cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

¡Lo que yo digo va a misa!

Introducción

La expresión “lo que yo digo va a misa” se utiliza para indicar que lo que una persona dice es indiscutible y debe ser aceptado sin cuestionamientos. Es una manera de afirmar autoridad o razón absoluta en lo que se está diciendo.

Misa dominical

Mañana del domingo, 27 de julio, 2003.

Ana con aspecto desenfadado // Copilot designer

Por mi parte, sin que se lo confesara, casi prefería que surgiera cualquier percance que le retuviera allí varios días más. Aunque, por otro lado, no estaba demasiado segura de hasta cuándo dudaría la condescendencia de mis padres, por mucho que la noche anterior se hubieran mostrado tan benévolos.

Ana

La misa de esta mañana de domingo en la iglesia del centro de espiritualidad (Casa de ejercicios) es a las 11:30, abierta para todo el que quiera asistir, dado que, como tal, los asistentes a la convivencia de novios tampoco viven aislados ni al margen del mundo. En principio se supone que no tienen nada que esconder. No hay nadie en la puerta que impida el paso ni cobre por la entrada .

Se trata de la misa dominical, como pueda haberle en cualquier otra parroquia de la ciudad, de la provincia, comunidad autónoma, país, continente o el mundo en general. Con la única particularidad de que a ésta asisten quienes han participado en la convivencia de novios y, en cierto modo, se entiende que va dirigida a éstos. Pero, como digo, puede acudir cualquiera que comparta sus creencias e incluso sienta cierta curiosidad por conocer el lugar y pretenda utilizar la misa para hacer una visita disimulada.

Interior de la iglesia

Los padres de Ana

Quienes acuden a misa, casi por sorpresa, son los padres de Ana, con la excusa o la suerte de que esta convivencia de novios se celebra en un edificio que se encuentra en las afueras de la ciudad, a unos cinco minutos en coche desde su casa, que casi se pueden acercar hasta allí dando un tranquilo paseo.

No es como los encuentros mensuales en Toledo ni como la convivencia de la Pascua, celebrada en un pueblo. La misa es allí mismo, sin que nadie de la convivencia se haya de mover, aunque hayan tenido tiempo para recoger sus mochilas y dejarlas en sus respectivos coches. Se trata de ganar tiempo para después, para que las habitaciones queden libres y se puedan limpiar. No sabemos cuándo volverán a ser ocupadas.

El caso es que los padres de Ana saben que la misa es a las 11:30 y no se lo piensan un momento antes de acudir. La noche anterior Ana les ha llamado para avisarles de que Manuel, el chico ese de Toledo de quien asegura haberse enamorado y con quien ha iniciado una relación de pareja, tiene intención de quedarse esa noche a dormir en su casa.

Primeras impresiones

El viernes por la tarde fue la presentación extraoficial de Manuel, después de resolver la primera crisis de pareja, provocada por la falta de comunicación y de sintonía. Pero, como hubo reconciliación, Ana quiso llevar esa relación un poco más allá e implicar a sus padres. En particular a su madre, para que ésta se formase una primera opinión.

Manuel (imagen oficiosa para la web)// Copilot designer

Sabemos que una cuestión es lo que piense Ana influenciada por ese amor y enamoramiento incondicional y otra muy distinta lo que opine su madre, ante la presencia de un chico de Toledo, de quien no ha escuchado precisamente maravillas y que tampoco se ha presentado en la casa con intención de impresionar a nadie, que se encontró con esa tesitura sin buscarla.

Decisiones

La cuestión es que los padres han tenido ocasión de hablar. Que mientras Ana y Manuel andaban reza que te reza en la capilla, intentando reafirmarse en su vocación, los padres de Ana se tomaron el sábado como día de reflexión paternal, para compartir impresiones, ponerse de acuerdo y tomar una decisión en juntos respecto al nuevo amor de Ana.

Lo que parece que ha terminado por decidirlos, por tomar cartas en el asunto, antes de que sea demasiado tarde para lamentarse, es esa pretensión de Ana de que Manuel se quede en su casa una noche y con ello dar a entender que esa relación cuenta con el beneplácito paterno.

Parece que Ana se ha tomado esta historia con ese chico de Toledo demasiado en serio, que, de pronto, se le ha olvidado todo lo que éste le ha hecho pasar y de lo que no ha tenido reparo en comentar con la madre, en especial en estos últimos tres meses, en los que Ana se ha debatido entre mandarle a freír espárragos, por decirlo de una manera suave, o lanzarse a su brazos en cuanto le viera aparecer por la puerta.

Por lo cual los padres se sienten lo bastante justificados como para tomar cartas en el asunto y ejercer como tales ante esta tesitura. El chico es cuestión no les ha causado muy buena impresión, – no lo van a desmentir – pero, sobre todo, les mueve el hecho de que son padres y han de velar por la felicidad y el bienestar de su hija.

En esa ecuación de enésimo grado no parece que resolver X les de como resultado Manuel.

Ana+Xx=felicidad

Más bien, todo lo contrario, que éste no encaja.

De manera que en un movimiento de paternidad responsable, han decidido que tienen que acudir a esta misa dominical y después hablar con Ana. Ponerse serios.

Origen