Día de playa en Carson Beach

Esperando a mi Daddy

Entrada reeditada: Carson Beach

Diario:

Aclaración

Si para otros escenarios de la novela he tenido puntería y han dado pie dar veracidad a la historia, a situarla en tiempo y fecha, en lo referente a Carson Beach he de admitir que se aleja bastante de la idea de que sea una playa de ensueño. Cada vez que indago al respecto me reitero en la idea de que debería buscarle a Jessica otra playa para sus horas de sol, arena y agua. De todos modos, es uno de esos detalles de la novela que, a pesar de su incongruencia, he preferido no alterar.

La ciudad de Boston cuenta con otras playa y, en realidad, por cómo lo planteo, casi daría igual cómo lo llame. Como mucho habría de modificar la ruta o medio utilizado para llegar hasta allí, porque Jessica acude a Carson Beach con relativa frecuencia y de ello se deja constancia en la novela en diferentes ocasiones. Suceden algunos acontecimientos relevantes allí. De modo que, si se me permite la licencia literaria, aunque ello contravenga las recomendaciones municipales y sanitarias al respecto en las fechas en que sitúo allí esas escenas, Carson Beach va a ser y será por siempre la playa de Jessica.

Carson Beach es una playa pública en el sur de Boston, Massachusetts . También se la ha conocido como L Street Beach . Es mantenido por el Departamento de Conservación y Recreación del estado. La playa es parte de un segmento de parques de tres millas a lo largo de la costa del sur de Boston. La parada de metro más cercana es la estación JFK / UMass de la Línea Roja , aproximadamente a media milla de distancia. A mediados de la década de 1990, la calidad del agua de la playa se consideró insegura debido a las aguas residuales y otros desechos biológicos, y la playa tuvo que cerrarse.

El 26 de julio de 1994, el gobernador de Massachusetts, Bill Weld, y el alcalde de Boston, Thomas Menino, junto con representantes de Massachusetts, realizaron una conferencia de prensa conjunta en la que anunciaron el plan para renovar un gran número de playas del puerto de Boston y lo llamaron «Regreso a las playas».

Carson Beach.  Wikipedia en Inglés (Traducción de Google )

De todos modos, en la novela sí hay alguna ocasión en que hago mención a las malas condiciones de la playa, se ajusta a la realidad. Razón por la cual Jessica se encuentra con la tesitura de aplazar esa visita unos días, pero tan pronto como intuye que la situación ha mejorado no se lo piensa demasiado.

El caso es que en Carson Beach encuentra y siente la libertad que no tiene en Medford, porque siente que allí no la conoce nadie. No se encontrará con nadie conocido y, por lo tanto, podrá sentirse un poco menos agobiada por las miradas y los juicios de los demás. Poco le preocupará que la escuchen gritar llamando a Daddy, aunque lo haga con cierta contención por evitar que piensen que pide ayuda.

Si he de mencionar lugares o escenarios donde lo que allí acontece se ha incluido de manera bastante fidedigna en la novela, me he de adelantar a su época universitaria, al hecho de que parece que quieren borrar cualquier rastro de Jessica de su presencia en el campus universitario. Hay edificios que son rehabilitados de tal manera que cambian de aspecto, nombre y de funcionalidad, en lo que, sin embargo, sí tengo ocasión de ubicar parte de la novela con cierta credibilidad. Hasta se puede llegar a pensar que Jessica arrastra el gafe en ese sentido, que allá por donde ella pasa, por donde sitúo la novela, el lugar cambia. Pero os aseguro que no ha sido la intención de esta novela.

Lo único es que, por las fechas, ha coincidido ese cambio y he intentado sacar partido de ello. Puede decirse, como en alguna ocasión ya he insinuado, que fue ese lugar, Medford, quien me escogió a mí para que situara allí esta historia y yo tan solo he aceptado el reto de darle sentido a ese reto. He abusado de la información recopilada al respecto para dar mayor credibilidad a cuanto sucede de fondo, sin perder en ningún momento el hilo del argumento

La camiseta de «Yo estuve en Toledo» aparecerá más adelante en la novela y no será Jessica quien la lleve. Lo cual le dejará un tanto contrariada y, en cierto modo, le ayudará a confirmar todo eso que ella cree saber. Porque, aunque le cueste creerlo, ha habido mucha gente que ha estado en Toledo a lo largo de los siglos y de la Historia pasada y presente. Porque todo el mundo parece saber dónde está la ciudad de Toledo, excdepto ella.

Fotomontaje

La camiseta que Jessica lleva se parece más a una como ésta y el peto le serviría para esconder el logo y no ponerse demasiado en evidencia.

Fotomontaje

Reflexiones de Jessica

Tras las presentaciones, el Orientation Program, todo el mundo a su casa. A mí me toca volver en el bús urbano, porque el servicio de bus escolar aún no funciona, de manera que he de salir a la avenida, en busca de la parada y es allí donde me encuentro con que Ana me espera en la furgoneta.

Sugerencia sobre como sería la furgoneta

¿No tenía asuntos de los que ocuparse y por eso no se podía quedar conmigo? Pues nada. Ahí está la furgoneta del internado a la vista de todo el que pase. Sin embargo, yo, en vez de hacerme la despistada y que parezca que no va conmigo, prefiero ir directa y que nos marchemos cuanto antes.

¡Qué sí! Que yo he cumplido con esto de acudir al Orientation Program. Hasta me atrevo a reconocerle a Ana que he visto al profesor de Spanish. Ha sido el día de las presentaciones y los profesores se han presentado, dieron eso de Francis Bacon y fue éste profesor quien se dio por aludido. Pero no me dejaré engañar por las primeras impresiones. Es el profesor de la asignatura de Spanish y ello es motivo suficiente como para que no me caiga demasiado simpático, ni siquiera de lejos. «I don’t like him»

Mr. Bacon. Fotomontaje de cómo sería

Le confieso, además, que no soy muy optimista en lo referente a lo que sea mi vida social en el high school. – La adolescente más simpática del internado no ha triunfado entre sus nuevos compañeros. – Nadie me ha considerado lo bastante interesante. ¿Qué decir tiene que tampoco he demostrado el suficiente empeño por hacerme notar? No he tenido buenas vibraciones con nadie. A ver qué tal me va el primer día de clase con esa chica que hoy a faltado. No quiero desilusionarme antes de tiempo. ¿Alguien se acuerda cómo se llamaba? ¿La conoce y me puede dar referencias?

¡A la playa!

El premio o la compensación por mi acto de madurez es una visita a Carson Beach. Pero es que no llevo el bikini, ni la toalla ni nada que pueda necesitar. Sin embargo, dado que visto de manera informal, no con la ropa de los domingos, eso tampoco es mucho problema. No me mojaré el culo, pero tampoco habrá problema en que me moje los pies y tome un poco el sol, si me quito la chaqueta y remango la mangas de la camiseta.

Yo, a un día de playa, y más cuando luce el sol, no suelo decir que no, aunque sea miércoles.

Es Ana quien tiene reservado todo el día para mí. Es el último día de playa porque es momento de ir pensando en que las demás volverán pronto de sus vacaciones, sobre todo que se supone que llegarán chicas nuevas para sustituir a aquellas que se marcharon a lo largo del curso anterior. Yo casi prefiero estar para cerciorarme de que ninguna pretende ni se ilusiona con quedarse con mi dormitorio, con el trastero.

Como es el último día de playa, nos quedamos hasta que anochezca. No hay prisa, Es más, como vamos con la furgoneta del internado, no dependemos del transporte público, Podemos irnos cuando nos apetezca. En todo caso, si Ana hubiera cogido su coche, llamaríamos algo menos la atención, pero con la furgoneta dispondremos de mayor amplitud y tranquilidad. Será como si pasásemos un día de acampada.

Cuéntame

El truco del día de playa, de relax, es que Ana espera que me sincere, que le comente cómo me ha ido el verano. Es decir, para ella es un día de trabajo. Lo que pasa que, en vez de llamarme al despacho, prefiere que lo hagamos en un sitio donde yo me sienta menos agobiada y le hable con mayor confianza porque nadie nos va a escuchar.

Ahora te pregunto; ahora dejo que te acerques a la orilla y te mojes los pies y ahora jugamos a las cartas para matar el tiempo porque tampoco es cuestión de aburrirse.

Y yo ahora me remango los pantalones, ahora me quito la chaqueta y ahora me despojo de la camisa para estar un poco más fresca, pero me pongo la chaqueta por encima para no parecer demasiado desinhibida. Aunque, de todas maneras, llevo los pantalones con en peto y no me despojo de la ninguna otra prenda, pero quiero estar un poco más cómoda, casi como si estuviera en bikini.

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Ana: ¿Si te hago una pregunta me responderás con sinceridad? – Me pregunta.

Entre sus preguntas vuelve a aludir a nuestro viaje, a si ya he averiguado por mi cuenta dónde estuvimos o mantengo mi ignorancia y desconocimiento. Es la excusa y ocasión para que me reitere eso de que no piensa desvelarme ningún secreto, pero tampoco mentirme. No sé si se quiere cerciorar de lo despistada que aún estoy o de mi discreción para hablar del tema con alguien más. De todos modos, cuento con su permiso para que sacie mi curiosidad, que eche mano de todo lo que recuerde de aquellos días, de lo poco o mucho que esté dispuesta a aprovechar la asignatura de Spanish.

Tal vez cuando nos detuvimos en aquella tienda debería haber aprovechado y comprado alguna de esas camisetas para turistas. No haberme mostrado tan moderada y cohibida en mi curiosidad. De manera que ahora presumiría de haber estado en el extranjero. Incluso me la hubiera puesto para ir a la presentación y con ésta parecer una chica un poco más interesante, porque no sé cuánta gente presumirá de haber estado en esa ciudad amurallada. Lo malo es que yo tampoco sé muy bien dónde estuvimos.

Resulta un poco sospechoso ¿Verdad?

Ana no me dice dónde estuvimos, pero pretende que sea yo quien lo averigüe, que no reprima mi curiosidad, si es que me apetece averiguarlo por mi cuenta, sin saber por dónde empezar

No me aclara si fuimos en busca de Daddy ni si ha logrado hablar con éste y rechazó saber de mí, pero deja la puerta abierta  a la posibilidad de que yo me termine por enterar de todo y, en consecuencia, me lleve la mayor de las desilusiones. Si estuvimos en Toledo, eso significa que «Daddy no me quiere porque estoy de regreso en el internado».   

Carson Beach

    

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