Introducción
A mediados del mes de enero os comentaba que en Toledo somos un poco tradicionales a la hora de modificar la imágenes. Un claro ejemplo de ello eran los cambios que se estaban haciendo en la senda del río Tajo (Retoque fotográfico a la toledana)

Hoy, 31 de mayo, día de Castilla – La Mancha, he querido ir a verlo in situ, para comprobar hasta qué punto estas tecnológicas de siempre consiguen o no el mismo efecto que las tecnológicas modernas, en las que con seleccionar un área de la imagen, borran, eliminan o sustituyen cualquier elemento o parte, porque el resultado final es el mismo, una modificación de la imagen, del entorno, del paisaje, se pierde originalidad.
La senda del río
La ruta de la senda del río comienza en el entorno de la capilla del Cristo de la Vega, dado que se trata de adentrarse en el Toledo más salvaje y natural. Eso no ha cambiado.


Por aquí se llega hasta la zona del bajo de la Cava, bajo el puente

Pasamos junto al torreón de la Cava, sin que hayamos visto a Florinda y seguimo hasta el puente de San Martín, sin que haya habido cambios en el paisaje, más allá de los propiciados por el paso del tiempo o la climatología de cada época del año


















Un poco más adelante, pasado el puente y la presa, nos encontramos con el primero de esos retoques, de manera que a parte de los escalones se ha habilitado una rampa

Para adentrarnos por la «selva toledana»














Anda que te anda con el río a la derecha y la ciudad a la izquierda, mientras nos cruzamos con gente que viene y va, la que no he querido fotografiar, llegamos a otro de los puntos retocados del camino, que nos recuerdan que no estamos perdidos.
Aquí uno de puede hacer una idea de cómo era el camino antes de la reforma



Ya no estaban los operarios trabajando




Después seguimos nuestro paseo sin encontrar nuevas reformas









Para volver a la civilización

Entradas anteriores sobre la senda ecológica

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