Mi amiga virtual, mi novia lejana y yo

SILENCIO EN TUS LABIOS

Versión de Manuel. Junio 2003

Una historia de amor y desamor en tiempos de internet

¿Alguna vez has tenido una amiga de internet que te cuenta sus problemas sentimentales y te pida consejo? ¿Y qué pasa si tú también tienes problemas con tu novia, que vive en otra ciudad? Eso es lo que me pasa a mí, Manuel, un chico de Toledo que se enamoró de Ana, una chica de Segovia, pero que ahora no sabe si seguir con ella o no. En este blog te voy a contar cómo es mi vida entre mensajes, llamadas y viajes, y cómo intento resolver mis dudas y las de mi amiga virtual.

El mensaje inesperado de mi amiga virtual

Lo último que esperaba en aquellas circunstancias de mi vida era recibir un nuevo mensaje de mi amiga de internet, de quien, de algún modo, ya empezaba a hartarme. No es que fuera mala persona, pero me parecía que tenía el control total sobre la situación, sin que yo me implicase ni tampoco lo quisiera. Parecía que sus problemas sentimentales se me habían contagiado antes de lo esperado, cuando era yo quien no me entendía con mi novia, aunque no hubiera llegado a cometer la torpeza de desahogar mis penas ni confesárselas a una desconocida. Aparte de que consideraba que ésta ya tendría bastantes problemas como para cargar con los míos.

Mayo 2003

Querido Poeta,

Te escribo esta carta para contarte cómo me va la vida y desahogarme un poco de mis frustraciones. Espero que tú estés bien y que me perdones si soy un poco indiscreta.

Hace poco he empezado una nueva relación con un chico muy especial. No te voy a dar muchos detalles porque quiero mantenerlo en secreto, pero te diré que me hace muy feliz. Bueno, me hacía feliz hasta hace unas semanas, cuando todo se torció.

Resulta que le propuse hacer un plan de fin de semana juntos, algo muy romántico y divertido. Yo me encargué de organizarlo todo y él solo tenía que aceptar. Pero no lo hizo. Me dejó plantada sin ninguna explicación. ¿Te lo puedes creer?

Desde entonces no sé nada de él y estoy muy desencantada. No solo con él, sino con todos los hombres. Parece que ninguno sabe valorar lo que tiene y solo piensan en sí mismos. ¿Qué les pasa? ¿Por qué son tan complicados?

Me acuerdo de mi ex novio. Él también me hizo sufrir mucho cuando me dejó por otra. Ahora parece que le va muy bien y que hasta se va a casar. Yo no le guardo rencor, al contrario, me alegro por él. Pero me da rabia que yo no pueda encontrar la felicidad como él.

Con mi novio actual tampoco lo tengo fácil. Es un chico muy peculiar, con una personalidad muy fuerte. Yo le quiero mucho, más que el primer día que le dije que me gustaba. Pero siento que él no me corresponde como yo esperaba. Que me cierra las puertas y no me deja entrar en su vida.

A veces pienso que soy una tonta por seguir enamorada de él y no intentar recuperar el contacto. Que debería olvidarme de esperar a que él dé el primer paso y tomar yo la iniciativa. Pero no sé cómo hacerlo ni qué decirle.

Por eso te escribo a ti, porque eres mi amigo y confío en ti. Porque sé que me entiendes y me aconsejas bien. Porque eres el único que sabe quién soy y qué quiero.

¿Qué harías tú en mi lugar? ¿Qué me recomiendas? ¿Crees que estoy actuando mal? ¿Qué piensas de mi novio?

Espero tu respuesta con ansias. Te mando un fuerte abrazo y te agradezco tu amistad.

Tu amiga que te quiere.

La dulce Gatita

Me contaba que volvía a tener novio, pero que su relación no había comenzado con muy buen pie, dado que ya habían tenido su primer desencuentro, del cual, en parte, se sentía culpable. Yo pensé: ¡qué rápido se recupera esta chica! ¿No será que tiene un imán para los problemas?

Según me decía, por no cometer los errores de su anterior relación, reconocía que quizás hubiera presionado un poco a su actual pareja, quien, ante su plan para verse, le había dado plantón de la manera más descarada. Ella se lo había puesto en bandeja; él solo hubiera tenido que aceptar, pero le había dejado con las ganas y, ante dicho panorama, se sentía un tanto desencantada: sus ilusiones ante aquella nueva relación se desvanecían tan rápido como su anterior novio parecía formalizar la relación que mantenía con aquella otra chica, con quien compartía más intereses y actividades. Se sentía desencantada de la vida y necesitaba contárselo a alguien que no le echase en cara que estaba precipitándose al ser tan poco comprensiva con su actual pareja. Ese chico necesitaba tiempo para hacerse a la idea de que por fin la había conquistado y, según la opinión de todos, ella no se lo daba.

El consejo que le di a mi amiga

A ese mensaje sí le contesté. Sentía que estaba pasando por el mismo problema que ella y, dado que con Ana no tenía ninguna comunicación, la idea de darle una contestación a aquella chica pensé que sería como un entrenamiento para cuando tuviera ocasión de hablar con Ana. Aunque pareciera que le decía lo mismo que ya le hubieran dicho sus amigas, le aconsejé que no fuera tan insensible con su novio y le diera otra oportunidad si es que de verdad le quería y tenía el convencimiento de que aquella relación se la tomaba en serio. La verdad es que le confesé que estaba pasando por una situación similar, pero no le mencioné que aquella era mi primera relación seria ni di demasiados detalles de cómo se había iniciado, de lo cual no me sentía especialmente orgulloso. En cierto modo era reconocer ante una desconocida que tenía mis defectos cuando esa sinceridad debería haberla tenido con Ana antes de que llegásemos a aquella situación.

Junio 2003

Querida Gatita,

He recibido tu carta y me ha conmovido mucho. Te agradezco que me hayas contado tus problemas y que confíes en mí. Yo también aprecio mucho.

Siento mucho lo que te ha pasado con tu novio. No se merece que le trates tan bien y que le quieras tanto, si él no te respeta ni te valora. No entiendo cómo pudo dejarte plantada así, sin más. Eso no se hace.

Yo creo que deberías hablar con él y aclarar las cosas. Tal vez haya tenido algún motivo para actuar así, o tal vez se haya arrepentido y no sepa cómo pedirte perdón. No lo sabrás si no le das la oportunidad de explicarse.

Pero tampoco te dejes engañar ni manipular por él. Si ves que no te convence o que no cambia, déjalo ir. No merece la pena sufrir por alguien que no te hace feliz. Hay muchos chicos en el mundo que estarían encantados de estar contigo.

No te compares con Carlos ni con nadie. Cada uno tiene su vida y su destino. Tú eres una chica maravillosa, inteligente, simpática y guapa. No necesitas a nadie para ser feliz, solo a ti misma.

Yo también estoy pasando por una situación similar a la tuya. Es mi primera relación seria y no ha empezado muy bien. No te voy a dar muchos detalles porque me da un poco de vergüenza, pero te diré que me siento muy confundido y culpable.

He hecho cosas de las que no me siento orgulloso y he herido a la chica que quiero. Ella es muy especial para mí. Pero creo que la he perdido para siempre y no sé qué hacer.

No he sido sincero con ella desde el principio y eso ha hecho que nuestra relación se deteriorara. Ahora me arrepiento de todo lo que hice y lo que no hice. Quisiera volver atrás y cambiarlo todo, pero sé que es imposible.

Por eso te entiendo tan bien y te doy mi apoyo. Sé lo que se siente al estar enamorado y al mismo tiempo desesperado. Sé lo difícil que es tomar una decisión y seguir adelante.

Pero también sé que no podemos rendirnos ni perder la esperanza. Tenemos que luchar por lo que queremos y aprender de nuestros errores. Tenemos que ser valientes y honestos con nosotros mismos y con los demás.

Te pido perdón si te he aburrido con mi historia o si te he ofendido con algo. Solo quería compartir contigo mis sentimientos y mis dudas. Espero que no te moleste ni te incomode.

Te mando un fuerte abrazo y te deseo lo mejor. Eres mi amiga y siempre podrás contar conmigo.

Tu amigo que te quiere.

El Poeta

La ausencia de Ana en el retiro

Por el retiro de ese mes Ana tampoco apareció, aunque en esa ocasión acudiera gente de su parroquia y, en cierto modo, su presencia hubiera estado más justificada: no acudiendo a título personal y por su cuenta como en ocasiones anteriores. De hecho aquella ausencia por lo que se me comentó no era tan premeditada como la de mayo y estaba más justificada: se debió a problemas de salud; a la evidencia de que Ana también era una chica de carne y hueso lo cual de algún modo alivió mis remordimientos de conciencia porque esa responsabilidad no recaía sobre nuestro desacuerdo ni sobre mí. Sólo se puso de manifiesto que mi desconocimiento delataba el hecho de que entre ella y yo se había perdido el contacto ya que en caso contrario los demás hubieran sabido por mí que Ana estaba enferma. De hecho, sus amigas aseguraban que hubiera acudido encantada, si no hubiera surgido aquel inconveniente. Aunque lo de la reconciliación conmigo fuera una cuestión que no hubiera comentado y a la que sus amigas no hicieron mención.

Conclusión

Así es cómo estoy viviendo esta situación tan complicada y confusa. No sé si seguir con Ana o dejarla ni si mi amiga virtual me está ayudando o me está liando más. ¿Qué harías tú en mi lugar? ¿Tienes alguna experiencia parecida? Me encantaría leer tus opiniones y consejos. Gracias por leerme y hasta la próxima entrada.

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