Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
dejad descansar en la orilla mi recuerdo,
no lo rocéis como si fuera las piedras,
lo no desgastéis porque pienso en ella.
Si tantas lágrimas de amor no la recuerdan,
si la furia del viento se lleva las hojas,
desnuda las ramas de mis recuerdos,
si mis palabras han de navegar por tierra,
no permitáis que yo me olvide de ella.
Mi amor ha de ser más puro que el agua,
más fuertes que las raíces que riega,
resistir más que los árboles del río,
más que cuantos están pensando en ella.
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