El Toledo más salvaje

Introducción

Lista de lo visitado hasta ahora: (ver lista en pagina aparte)

Demos una segunda vuelta por Toledo después de haber dado la vuelta del Valle. Alejémonos un poco del mundo civilizado y acerquémonos a un presente lleno de historia, bajemos hasta la orilla del río tengamos una visión distinta de Toledo desde abajo, desde sus mismas raíces, con la tranquilidad de que esta ruta es más corta, más descansada para las piernas y hasta más placentera para la vista, adentrémonos en la plena naturaleza sin apenas haber salido de casa, porque el río se encuentra ahí mismo, marcando los limites de la ciudad

¿Qué es la Senda ecológica de Toledo?

La Senda ecológica de Toledo es una ruta corta y sencilla, la cual discurre junto al río Tajo a su paso por la histórica ciudad de Toledo, y en cuyo itinerario podemos conocer un importante rincón natural del municipio, así como diferentes puentes y edificios históricos rodeados de leyendas.

Existen diferentes puntos desde donde podemos comenzar, y terminar, nuestra ruta o paseo por la Senda ecológica de Toledo (o Senda ecológica del Tajo), aunque lo más recomendable es partir desde el oeste del centro histórico, es decir, desde el Mirador del Puente de San Martín.

A mí, de manera particular, me gusta comenzar el paseo desde mi casa, pero, como ésta no ha sido declarada monumento ni lugar de interés turístico, habremos de buscar otro punto de partida más conocido y de fácil localización, que se encuentre cerca de la ruta, como por ejemplo, el paseo del circo romano, para contemplar sus restos. (Había una vez un circo)

Paseo del circo Romano

Desde aquí nos dirigiremos hacia la ermita del Cristo de la Vega, (Con los brazos extendidos) lo que es seguir el paseo, porque no tiene pérdida. Tan solo hemos de tener cuidado a la hora de cruzar la avenida de Más del Rivero, porque no tiene demasiado tráfico, pero es la calle que comunica con la avenida de la Cava, con el puente. Nosotros vamos en busca del Toledo salvaje, por lo cual, sigamos recto.

Cruce del paseo del Circo Romano con la calle Más del Ribero

Seguimos el muro que delimita la ermita del Cristo de la Vega y la calle nos obliga a girar a la izquierda, donde nos encontramos una pequeña cuesta que nos encamina hacia la ciudad, de un pequeño salto y estaríamos en el paseo de Recaredo, frente a la puerta del Cambrón, aunque lo que nos encontraremos es la avenida de la Cava, con dos carriles en cada sentido y un muro que franquea la muralla.

Paseo del Circo Romano

Tentador resulta saber que no hace falta complicarse mucho la existencia, para salvar ese desnivel del terreno, ese obstáculo y cruzar al otro lado, que hay una pasarela, que nos lleva hasta allí, que zigzaguea y salva cualquier dificultad.

Pasarela sobre la avenida de la Cava. Google Maps
Pasarela sobre la avenida de la Cava. Google Maps
Final de la pasarela, paseo de Recaredo, frente a la puerta del Cambrón. Google Maps
Avenida de la Cava, desde debajo de la pasarela. En dirección al puente de la Cava
Avenida de la Cava, desde debajo de la pasarela. En dirección al centro de la ciudad

Sin embargo, nos hemos de olvidar de nuestra buena suerte, dado que esta vez tampoco vamos de visita al Toledo monumental, que no se va a mover de donde está, sino en busca del Toledo salvaje. Por lo que hemos de dejar el asfalto, las comodidades del camino y adentrarnos con el camino de la derecha. No el que la izquierda va paralelo a la avenida,

El camino de la izquierda no tiene salida y se utiliza como zona de aparcamiento libre.

El camino de la izquierda es utilizada como zona de aparcamiento libre

Nuestro camino es el de la derechala , el que desciende y, hasta cierto punto, llega a asustar.

Camino de la derecha

En nuestra cabeza empiezan a aflorar pensamientos poco alentadores en cuanto a este paseo «¡A saber con lo que nos vamos a encontrar!» Vamos por un camino de tierra sin señalizar. Si tuviéramos un mínimo de sentido común, nos lo pensaríamos dos veces. Yendo por aquí nos acordamos de nuestra madre cuando nos aconsejaba que tuviéramos cuidado con ese tipo de caminos, que la vida está llena de valientes que no supieron hacer caso a sus madres. Aun así, nos adentramos.

Camino

Si acaso uno de deja llevar por un momento de temor y cobardía, siempre tiene la tranquilidad de que a un lado aun resuena el tráfico de la avenida de la Cava y por el otro se puede observar a lo lejos el Monumento al Sagrado Corazón y confiar en que no andamos muy perdidos

Vista de la avenida de la Cava desde el camino
Vista de monumento al Sagrado Corazón

Y si la prudencia no nos hace volver sobre nuestros pasos, si es la valentía y la curiosidad lo que impulsa nuestros pies a seguir adelante, al final del camino nos encontraremos con un parque un tanto abandonado, al que la gente suele acudir a hacer deporte, lejos de las multitudes, con la posibilidad de disfrutar de una cierta tranquilidad. Al menos vamos a suponer que hasta aquí tan solo vienen los amantes del deporte y la vida sana.

Parque

Si avanzamos un poco más, si nos adentramos en el parque, descubriremos que lo que se escucha al fondo es el sonido de la naturaleza, del río Tajo que avanza ajeno al pasar del tiempo y nuestra presencia.

Vista aérea

Podremos acercarnos hasta la misma orilla del río, observar la otra orilla e incluso lamentarnos por no haber optado el camino que llevaba al puente y cruzado al otro lado. Pero, sobre todo, nos podemos sentir unos privilegiados, porque estamos junto al río Tajo cuando éste ya se aleja de la ciudad, disfrutaremos de este Tajo lleno de vida, pero también sufriente por todo lo que arrastra a su paso.

Puente de la Cava desde el arque a orillas del río

Aquí fue donde de algún modo dio comienzo a nuestra visita por Toledo «¡Qué desastre, Daddy!» y donde quizá con más o menos razón y justificación Jessica se quejaba de la osadía de Daddy por traerla a este rincón, cuando tenían toda la ciudad por recorrer. pero en realidad, ella tenía curiosidad por acercarse hasta la orilla del río

El puente de la Cava

El Puente de la Cava puso fin al problema que suponía el tráfico en el Puente de San Martín, con lo que fue una solución al tráfico y al patrimonio.

Las efemérides toledanas de Gabriel Mora del Pozo recogen aquella primera visita oficial de los reyes a la provincia de Toledo el 25 de noviembre de 1976 y precisan que llegaron en helicóptero a Talavera de la Reina, tuvieron una recepción en el Ayuntamiento y desde allí se dirigieron en automóvil a Toledo.

El Español
Puente de la Cava
Baño de la Cava y Puente de la Cava
Puente de la Cava

De este puente ya hice mención cuando visitamos el puente de la Degollada, (Arrollo y puente) porque aquel se derrumbó el 22 de enero de 1973 cuando éste estaba en construcción. Tarea que se encargó al mismo arquitecto.

Puente visto desde el otro lado

La orilla del río Tajo

Bajo el puente de la Cava. Foto mía Mayo 2020

Aquí, a los pies del puente, empieza el Toledo salvaje, porque, si vemos el puente de San Martin, el baño de la Cava no estará lejos. (Esas noches de verano en Toledo

Es donde empieza o termina parte del recorrido de la senda ecológica. Aquí es donde hemos de decidir a dónde vamos,

  • Por el camino de la izquierda llegaremos hasta el puente de Alcántara, recorriendo la ciudad monumental por los pies de la montaña y con la expectativa de recorrer la senda de los Cabestros, de ver la ciudad desde abajo. Iremos en paralelo a la ronda del Valle, separados ambos caminos por el cauce del río
  • Por el camino de la derecha, acompañaremos al río en su alejarse de la ciudad y éste nos llevará hasta la fabrica de Armas, el actual campus universitario, con toda la flora y la fauna que invade esta zona del río. Incluso podremos llegar un poco más allá, porque el rio Tajo desemboca en Lisboa, pero no es necesario que lleguemos tan lejos. Nos quedaremos en Toledo
Baño de la Cava
Anuncio publicitario

2 comentarios en “El Toledo más salvaje

Los comentarios están cerrados.