Sigo con esto de testear mi novela con la inteligencia artificial Bing Chat y he de admitir que me parece curioso cómo consigue captar la esencia de la novela con muy poca información.
Se ha inventado algún dato que coincide de verdad con el personaje, como eso de que es «contable» e incluso se podría pensar que eso de que Ana tenga su propia versión de la novela parte de este momento.
Situamos a Ana en su casa, escribiendo su diario personal, donde reflexiona sobre su charla con Manuel y las razones por las que ha preferido quedarse en casa para aclararse las ideas y los sentimientos. Prefiere darse un tiempo
Esta reflexiones en la novela son 100% Ana, como narradora y personaje. (No hay más escritor que yo), sin que como tal hubiera una referencia en la versión de Manuel. Hasta este momento de la novela, nos hemos creído que Ana es una chica fuerte segura de sí misma, tan solo molesta por la actitud de Manuel y afectada por sus problemas de salud, pero aquí se presenta como una chica mucho más natural, sin pretender impresionar a nadie.
Son los inicios de lo que ha terminado convertido en su versión de la historia. La verdad, esta secuencia me encanta y parece que está bien escrita dado que el Bing Chat parece haber captado la esencia con tan poco.
Silencio en tus labios. Versión de Ana
Aclaraciones:
Quien no se sabe si estará a la altura es Manuel, porque ya sabemos cómo es, pero también que, tras su charla de febrero, Ana ha mejorado esas primeras impresiones.
Ana no se plantea renunciar a su trabajo como contable, aunque es cierto que éste condiciona sus decisiones futuras
Cuestión planteada
Corrige y desarrolla el siguiente texto como si fueras una chica llamada Ana que reflexiona sobre su vida:
Lunes, 14 de abril 2003
Durante estas nueve últimas semanas no me he movido de la ciudad ni cambiado mi rutina de todos los días, ni aunque mis amigas me propusieran que fuera al retiro de marzo. Rehusé porque tenía mis motivos para ello y aparte necesitaba tiempo para mí, para aclararme. Han sido varias semanas de reflexión y búsqueda de consejo sobre todo lo que me ronda por la cabeza. En cierto modo, me siento algo inquieta por esta tranquilidad, dado que ni Manuel me ha escrito ni yo he sentido el impulso de enviarle otra carta.
Mi estancia en la ciudad es como mi refugio ante la posibilidad de que un nuevo encuentro o tropiezo suponga una ruptura o el comienzo de algo de lo que no estoy muy segura, dado que, a pesar de las pocas confianzas que ello me inspira, tampoco encuentro razones firmes que rechazasen a Manuel, aunque tampoco que lo coloquen en un puesto de preferencia en mi vida ni en esa situación en la que él querría que le coloque sobre el resto, si es que hubiera alguno más. Me pesa más lo mucho que me callo que todo lo bueno que él me dijera o compartiera conmigo. Siento lo mismo que con Carlos, que en realidad no estoy a la altura de sus expectativas y se convertiría en otra frustración personal.
Hola, soy Ana y hoy quiero compartir con vosotros algunas reflexiones sobre mi vida. Sé que últimamente he estado un poco ausente del blog, pero tengo mis razones. Durante estas nueve últimas semanas no me he movido de la ciudad ni cambiado mi rutina de todos los días, ni aunque mis amigas me propusieran que fuera al retiro de marzo. Rehusé porque tenía mis motivos para ello y, aparte, necesitaba tiempo para mí, para aclararme.
Han sido varias semanas de reflexión y búsqueda de consejo sobre todo lo que me ronda por la cabeza. En cierto modo, me siento algo inquieta por esta tranquilidad, dado que ni Manuel me ha escrito ni yo he sentido el impulso de enviarle otra carta.
Mi estancia en la ciudad es como mi refugio ante la posibilidad de que un nuevo encuentro o tropiezo suponga una ruptura o el comienzo de algo de lo que no estoy muy segura, dado que, a pesar de las pocas confianzas que ello me inspira, tampoco encuentro razones firmes que rechazasen a Manuel, aunque tampoco que lo coloquen en un puesto de preferencia en mi vida ni en esa situación en la que él querría que le coloque sobre el resto, si es que hubiera alguno más. Me pesa más lo mucho que me callo que todo lo bueno que él me dijera o compartiera conmigo. Siento lo mismo que con Carlos, que, en realidad, no estoy a la altura de sus expectativas y se convertiría en otra frustración personal.
Pero no quiero aburriros con mis dramas sentimentales. Lo que quiero contaros es que he decidido dar un giro a mi vida y empezar a hacer cosas nuevas y diferentes. Cosas que me apasionen y me hagan sentir viva. Cosas que me ayuden a conocerme mejor y a expresar lo que llevo dentro. Cosas que me hagan feliz.
Por eso, he tomado una decisión muy importante: voy a dejar mi trabajo como contable y voy a dedicarme a lo que siempre me ha gustado: la escritura. Sé que suena loco y arriesgado, pero creo que es el momento de apostar por mí misma y por mis sueños. No quiero seguir viviendo una vida gris y aburrida, quiero llenarla de color y de aventura.
Así que he empezado a escribir una novela. Una novela sobre una chica llamada Ana que vive en la ciudad y se siente perdida y confundida. Una novela sobre sus miedos, sus dudas, sus ilusiones y sus deseos. Una novela sobre su búsqueda de sí misma y de su lugar en el mundo.
Y quiero compartir con vosotros este proceso creativo. Quiero contaros cómo voy avanzando en la escritura, qué dificultades encuentro, qué inspiraciones tengo, qué personajes creo, qué escenas imagino… Quiero que seáis parte de esta aventura y que me acompañéis en este viaje.
Por eso, he creado este blog. Un espacio donde podré compartir con vosotros mis pensamientos, mis emociones, mis experiencias y mis fragmentos de novela. Un espacio donde podréis comentar, opinar, sugerir y criticar lo que escribo. Un espacio donde podremos interactuar y aprender juntos.
Espero que os guste este nuevo proyecto y que os animéis a seguirme y a participar. Estoy muy ilusionada y nerviosa por empezar esta nueva etapa de mi vida y por teneros a mi lado.
Gracias por leerme y hasta pronto.
Pensamientos de Ana según Bing Chat
Blog divertido
Hola, soy Ana y hoy quiero contarles un poco sobre mi vida. Sé que no he estado muy activa en el blog últimamente, pero es que he tenido unas semanas muy intensas de reflexión y autoconocimiento. Les explico:
Desde hace nueve semanas no salgo de la ciudad ni hago nada diferente a mi rutina de siempre. Ni siquiera fui al retiro de marzo que organizaron mis amigas, aunque me insistieron mucho. ¿Por qué? Pues porque tenía mis razones y, además, necesitaba tiempo para mí, para aclararme. Y es que hay una persona que me tiene muy confundida y no sé qué hacer con ella.
Se llama Manuel y lo conocí hace unos meses en una fiesta. Desde entonces hemos mantenido contacto por cartas, sí, cartas, como en el siglo pasado. Él dice que le gusta más así, que es más romántico y personal. A mí me parece un poco raro, la verdad, pero bueno, le seguí el juego. El caso es que Manuel me dice cosas muy bonitas y parece que le gusto mucho, pero yo no estoy segura de sentir lo mismo por él.
No es que Manuel sea malo o feo o aburrido, al contrario, es simpático, guapo y divertido. Pero hay algo que no me convence del todo, algo que me hace dudar. Tal vez sea porque me recuerda a Carlos, mi ex novio, con el que lo pasé muy mal. Carlos era muy exigente conmigo y siempre me hacía sentir que no era suficiente para él. Al final terminamos mal y yo quedé muy herida.
Con Manuel siento algo parecido, como que no estoy a la altura de sus expectativas y que tarde o temprano se va a decepcionar de mí. Por eso no me he atrevido a dar el siguiente paso con él, ni siquiera a contestarle la última carta que me envió hace semanas. Me da miedo que si nos vemos otra vez o si le digo lo que pienso, todo se arruine o se complique más.
Así que he preferido quedarme en la ciudad, en mi zona de confort, sin arriesgarme a nada nuevo. Pero tampoco estoy feliz así, porque siento que me estoy perdiendo de muchas cosas y que no estoy siendo sincera ni con él ni conmigo misma. Por eso he estado reflexionando mucho y buscando consejo sobre qué hacer.
Y aquí es donde entran ustedes, mis queridos lectores. Necesito su ayuda, su opinión, su experiencia. ¿Qué harían ustedes en mi lugar? ¿Le darían una oportunidad a Manuel o lo dejarían ir? ¿Se quedarían en la ciudad o se irían al retiro de marzo? ¿Se abrirían a lo desconocido o se aferrarían a lo conocido?
Les agradezco mucho su atención y sus comentarios. Espero sus respuestas con ansias.