cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

Chocolate con beso

Introducción

Lo de los primeros besos no les ha ido demasiado bien ¿No te parece? Ana ha recibido a Manuel en la puerta y ha habido un intercambio de besos en la mejilla y de felicitaciones por la Pascua, pero los demás han tardado poco en intervenir, más por evitar que Manuel se muestra acaparador con la atención de ésta que por no pasarse en lo que de verdad Ana quiere.

Se entiende que la comprensión que Ana le ha pedido a sus amigas no es asumida de igual modo por los demás, que también quieren felicitarle por la Pascua y no parecen ser demasiado conscientes de lo que sucede en realidad. Ana vuelve a ser víctima de su discreción, pero tampoco puede hacer mucho más por remediarlo.

Siempre es una alegría verla feliz y animada, que después de cómo la han visto en las horas previas todo el mundo agradece que haya recuperado la alegría y vuelva a ser a chica afable y simpática de siempre, pero es porque ahora siente que ya no tiene nada que esconder y necesita compartir su felicidad con los demás.

¡Hay chocolate caliente!

Taza de chocolate

Tras los saludos de rigor, Ana se reincorpora a la tarea del reparto del chocolate. Hay muchas tazas que llenar y aunque sus dos amigas se pueden hacer cargo de ello Ana prefiere ayudar y asumir su papel de responsable, acaparar el protagonismo que la ocasión le merece, porque también es una manera de compartir su felicidad y de algún modo disculparse por su aparente frialdad de las horas previas.

Ana con gesto alegre (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Ana está nerviosa y necesita mantenerse ocupada. No podemos olvidar que está pendiente de la llegada de Carlos, su ex, y de algún modo recurre a este reparto también como excusa para mantener una cierta distancia con Manuel, para que los demás tampoco les vean demasiado juntos ni malinterpreten la cercanía ni actitud de ésta hacia ella.

No es que le evite, más bien, intenta recuperar su naturalidad, mostrarse tal y como es, que en vez de esconderse en un rincón y mostrarse inaccesible, se pone a disposición de todos sin excepción, consciente de que, sobre todo, tiene toda la atención de Manuel, quien ante esto se puede sentir un poco relegado.

Una taza para Manuel

Manuel, como los demás también se sitúa en la fila y dispone a recibir su taza de chocolate cuando sea su turno, consciente de que es Ana quien se ocupa del reparto y que tiene una nueva ocasión para acercarse a ésta, con la expectativa de que esta vez no haya interrupciones, nadie se lo vaya a tomar a mal.

Cuando le llega el turno a Manuel, Ana se permite una pequeña travesura, una demostración de complicidad, porque la taza que ha de llenar y entregar no es para cualquiera, sino para el chico que ahora acapara todo tu corazón y a quien entiende que no le está dedicando todo el tiempo ni las atenciones que éste esperaría ni que a ella le gustaría.

De tal manera que con la confianza de que en estos momentos nadie les observa o que lo harán con cierta condescendencia, porque se hayan dado cuenta de que Ana actúa así movida por el amor, una vez que ha llenado la taza, en vez de entregársela, se permite la libertad de beber un sorbo, para sorpresa de incredulidad de Manuel.

Sí, Ana se toma la libertad de beber de esa taza con total impunidad y confianza, queriendo darle a entender que para ella él ya no es un chico como los demás, sino que espera que tengan mucho que compartir y que ello se demuestra con estos pequeños detalles.

Ana busca sacarle una sonrisa de afecto y complicidad, por su parte hay una clara reafirmación de sentimientos. Es una manera de aclarar y desmentir todo lo que ésta le haya podido decir qe le haya llegado a pensar que resultaría imposible que le tuviera en consideración como su posible novio. Ahora está dispuesta a compartirlo todo.

Se queda a la espera

Con la taza y ese sorbo de menos o ese extra de cariño, Manuel se queda por los alrededores, a la espera de que Ana concluya con el reparto y puedan tener un momento para hablar. Entiende que es justo lo que Ana espera de él en estos momentos.

En cuanto se termine el reparto de chocolate y Ana tenga su taza, hay un chico que la está esperando.

Origen