Friday, September 15, 1995

08:54 AM. MHS Field hockey

Como no llueve no hace demasiado frío hoy la clase vuelve a ser al aire libre y en esta ocasión las chicas hemos sido un poco más rápidas en el vestuario, para que no nos tenga que reprender como la última vez, porque entre que nos cambiamos antes y después al final no hacemos nada y esta clase es tan larga como las demás. Lo bueno es que como Yuly y yo ya venimos juntas de la clase de Spanish, no hemos de esperarnos la una a la otra, aunque las prisas nos vengan después, porque a tercera hora cada una tiene una asignatura distintas y no queremos tener que volver a reencontrarnos en el despacho del director por haber llegado tarde ni porque nos hayan de sancionar por ello. Lo que se puede entender más como un despiste que como algo premeditado. Por lo que no me he de preocupar, en caso de que Ana se llegase a enterar. Pero casi mejor que las noticias que le lleguen de mí sean siempre positivas y no perjudiquen a Yuly en ningún sentido, porque no considero que ninguna de las dos sea una mala influencia para la otra.

Mr. Ford: Buenos días. – Nos saluda con un poco mejor humor que el otro día. – Hoy daremos un par de vueltas al campo y después competiremos por equipo. – Nos explica. – Para que no haya discusiones a la hora de formar los equipos, será por orden de llegada tras la segunda vuelta. Los más rápidos contra los más lentos y cuenta para la nota final de la evaluación.

Otro profesor al que le gustan las competiciones por equipos, pero en este caso se supone que no será chicos contra chicas, como pareció dar a entender el otro día, porque nosotras fuimos más lentas a la hora de salir del vestuario, sino por el interés con que nos tomemos la clase, o por nuestras capacidades, porque esas vueltas alrededor del campo de deportes se plantea casi como un examen final y la mitad de la clase se juega el suspenso en esta evaluación, lo tiene casi asegurado. Mientras que la otra mitad se podrá relajar un poco durante las próximas semanas,  salvo que a M. Ford se le ocurra otra manera de evaluarnos y que lo uno compense lo otro. De hecho, como se supone que los chicos, por su físico, tienen a ser más rápidos las chicas esta vez nos podemos ahorrar el esfuerzo o sentirnos tan heridas en nuestro orgullo que sintamos el impulso de correr como si nos hubieran metido un petardo por el culo. La cuestión es que casi es un sálvese quien pueda para que nos olvidemos de amistades y complicidades entre nosotras, ya que después de la carrera seguiremos siendo rivales.

No sé Yuly, pero, en mi caso, tendré que recordar mis carreras subiendo por Fulton St. desde el parque para que los chicos no me alcanzasen y olvidarme de lo comedida que me solía mostrar ante el hecho de que en alguna de esas ocasiones me había escapado del St Clare’s sin permiso y tendría que dar alguna que otra explicación por mi aspecto, porque esos arañazos, rozaduras o manchas en la ropa no se justificaban por haber estado sentada en un rincón durante la hora y media previa. Por otro lado, tampoco es algo que tenga tan reciente porque debido al control al que me tiene sometida Ana en ese sentido y a la actitud estúpida de los chicos en los últimos años, ya hace algún tiempo que no me he visto en esa tesitura, por lo cual estoy un tanto desentrenada. En cualquier caso, es mi oportunidad para resarcirme por todas esas burlas a las que me he visto sometida en los últimos días, aunque no espero que Yuly piense que la abandono y defraudo nuestra amistad si en esta ocasión no vamos juntas. El otro día las dos corrimos a buen paso para cumplir con nuestro castigo por lo cual confío en que ninguna se quede muy atrás.

Mr. Ford: Atención que empieza la carrera. – Nos dice con intención de animarnos y que le prestemos atención. – Los equipos son por orden de llegada tras la segunda vuelta. – Nos recuerda y recalca. – Se puntúa para la nota final del trimestre. – Nos recuerda y advierte. – Preparados, listos, ya. (Toca el silbato)

Sin que nos dé tiempo a pensar todo el grupo se pone a correr, al principio un tanto relajados porque esta primera vuelta es de calentamiento y tampoco conviene cansarse antes de tiempo, ya que la vuelta alrededor de los dos campos de hockey es de unas 0,250 millas (400 metros) y conviene reservar fuerzas para la siguiente vuelta, aunque haya quien vaya tomando posiciones o queriendo destacar, tomar algo de ventaja para asegurarse una buena posición de llegada y distanciarse de los más lentos, que vaya quedando más o menos perfilado quién formará parte de cada equipo. Porque parece estar claro que los chicos prefieren no contar con nosotras, al menos no con algunas. Aunque no estoy muy segura de que aquellas con quienes tienen más trato sean capaces de seguirles el ritmo. Mientras que por nuestra parte entiendo que somos un poco menos drásticas en ese aspecto porque tenemos asumido que los chicos que no tienen tan buenas aptitudes para el deporte. por mucho que se quieran esforzar, quedarán rezagados y tampoco pretendemos humillar a nadie ni hacer que se sienta mal por formar equipo con algunas de nosotras.

Yuly y yo ya nos hemos ganado fama de ser las charlatanas del grupo, ya nos hemos puesto en evidencia delante del profesor. Por lo cual hoy nos sentimos en el punto de mira y que, en cierto modo, esto es por nosotras, que nos pase lo mismo que con Mr. Bacon, aunque en esta asignatura es lógico suponer que el profesor piense que ello nos perjudica, porque por el hecho de apoyarnos la una en la otra y ellos nos frena; nos evita que nos esforcemos al ciento por ciento de nuestra capacidad. Ante lo cual hoy nos encontramos con la tesitura de tener que desmentir tal apreciación y demostrar que somos capaces de merecernos ese aprobado o la máxima nota según el caso, que ahora mismo no me siento capaz de determinar la calificación de cada una.

No me gustaría pensar que por causa de esta asignatura nosotras nos convirtamos en rivales cuando pretendemos afianzar nuestra amistad ahora que ya hemos acabado con la redacción de la clase de Spanish y lo único que nos queda es que ella me ayude con el resto del curso. Pero, si empezamos a rivalizar, se resaltarán mucho más las diferencias que hay entre nosotras y perderá un poco de sentido eso de que seamos tan buenas amigas. Nos quedaríamos como compañeras de clase. Ante lo cual me encuentro con una difícil tesitura, aunque con lo de la guerra de palabras de ayer tampoco he notado que ella haya perdido el interés por mí y el hecho de que se ofreciera a acercarme al internado fue con la clara intención de reafirmarse en esta amistad, que no iba a dejar que los trucos de Mr. Bacon ni la estupidez de los chicos se interponga entre nosotras. Lo que he de reconocer que hasta ahora ninguna chica ha hecho por su amistad conmigo. También porque, al ser ella de West Roxbury, las demás parece que la tratan con cierto recelo y yo he sido la única que me he mostrado afable desde el primer momento. 

Cuando regresamos donde está Mr. Ford, tras la primera vuelta, éste nos hace parar de manera que la ventaja que llevan los primeros se queda en nada, porque esta primera vuelta ha sido de calentamiento y todos parece que hemos entendido mal sus indicaciones. No se trata de dar dos vueltas consecutivas. De modo que los planes y planteamiento que hasta ahora nos hemos hecho uno y otras se quedan en nada, en la constatación de que nos hemos fijado demasiado en lo aparente y no hemos estado atentos a los detalles. Ya que será en la segunda vuelta cuando se determine quién formará parte de cada equipo. De hecho, sospecho que después de que Mr. Ford nos ha visto correr, es posible que se haya dado cuenta de que su idea inicial tiene algunas deficiencias. Ya que, por lógica, en el segundo equipo acabarán aquellos que tienen menos aptitudes para correr y, en consecuencia, los equipos no estarán compensados. Sin embargo, esa ha sido la mentalidad con la que todos iniciamos la primera vuelta, para que destacasen aquellos con mejores cualidades y el resto nos relajásemos un poco, porque nada iba a remediar que acabásemos en el equipo de los perdedores, por denominarlo de algún modo.

Tal vez lo llamativo es que no deja que nos agolpemos, sino que nos situemos en fila según nuestro orden de llegada, en vez de buscar la complicidad de aquellos con quienes sintamos una mayor afinidad. Lo que por mi parte deduzco que es para que nos hagamos una primera idea de cómo se formarán los grupos, salvo que alguno se espabile o quede rezagado durante la siguiente vuelta. Como si a todos se nos diera una segunda oportunidad para mejorar o para ser consecuentes con lo que sucederá, si nos relajamos. Lo cierto es que Yuly ha llegado un par de posiciones por detrás mía porque yo no me he reprimido a la hora de hacer ese último sprint, aunque para ser justa tampoco creo que ello me sirva para estar incluida en el primer grupo, pero ando un poco más cerca de ese hipotético corte o lo que es peor, que si Mr. Ford se ha fijado en mí, quizás haya pensado que he estado demasiado comedida en esta primera vuelta y presuponga que no me he esforzado lo suficiente hasta el último momento. Pero lo cierto es que me he reservado las fuerzas para la segunda vuelta y no he querido abandonar a mi amiga.

Mr. Ford: Para esta segunda vuelta, tendréis que fijaros en quién se encuentra ahora delante y detrás vuestro. Tendréis que adelantar al primero y no dejar que os adelante el segundo. – Nos dice. – Por cada puesto que adelantéis os sumo diez puntos en la nota final.

Ahora es él quien establece las pautas para la segunda vuelta y está claro que espera que nos lo tomemos en serio. Que es más coherente con respecto a eso de que en el primer grupo estarán aquellos que se merezcan el aprobado. Aunque también implica que aquellos que tengan menos aptitudes quizá se hayan de esforzar más o rendirse a la evidencia de que se les ha fijado un objetivo complicado. Mientras que los que van primeros tampoco se pueden confiar porque esto va a ser una rivalidad entre todos al más alto nivel. Aquí cada cual ha de pensar únicamente en su propia individualidad. No valen los amigos ni los pactos entre compañeros. Por lo cual, casi es una selección natural en la que no se valoren tanto los éxitos de cada cual, sino, más bien, el esfuerzo que cada uno ponga en conseguirlo, pasando por encima de quien sea, de los más débiles. Aunque, por otro lado, se pone de manifiesto que éstos, en realidad, no lo son tanto. Es un toque de humildad para aquellos que se creen mejores que el resto, porque el hecho de llegar los primeros a la línea de meta no complica que se vayan a llevar la mejor puntuación. Incluso puede que acaben en el grupo de los perdedores.

Yuly: (Se me acerca) ¡Corre, Forrest! ¡Corre! – Me dice con complicidad e intención.

Jess: ¿Y tú? – Le pregunto un tanto contrariada.

Yuly: No te preocupes por mí. – Me responde. – Se me da bien correr.

Supongo que ha intuido mi preocupación y ésta es su manera de darme ánimos para que nada me frene, que ésta dispuesta a convertir esta carrera no tanto en un motivo de rivalidad entre ambas, sino de complicidad. Que, si hemos de competir contra alguien, sea entre nosotras. Sobre todo, porque, en su caso, si consigue darme alcance, obtendrá una buena calificación y, al avisarme de ello, me da una buena excusa para que yo no me lo piense antes de acelerar el paso, más que fijarme en quiénes tengo en posiciones más cercanas. Aunque en mi caso el compañero a superar sea quien va por delante de mí, ante quien no me siento tan segura de ser capaz de superarlo. La vuelta a los campos de hockey es más una carrera de resistencia que de velocidad y alguno puede terminar con la lengua fuera y por los suelos como no modere sus fuerzas. De manera que ésta será más una carrera de resistencia, de contención, de ser más la tortuga que la liebre.

Mr. Ford: Atención que empieza la carrera. – Nos dice con intención de animarnos y que le prestemos atención. – Se puntúa para la nota final del trimestre. – Nos recuerda y advierte. – Preparados, listos, ya. (Toca el silbato)

Al sonido del silbato salimos todos en estampida y apelotonados, casi dando nos codazos unos con otros para hacernos sitio y evitar los adelantamientos, dado que suponemos que Mr. Ford confía en que nadie hará trampa y que éste se acordará del orden de llegada tras la primera vuelta. De lo contrario, habrá quien pretenda aprovecharse de la confusión y, en caso de perder puestos, argumentar que los ha ganado o, en todo caso, que no los ha perdido, porque está claro que los único que no pueden confundir en ese sentido son el primero y el último, porque han sido quienes más han destacado. Incluso es posible que debido a mi sprint final yo también haya conseguido que se fijase en mí, pero los chicos no van a permitir que ninguna chica se les ponga por delante y, menos aún, si no les cae demasiado simpática. A las que sí se lo permitan estoy segura de que no será algo desinteresado. En mi caso, al menos, no me interesa demasiado participar de ese juego. En cierto modo porque me siento excluida de manera premeditada, que el interés que tienen los chicos por mí se debe a que soy víctima de sus burlas y, en todo caso, no me interesa tener demasiado trato con ellos.

Como no es tanta la distancia a recorrer, poco tardar el grupo en estirarse, porque no podemos ir todos a tropel, sobre todo con dificultad al doblar las esquinas. Tras la primera, algunos aprovechan y aceleran el paso. Se distancian, toman ventaja, porque en esta segunda vuelta se trata de ser más rápidos que los demás. Por lo cual ésta es una carrera de velocidad, aunque no me suena que haya ninguna prueba de atletismo similar. Aunque, por lo que conozco al respecto, hay pruebas en que los corredores van varias vueltas a la pista, mientras que aquí no están las calles marcadas y nos hemos de guiar por las líneas externas de los campos de hockey. El caso es que yo tampoco me quiero despistar ni quedar muy atrás, porque aún son los primeros días del curso. Aun así, reconozco que asusta un poco eso de que desde ya nos amenacen con suspendernos cuando todavía no saben de nuestras capacidades, Tan solo me creo eso de que Mr. Bacon tiene poca confianza en que yo apruebe la asignatura por mis méritos y esfuerzo personal. Sin embargo, Mr. Ford no tiene motivos, salvo que el otro día nos llamó a atención porque íbamos de chachara cuando se suponía que debíamos estar centradas en la carrera. No voy a dejar que los profesores me cojan manía, ya tengo bastante con la burla de los chicos.

Dado que Yuly me ha insinuado que no hace falta que la espere, entre otras razones porque ello me perjudicaría, aunque implicaría que ella adelantase algunos puestos o que yo me hubiera quedado retrasada, es mejor que no la tenga a ella como referencia y me fije más en el chico a quien se supone he de superar y me olvide un poco de la chica que intentará darme alcance. Mi ventaja es que este terreno es más llano que Fulton St, que no me he de preocupar por el tráfico ni por las aceras. Tan solo por evitar dar un mal paso. En las clases en el St Francis no me consideraba una de las peores. Por lo cual, tampoco pretendo empezar a ganarme esa fama ahora. Aunque ya sé que con el esfuerzo de hoy no tengo la asignatura aprobada ni para toda la evaluación ni para todo el curso, al menos, si consigo una buena puntuación, me sentiré algo menos presionada. También es posible que Mr. Ford espere de todos mantengamos este nivel de exigencia personal y más de uno se lamente por no ser un poco menos comedido. Pero, si nos ha tocado el orgullo, muy pocos se van a dejar amedrentar. Hemos de demostrar que somos mejores que los demás, esa competitividad entre nosotros, que es a lo que siempre me anima Ana, pero que, en general, yo me planteo de una manera mucho más relajada.

Por descontado soy consciente de que no soy capaz de ponerme en cabeza porque los chicos son más rápidos que yo y, en cualquier caso, no veo que me vayan a dar la menor oportunidad. Pero con estar entre las primeras chicas me conformo, porque sí me he dado cuenta de que hay alguna con más aptitudes que yo y tampoco es cuestión es de que mate por destacar. He de intentar mantener un ritmo en el que me sienta cómoda y capaz de aguantar lo que reste de vuelta. Que Mr. Ford no se quede con la impresión de que me esfuerzo poco porque la verdad es que conozco mis límites y sé que me terminaré por agotar más pronto que tarde. Porque, como dice Ana, desde que he dejado de escaparme al parque, me paso demasiado tiempo encerrada en la habitación, mientras que las chicas a mi edad suelen estar todo el tiempo que pueden en la calle y sobre ello no tengo más que preguntarle a Yuly. Aunque en su caso se pasa muchas horas en la carretera. Pero ya me imagino lo que habrá sido su vida mientras estaba en su colegio.

En cuanto acelero un poco el paso, hay gente que se va quedando atrás, que se ve un poco sorprendida por mi reacción. Aunque tampoco hay ido a rebufo de nadie, pero entiendo que les sorprende mi cambio de ritmo cuando aún no hemos llegado a la mitad del recorrido. si es que confiaban en que mi planteamiento fuera a ser el mismo que en la vuelta anterior. Esta vez el sprint es desde mucho antes, aunque sin correr tanto. Tan solo pretendo dejar atrás al grupo de los lentos y que Mr. Ford se fije en que me tomo la asignatura con una cierta seriedad. Que, si ha escuchado algún comentario sobre mi actitud en la asignatura de Spanish, no se piense que con todas actuaré del mismo modo. Sobre todo, me siento menos cohibida en aquellas asignaturas en las que tengo la certeza de que no habrá alusiones a España o Toledo o que, en caso de hacerse, carecerán de relevancia. A pesar de que Ana me insiste en que debería platearme todas las asignaturas con el mismo y máximo interés, sin que me condiciones mis apetencias o manías personales.

Yuly tampoco tarda en reaccionar, dado que no le termina de agradar ni motivar la compañía y entiende que, si quiere conseguir un buen expediente académico este curso, ha de esforzarse en aquellas asignaturas en las que encuentre más dificultad y compensar de algún modo lo relajada y confiada que está con la asignatura de Spanish. De modo que, si la primera vuelta se la ha dado un tanto relajada, esta vez le motiva eso de que Mr. Ford vaya a tener en cuenta la posición de esta segunda vuelta para la nota final del trimestre. Aunque por mi parte no sé si deberíamos darle mucha credibilidad, pero está claro que, de un modo u otro, lo ha de tener en cuenta y, por lo tanto, a nadie le conviene que ello le perjudique. En nuestro caso ya tenemos en contra la llamada de atención del otro día, aunque fuera para todas las chicas por ser un poco lentas en el vestuario, pero lo nuestro además fue por hablar en vez de correr, por lo cual hoy hemos de compensarlo y causarle una buena impresión para que no nos coja manía ni tenga una idea equivocada.

Yuly: (Me grita) ¡Corre, Forrest! ¡Corre! – Me dice con complicidad e intención.

Ante el temor de que el hecho de que me alcance o adelante me perjudique, prefiero no esperarla, aunque a ella le beneficie eso de adelantar cuatro o cinco puesto en la llegada, sobre todo porque su reacción sorprende un poco a aquellos a los que se supone tiene de referencia. Diría que incluso a mí. aunque antes me haya comentado que es una buena corredora, que eso de que las chicas rubias son tontas, en su caso, no son más que habladurías mal intencionadas y alejadas de la realidad. Ella, además de lista, tiene buenas aptitudes para el deporte. Aunque entiendo que no hasta el punto de que sea algo que destaque. De hecho, por lo que la conozco, sé que es una chica a quien le gusta la vida al aire libre. Por lo cual debe tener aguante para dar largos paseos y no tanto pasarse el día encerrada en su habitación ni metida entre libros. Es más, entiendo que la visita al Zoo para ella debe ser algo bastante habitual y no solo por la cercanía a su casa. Si no, además, por la ocasión de tomar el aire, sin que sus padres le pongan reparos en ese sentido. A mí Ana me llamaría la atención, si recuperase mi costumbre de escaparme al parque en cuanto se descuidase. Lo cierto es que en los últimos años he ido poco y siempre con permiso. Si me quedé el otro día a jugar al beisbol fue de manera excepcional.          

Como entiendo que ahora competimos la una contra la otra, prefiero correr sin volver la vista atrás, no sea que ello me distraiga y haga perder la mucha o poca ventaja que le llevo. Tan solo acelero un poco más el paso, confiada en que ella entienda que esto no es más que una demostración de complicidad entre amigas; que nuestra rivalidad no irá más allá de esta carrera. Porque confío en que a la hora de formar equipos estemos las dos en el mismo. En cualquier caso, no quiero perder una amiga por el hecho de no dejarme alcanzar ahora. Ya que, en tal caso, es posible que esta mañana me esté ganando la enemistad de mucha gente. Pero, en vista de cómo está el panorama social hasta ahora, tampoco es que pierda mucho. Sin que por mi parte haya el menor interés en apuntarme en ninguna actividad extraescolar que es donde parece que se forjan las amistades y que, como tal, Yuly no descarta. Pero a mí no es algo que atraiga. Lo único que espero es que no nos distanciemos entre nosotras ahora que parece que me empiezo a entender con ella. 

En la que se supone es la línea de meta se encuentra Mr. Ford con su cuaderno de anotaciones. Nos recibe a cada uno como si quisiera dar a entender que se acuerda del orden de llegada de la vuelta anterior y está en disposición de hacer una comparativa para esta segunda. Por mi parte la sensación es que ya ando un poco pérdida en ese sentido, dado que es cierto que parece haber menos gente por delante y entre éstos no se encuentra el chico a quien se supone debía adelantar. Pero igual me he despistado un poco y, como en el caso de Yuly, ha habido alguno que se me ha puesto por delante sin que me diera cuenta y, por lo tanto, mi esfuerzo del último momento termina siendo en balde porque he tardado demasiado en reaccionar y me han adelantado. Aunque en principio a mí me pueda parecer que el objetivo está cumplido, porque tampoco se puede pretender que tenga un control sobre dónde están o lo que hacen todos mis compañeros. Lo que quizá haya sido el único fallo en mi estrategia.

Mr. Ford: ¿Nombre? – Me pregunta.

Jess: Bond, Jessica Marie. – Le respondo.

Mr. Ford: OK. Equipo 1. – Me indica

Al escucharle que me incluye en el primer equipo no puedo menos que dejar que se me escape una sonrisa de alivio y satisfacción, que queda un poco disimulada por el agotamiento tras el esfuerzo. Al menos he conseguido alcanzar el objetivo y se supone que estoy entre aquellos que mejorarán su nota. Lo que no implica que tenga el aprobado asegurado, porque tampoco creo que Mr. Ford vaya a dejar que nadie se relaje en las próximas semanas. Pero, sin duda, mejora bastante mi optimismo al respecto frente a la negatividad o exceso de exigencia por parte de Mr. Bacon, a quien no le parece bastante con que acuda a clase y lleve los ejercicios hechos, aunque sean copiados del cuaderno de Yuly. Pero, al menos, demuestro interés. Me esfuerzo como he hecho con esta carrera. Supongo que Ana le alegrará cuando se lo comente, porque siempre me felicita por mis éxitos para que me sienta motivada y reforzada en mi estado de ánimo, aunque con la asignatura de Spanish no le dé mucho resultado.

Mr. Ford: ¿Nombre? – Le pregunta.

Yuly: MacWindsor, Julia Stephanie. – Le responde.

Mr. Ford: OK. Equipo 1. – Le indica.

Cuando escucho que Yuly también se viene a mi equipo mi alegría es doble, tanto como la suya, porque las dos hemos cumplido y podremos seguir siendo cómplices la una de la otra, sin que haya rivalidades ni enfrentamiento entre nosotras. Ha sido lo que de algún modo ambas nos hemos temido, que Mr. Ford buscase un motivo para separarnos, por pensar que nos perjudicamos la una a la otra. Sin embargo, hemos sido capaces de estar a la altura de la exigencia y con ello compensado cualquier mala impresión del otro día. Por lo cual, esto es un premio y la evidencia de que aparte de ejercitar la lengua para hablar, movemos el resto del cuerpo para seguir las indicaciones de la clase. Que lo del otro día fue tan solo por nerviosismo, porque nos sentíamos un tanto desubicadas y tal vez nos relajamos más de lo debido. La cuestión es que a las dos nos interesa obtener buenas calificaciones en esta asignatura. En mi caso, sobre todo, porque he de compensar el suspenso en la asignatura de Spanish, para que no me baje la nota media y Yuly porque necesita que su media sea lo más alta posible para cumplir con el plan que se ha fijado y que nadie piense que se pasa de lista.

Period 3          09:51 AM - 10:47 AM                        World History I 
                        10:50 AM - 11:20 AM                        Lunch A