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Introducción
Después de haber visitado los cobertizos de Santo Domingo El Real y el de Santa Clara, no podemos irnos sin visitar la plaza. Si tenemos suerte, que nos hagan protagonizar la próxima película. ¡Qué sea nuestro salto a la fama, a la gran pantalla! O sencillamente que nos pidan que nos esperemos cinco minutos en silencio antes de seguir con nuestro paseo, porque ya hay quien está protagonizando la película de nuestra vida y no somos nosotros.
Plaza de Santo Domingo El Real
La Plaza de Santo Domingo El Real, es una de esas plazas que hay que ir a buscarla a propósito.
Ubicada en pleno barrio conventual, uno de los rincones más escondidos y más bellos, sobre todo al caer la noche.

Emplazada en el Barrio de los Conventos, se encuentra entre los conventos de Santa Clara y el Convento Carmelitas Descalzos, con laberínticas calles y cobertizos.

En ella se encuentra el fantástico Convento de Santo Domingo El Real, una autentica maravilla arquitectónica y tesoros históricos.
Así el poeta narra el ambiente oscuro, nocturno, en la Plaza de Santo Domingo el Real, a la que se accede por un cobertizo y que siempre en soledad, guarda numerosos secretos.
“POR UNA SONRISA…” Cayó todo en el ambiente, sumióse todo en silencio; en la noche, las estrellas parecían de misterio temblando atemorizadas en su pálido reflejo. Todo dormía en la plaza de romántico recuerdo; las columnas que adornaban el pórtico del convento proyectaban raras sombras dibujándose en el suelo por hallarse iluminadas de un claro de luna al beso… Hacia el cielo, se elevaba como amigo de los vientos, el antiguo campanario con sus bronces de consuelo, que al sonar en el nocturno, pausados, tranquilos, lentos, cual sonidos embrujados más que amor infundían miedo. escrita en 1928 por Ricardo Domínguez García
Imagina una plaza oscura, mientras el viento se queja resonando en las revueltas con un grito y un eco. Un Cristo expira, en un madero ya deshecho y carcomido por la lluvia y por el tiempo, alumbrado tristemente con la luz en parpadeo de un farol, pequeño y roto. Los bronces de las campanas lentamente se mueven, como en un extraño conjuro se escuchan en la noche con un fúnebre machaqueo: doce tristes campanadas que se pierden a lo lejos.


Ha sido lugar de rodaje de series como “Águila Roja”, “el Ministerio del Tiempo” o de la película “La novena puerta” (1999) con Johnny Deep. Sin duda un lugar mágico toledano Además, en el convento de Santo Domingo está la famosa momia de Sanchito.
Calle Buzones



También, la plaza, está dedicada a Gustavo Adolfo Bécquer, ya que era su rincón favorito haciendo de este lugar el protagonista de su leyenda “las tres fechas”.
No puedes irte de Toledo sin conocer esta plaza. Además, en este lugar, están los cobertizos más famosos de la ciudad y es por donde pasan las principales procesiones de Semana Santa.
En ella se encuentra el fantástico Convento de Santo Domingo El Real, una autentica maravilla arquitectónica y tesoros históricos.
También conocida popularmente por Plaza Bécquer, allí hay una placa donde se hace referencia a este escritor.
En una placa cita así «La Asociación AMIGOS de BECQUER, en colaboración con el Centro de Artistas y Estilo, inició en esta plaza sus itinerarios poéticos con un acto a la memoria del inmortal poeta de las Rimas, en la noche del 17 de octubre 1954.



Una plaza apartada del bullicio de la ciudad, pasear por estas calles es remontarte siglos atrás, no te sorprendería nada si te saliera un carruaje o gente de época medieval.
El silencio de la noche hace de esta plaza un lugar mágico, donde el eco de las pisadas, el sonido de las llaves del bolsillo, el murmullo de alguna conversación, resaltan el silencio que habita en este lugar.
Llega a este lugar, si te es posible, a la caída de la tarde, solo o acompañado de quien soporte el silencio y en «la callada irrealidad de la penumbra toledana» podrás evocar estas palabras ….. » como atrae un abismo, aquel misterio hacía si me arrastraba».
Un azulejo y una lápida en un muro alto y casi ciego, junto a una cruz recuerdan al autor de la rima. Gustavo Adolfo Bécquer se enamoró también de Toledo. Aquí una vez mas su alma estuvo a punto de atravesar «el umbral de esta puerta» que «solo Dios la traspasa».- Yo si tuviera tiempo amigo viajero, con gusto te contaría ésta y mil historias o….leyendas de Toledo.Enrejado han dejado el pórtico del convento para protegerlo de las pintadas y el botellón: la «Orden de Toledo» de la que formaban parte entre otros los Buñuel, Lorca Dalí y Alberti propugnaban » vagar durante toda una noche por sus calles borracho y en completa soledad».
Miguel Ángel Rumayor
Llegastes a la Plaza de Santo Domingo quizás, atravesando el silencio de los misteriosos Cobertizos tal vez oyendo el sonar de las campanas de alguno de los muchos conventos próximos; puede, incluso, que sorteando calles y callejas te llegue el dulce canto vespertino que ronda el aire traspasando rejas, celosías y tapias y se aúna a los silencios, campanadas, cantos y susurros, y juntos reverberen en los tapiales, acarician las columnas del atrio, los cipreses y se envuelven y te eleven, sin dejar el » empedrao» próximo al umbral de esta puerta que «solo Dios lo traspasa»…. ¡Silencio¿ silencio: no despertemos al Infante que aquí duerme momificado Sancho de Castilla.
Tanta emotividad te han cansado y necesitas reponer fuerzas; cena tranquilo en el Restaurante Curcuma, c/ Tendillas nº 3, lo pasaras bien.

2 comentarios en “Plaza y…. acción”
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