios levantados a mayor altura que la Catedral.

Conoce una de las tradiciones más importantes de Toledo. 15 de agosto, el día en el que los toledanos beben de botijos en la Catedral. 

En el claustro catedralicio, rodeado por anchos pasillos decorados por las manos de Balleu y Maella, existen unos pozos o cisternas que recogen las aguas de lluvia de todos los tejados que allí van a parar pertenecientes a la Primada.

Las aguas de estos pozos son dadas al público gratuitamente el día y víspera de Nuestra Señora del Sagrario, patrona de Toledo (fiesta de la Asunción, el 15 de agosto), en parte para aliviar el calor que -generalmente apagado por el frescor de los anchos muros de la Catedral-, es intenso en estas fechas.

Esta tradición parte del siglo XVII, cuando finalizadas las obras de la Capilla de la Virgen del Sagrario se realizaron ocho días de fiestas en acción de gracias, y habiendo acudido numerosas gentes de los pueblos de alrededor, era tal el calor intenso que numerosos fieles abandonaban la catedral para refugiarse en lugares más frescos –si cabe-. Ante tal problema, las autoridades eclesiásticas de la época ordenaron la construcción de tarimas para distribuir jarras rebosantes de aguas cristalinas provenientes de los mencionados pozos.

Pero si en algún lugar de nuestra geografía son celebrados los botijos en agosto, justo cuando más arrecia el calor, es en Toledo. El próximo día 15 será la jornada grande de las fiestas en honor a la patrona de la ciudad, la Virgen del Sagrario, y tendrá lugar una curiosa costumbre que se remonta a finales del siglo XVII: la de beber en botijo agua de los aljibes subterráneos de la catedral toledana. Cuenta la historia que cuando se acabaron las obras de la capilla de la Virgen del Sagrario, allá hace casi 400 años, los fieles de Toledo y alrededores se congregaron en la Catedral Primada para admirar la obra y rezar. Eran tantos y hacía tal calor que las autoridades eclesiásticas ordenaron dar de beber a la gente el agua fresca que se almacenaba en varios pozos bajo el templo. Esos aljibes, que siguen existiendo y de donde se sigue sacando agua cada 15 de agosto, fueron construidos en el siglo XI para recoger agua de lluvia y abastecer con ella las fuentes de la mezquita que estuve emplazada en el mismo lugar en que hoy en día se levanta la catedral toledana

Bebiendo del botijo
Los botijos pasan de unos a otros
Manera correcta de coger y beber del botijo

Novela, 15 de agosto, 2011

11:00 AM. Plaza de las cuatro calles

Desde casa de mis padres hasta aquí hemos subido a pie, por las escaleras mecánicas, dado que me ha parecido el camino más corto. La opción de haber subido en autobús hasta la plaza de Zocodover y venir desde allí quizá hubiera sido la más cómoda, pero la idea era llegar aquí cuanto antes y es lo que hemos conseguido, aunque me temo que ninguno de ellos está muy interesado en la misa solemne, lo que hasta cierto punto comprendo porque la misa de esta tarde ya será lo bastante solemne, pero en un ambiente un poco distendido porque será al aire libre. El subir hasta aquí se debe a la curiosidad por saber en qué consiste la tradición de los botijos, algo que las gemelas ya conocen de años anteriores, pero que a los demás les resulta un tanto peculiar, eso de que se dé a beber agua y sea parte de la festividad y típico de este día. Tal vez lo de la misa solemne tenga todo el sentido, incluso que sea en la catedral.

Yuly: Sí, me parece que estamos todos. – Me contesta.

Daddy: Me temo que habrá que entrar a la catedral por la Puerta Llana, pero es probable que hayan cerrado el paso hasta que concluya la misa. – Les comento. – Lo de los botijos es aquí, en el callejón, delante de la puerta del reloj.

Yuly: ¡No sé cómo vamos a pasar con tanta gente! – Exclama con cierta impotencia.

Sharon: Let’s put to test the charms of Jack. – Propone.

Yuly: This is Europe, and it isn’t America! – Replica. – Jack is nobody here. – Asegura.

Becky: If we ask it to Daddy, we may die of thirst or maybe he gets one empty botijo for us. – Se atreve a decir e intervenir en la conversación. – There are too many people and Daddy is not so persuasive.

Yuly: If Jessica was here, without hesitation, she will ask Daddy. – Afirma convencida. – Daddy is the best for her. Addition, we are in Toledo, he can take advantage.

Milly: Two should go! Let’s watch which personality is more attractive. – Propone.

Sharon: Sí, eso, que vayan los dos. – Responde y apoya la sugerencia de Milly. – Let’s check, if the personality of Jack is so attractive as he is presumed it or if we must phone Jessica to tell her how wonderful her Daddy is.

Yuly: I know them more or less, but I would say that we will get more possibilities with Jack.

Sharon: They must try it! – Se reafirma. – Daddy take advantage because he knows the environment and language.

Daddy: ¿No os decidís? – Les pregunto contrariado porque las veo muy distraídas con la conversación. – Si queremos beber agua, tendremos que acercarnos más.

Yuly: Hay mucha gente y barullo. – Me responde. – Acercaos Jack o tú y sacadnos un botijo. – Me pide.

Daddy: Lo intentaré. – Le contesto porque les veo acobardadas e indecisas por la multitud. – Sería más fácil, si nos acercáramos hasta la puerta, después podemos salir por el otro callejón.

Yuly: Os esperamos aquí. – Me dice muy segura. – Te cuidaremos a tus princesas para que no se pierdan.

Otros años me he metido en el barullo con todos, Jessica y las gemelas me han seguido y no habría tanta gente. Sin embargo, en esta ocasión, ya sea porque hay mucha más gente o porque unas y otras se contagian su inseguridad o sentimiento de prudencia, la cuestión es que me dejan a mí toda la responsabilidad lo que es una expectativa que no me resulta muy motivadora. Tampoco es que lo considere un objetivo imposible, pero el hecho de conseguir un botijo es tan complicado como parece, aunque en ocasiones resulte bastante sencillo porque éstos van de mano en mano, de grupo en grupo y no se llevan a rellenar hasta que se están vacíos. Para mi grupo en esta ocasión entiendo que he de conseguirles un botijo lo más lleno posible, que tendré más posibilidades, si me acerco hasta la mesa donde los rellenan y reparten, en vez de esperar a conseguirlo de la gente. Cuando he subido con mis padres nos encontrábamos con la tesitura de conseguir un par de ellos para que hubiera agua para todos, lo que en esta ocasión me parece un tanto inapropiado, sobre todo si he de sacarlos a la plaza.

Presionado por la situación y ante la evidencia de que no me dejan alternativa prefiero confiar en que dejo a las chicas en buena compañía y me adentro entre la multitud a la paz que Jack se decide a seguir mis pasos, que parece hacer aceptado lo que me ha parecido una prueba, una competición que de antemano yo doy por pérdida, aunque cuento con la ventaja de que me encuentro en mi ciudad y en un ambiente que se supone conozco, pero al igual que Jack me siento rodeado de gente extraña. En último caso mi ventaja tal vez sea el idioma, pero ello no sirve de mucho cuando se trata de hacerme con alguno de los botijos que pasan de mano en mano, en mi caso la intención es la de sacarlo a la plaza, cuando lo normal es que la gente se quede cerca de las mesas, sobre todo porque no tiene nada de particular que me hagan entrega de un botijo vacío, que es una manera de quitarse de encima la responsabilidad de devolverlo a la mesa para que lo rellenen. He de conseguir un botijo con agua suficiente para los ocho, al menos para mis tres chicas y para mí, si me confío en que Jack tendrá más suerte.

15 de agosto de 2014
15 de agosto 2014

11:20 AM

Regreso a la plaza para reunirme con el grupo trayendo conmigo uno de los botijos y me encuentro con que Jack se me ha adelantado, aunque por la expresión de las chicas éste no ha conseguido el éxito que se le presupone, que en esta ocasión no le ha servido de mucho su personalidad para conseguir un botijo lo bastante lleno porque en este ambiente se impone la astucia, la rapidez y saber tener un poco de paciencia para aprovechar la oportunidad. Por mi parte prefiero no hacer mención de las ocasiones en que he creído que me haría con uno de los botijos y cómo he visto que había quien se me adelantaba e incluso que quien lo portaba me daba a entender que ya se encontraba vacío, pero prefería devolverlo a la mesa. De todos modos, al final he tenido suerte. Tampoco es que salga del barullo con un botijo lleno a rebosar, pero tengo la impresión de que contiene agua suficiente como para que los ocho nos mojemos los labios, aunque hay que descartar que ello se convierta en una prueba por comprobar quién es más habilidoso, porque la gracia provocará que haya quien se reciba el botijo vacío.

Daddy: ¿Ya habéis bebido? – Pregunto antes de ponerme en evidencia.

Sharon: Sí, ya hemos bebido. – Me contesta. – Nos llevamos el botijo como recuerdo. – Añade.

La cara de incredulidad y asombro que se me provocan sus palabras no es para menos, dado que mi conocimiento al respecto es que los botijos son propiedad de la catedral y no algo que la gente se pueda llevar sin más, aunque haya quien se aproveche del barullo para lo que sería un pequeño hurto. Mi intención al coger el botijo es devolverlo en cuanto todos hayamos bebido, no que se lo queden como un trofeo, incluso debo admitir que me remuerde un poco la conciencia haberlo traído a la plaza, porque si se trata tan solo de beber agua, hay quien trae botellas vacías. De hecho, dado que se supone que ellos cuatro son peregrinos su actitud en este sentido no parece que resulte muy coherente con lo que representan, no los consideraría un ejemplo a seguir por mis chicas, de quienes espero un poco de cordura y coherencia en sus vidas, aparte de que me preocupa la impresión que Bella se lleve de todo esto porque todo es nuevo para ella y tengo la sensación de que es una chica un tanto impresionable, aparte de que aún se sienta fuera de lugar dado que tampoco lleva tanto tiempo entre nosotros y está afectada por la ausencia de Jessica.

Daddy: Los botijos se devuelven. – Le indico y espero que me entienda, aunque le hable en español. – Son propiedad de la catedral y se guardan de un año para otro.

Becky: Jack ha conseguido uno que estaba un poco roto. – Me explica. – Según nos ha contado, ha preguntado qué iban a hacer con él y cuando le han dicho que tirarlo a la basura, se ha ofrecido a dar un donativo para quedárselo y se lo han aceptado. – Me explica. – ¡Quizá a partir de ahora la catedral sea de su propiedad, porque sus donativos suelen ser bastante generosos! – Añade.

Daddy: No tiene nada de particular que se rompa alguno de los botijos. Como pasan de mano en mano y no todo el mundo sabe cómo manejarlo, es normal que se caigan al suelo. – Le comento.

Becky: Jack ha querido quedárselo de recuerdo. – Me insiste. – Ha dicho algo sobre que era un regalo para su madre.

Daddy: Si quiere comprarle uno a su madre, sé dónde conseguírselo. – Le digo a Becky con idea de que traduzca.

Becky: Se lo quiere regalar roto. – Me responde sin más explicaciones. – Además, ha dicho algo sobre que, si procede de la catedral, tendrá mucho más sentido y valor para ella.

Daddy: Entonces ¿No queréis agua del botijo que yo he traído? – Pregunto contrariado.

Milly: Yo me he quedado con sed. – Me indica.

Daddy: Bebe tu primero. – Le respondo y ofrezco a Milly.

11:30 AM

Capilla de la Virgen del Sagrario

La arquitectura de la Capilla de la Virgen del Sagrario pertenece al estilo greco-romano. Es muy antigua, pero la restauró el Cardenal Sandoval y Rojas, cuyas cenizas están sepultadas a la izquierda del altar.
En esta Capilla se venera con extraordinaria devoción, la Virgen antes llamada Santa María y adorada ahora con el nombre de Santísima Virgen del Sagrario (siglo XIII)

Al salir de esta Capilla, observaremos, en una de las losas funerarias a una modestísima inscripción; “Aquí yace polvo, ceniza y nada”. Es la sepultura del cardenal Portocarrero (1709) casi a los pies de la pomposa del Cardenal Mendoza. Es la humildad extremada, al pie de la pompa, llena de lujos…meditemos.

Leyenda El Agua de la Virgen

Referida a esta tradición existe también su propio mito o leyenda, que nos cuenta cómo hace siglos, gentes venidas de todos los pueblos de alrededor, formando un gran tumulto en esta conmemoración de la Patrona toledana, asistían a los ritos festivos y religiosos. Terminada la fiesta de la tarde, la multitud comenzó a desfilar lentamente fuera de la catedral, incrementando de forma notable la sensación de calor asfixiante propio de un 15 de agosto. El hijo único de uno de los asistentes a tal acto, sufrió un repentino desvanecimiento por tales calores y apreturas, creyendo todos los que le vieron que había muerto por tal y como quedó. Corrieron algunos de los que allí estaban a por el agua de los pozos de la catedral, que fue arrojada de forma repentina sobre el muchacho, el cual recobró el aspecto habitual de forma inmediata. El pueblo, muy dado a achacar este tipo de sucesos a la mano divina, “atribuyó el resultado a la pronta aplicación del agua, que llamaron de la Virgen, por esta causa, y por distribuirlo en la festividad mencionada”.

La Virgen rescatada del pozo

Hay también otra leyenda, más conocida por los toledanos, que cuenta cómo la imagen de la Virgen del Sagrario, durante la reconquista de la ciudad por Alfonso VI en el 1085, fue rescatada del pozo del claustro donde allí fue escondida para protegerla de la invasión musulmana (proveniente de la anterior iglesia visigoda que en este mismo lugar se levantaba) y a partir de aquel momento estas aguas han recreado numerosos milagros y curaciones para aquél que la consume.

Los botijos y el agua de Toledo

Virgen del Sagrario

Es fama que perteneció a los Apóstoles y fue traída a Toledo por San Eugenio.
Se dice también que esta venerada imagen data del tiempo de los godos, que la ocultaron para evitar que fuese profanada por los moros, estando enterrada más de tres siglos, hasta que, al reconquistar Alfonso VI a Toledo, fue solemnemente restituida al culto cristiano.
Es casi toda ella de plata, y su mano está cuajado de perlas. Pero no se la venera por su valor material, sino por el divino encanto de su representación y de su poder milagrosos, que invita dulcemente al visitante a postrarse de rodillas y a rezar una Salve.

Cada 15 de agosto se la viste con los mejores mantos y corona y se la puede contemplar sin Niño. Rara vez sale a la calle

La festividad de la Asunción de la Virgen

Virgen del Sagrario de Toledo

En la catedral Primada, las celebraciones comienzan ocho días antes del Día de la Virgen con el llamado Octavario en honor a su Patrona. Y para la organización de todos los actos, desde 1924, el cabildo cuenta con el apoyo de una asociación de laicos que procesan especial devoción a la Patrona de Toledo (Esclavitud de la Virgen del Sagrario). El calendario festivo arranca cada 7 de agosto con una celebración litúrgica en la capilla del Sagrario en la que se descubre el velo que protege a la Virgen y se la muestra vestida. A continuación, la imagen es llevada en procesión hasta un altar que se instala en el interior de la puerta de los leones, donde permanece hasta el cierre de la Catedral el día 15, cuando después de celebrar la solemne Eucaristía presidida por el Arzobispo y llevar la imagen de la Virgen en procesión por las naves catedralicias, terminan los cultos con los que se honra a la madre e Dios. Al día siguiente, la imagen volverá a ocupar el trono de la capilla, sin su vestido ceremonial, a la espera del próximo Octavario.

La tradición de vestir cada año a la Virgen es un privilegio que realizan exclusivamente las llamadas “camareras” de la Cofradía de la Esclavitud, aunque el resto de cofrades participan en la organización de todos los actos.

Cita

La catedral Primada está acogida desde su origen al patrocinio de la Virgen María. La inscripción visigótica de la Capilla de la Descensión da cuenta de la primera consagración al rito católico de la primitiva catedral, ceremonia que tuvo lugar en el año primero del reinado de Recaredo el día 14 de abril del 587.

Pero hasta el S XII no llega a la catedral de Toledo la primera representación conocida de la Virgen, una pequeña imagen de madera procedente de Limoges, (que posteriormente fue chapada en plata en el SXVI), y que actualmente está expuesta en el Museo de la Catedral.

En el S.XIII, con motivo de la segunda consagración del templo, el obispo fundador de la nave gótica, Jiménez de Rada, encarga la imagen de la Virgen del Sagrario para la Capilla central de la Catedral, pero en el S.XIV es sustituida por la actual talla que preside el retablo del Altar Mayor.

Virgen del sagrario

La Virgen Blanca

La segunda imagen por excelencia es la Virgen Blanca, mármol francés anónimo del Siglo XII. Está situada sobre el Altar de Prima del Coro y refleja como ninguna otra en el mundo la felicidad de una madre sosteniendo a su hijo y la sonrisa de éste al tiempo que toca la barbilla de su madre

En el año 1300 también llega al Coro de la Catedral una imagen de alabastro de la Virgen Blanca donada por el arzobispo Gonzalo Pétrez, pero los toledanos ya habían elegido como su patrona a la de la Virgen del Sagrario que presidía el antiguo “sacrarium” (del que adopta su nombre), y que posteriormente fue entronizada en la actual capilla tras la remodelación del espacio, encargada por el cardenal Quiroga a finales del S.XVI, que fue inaugurado con gran solemnidad por el Felipe III en 1616, en vísperas de la Asunción de la Virgen, en una celebración que incluyó el estreno del auto sacramental San Ildefonso y la Virgen del Sagrario, compuesto por el gran dramaturgo y capellán catedralicio, Calderón de la Barca.

La Virgen Blanca

Son deliciosos detalles que hacen de esta imagen algo digna de ver y se cuenta de ella que su sonrisa se debe a la protección que otorgó al joven Santiago Galán a quien todo el mundo creía muerto en combate y que después de largas penurias un día apareció en la catedral cuando se celebraba su fiesta el 8 de septiembre.

Al aparecer Santiago, la Virgen Blanca bajo un intenso resplandor, moviendo la cabeza comenzó a sonreír de alegría. Lee aquí la leyenda completa sobre la Virgen Blanca.

Virgen María con Niño

Se encuentra en la Sacristía Mayor de la catedral y puede decirse que fue la primera Virgen del Sagrario. A esta imagen Alfonso X «el Sabio» bien pudo ser que le dedicara sus célebres Cantigas: «Santa María mi fiel Señora, Tú la alegría que mi alma siempre añora».

Virgen María con Niño

Santa María de Toledo

La imagen de Santa María de Toledo, podemos verla presidiendo el retablo de la Capilla Mayor, sobre la predela. La belleza de esta imagen también sedente, es verdaderamente insuperable.

Santa María de Toledo

La Virgen de la Buena Leche

Preside el Trasparente, obra cumbre del barroco español (Narciso Tomé).

Virgen del Tiro

Una enigmática imagen cuya procedencia es muy dudosa, es la Virgen del Tiro que parece ser que pudo pertenecer a Los Templarios y se encontraría en la iglesia de San Miguel. Hoy la vemos en la fachada de la calle cardenal Cisneros, esquina con Sixto Ramón Parro. Otra imagen con el mismo nombre se encuentra en la capilla de San Gil en el interior de la catedral.

Hornacina en calle Cardenal Cisneros

Virgen del Alcázar

Es una Inmaculada y se llama así porque es la imagen que estaba en la capilla del Alcázar durante el asedio en la Guerra Civil española, se la puede ver en una capilla lateral al inicio de la girola.

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