Fue hace casi un año cuando me tomé con un poco más de seriedad y continuidad esto de ser creador de contenidos de mi propia web, fue precisamente al hablar de «Silencio en tus labios» y la repercusión que el Covid-19 iba a tener en la credibilidad o no del argumento («Silencio en tus labios» -2020) Desde entonces, uno de los cambios más relevantes, ha sido el hecho de pasar de tener una página estática a una dinámica, de manera que desde la página inicial se muestran las novedades, en caso de que las haya. es una información que se actualiza de manera automática. Hay lo que entiendo es un mejor acceso a todo, más orden. el inconveniente es que para esta mutación de web, el trabajo lo he tenido que hacer a mano de manera que las fechas no se respetan, aunque haya intentado mantener el orden.
He mantenido el título de la web «Tras el último verso» y, en cierto modo, su esencia, porque para ser sincero, aunque yo alcanzado una cierta madurez, tampoco es que de un día para otro me haya convertido en una persona completamente diferente y entiendo que todo aquello que me ha funcionado bien antes, he de mantenerlo, conservarlo en todo cas pulirlo y corregir fallos, dado que, si uno no sabe de dónde viene, tampoco tendrá muy claro dónde va, no sabrá cuáles con sus objetivos en la vida y hasta cierto punto debería admitir que mi proyecto en un tanto ambicioso, pero vayamos poco a poco y escalón a escalón, que después la vida te pone muchos obstáculos y para poder levantarse, hay que saber dónde y a quién agarrarse.
¿Qué me ha gustado de la web estática y he querido mantener? Es una curiosidad, incluso diría una tontería, pero en sí mismo el concepto, la idea, me gustó, porque de algún modo esa es mi manera de escribir novelas, dado que a nivel de poesía no hay ninguna dualidad en ese sentido y tampoco pretendo que se interprete como tal e ningún otro cuando me siento delante del ordenador y me pongo a teclear. El favicon de las dos web, el icono con el que se identifican, es la del gato que parece estar viendo un libro con dos fotografías, una de las cuáles es mía y la otra es un fotomontaje de «Jessica» o como queráis llamar a ese narrador femenino, porque también desde hace once meses, ha saltado de las páginas de las novelas al blog, sin que ahora pretenda detenerme a analizar esa cuestión, pero el caso es que sí, de vez en cuando se asoma por el blog para saludar y dar su particular punto de vista sobre mí, porque en ese aspecto su cometido es dar un toque desde su realidad novelada, y hasta cierto punto de ironía, cuando le surge la ocasión.
¿Tengo seguidores/followers?
Si me atengo a los datos que me proporciona la página de administración de este web, digamos que tengo la oportunidad de entrar en contacto con otros blogueros, que poco a poco en estos cinco meses he sido merecedor de ese voto de confianza y ha habido quien me ha querido seguir, al igual que yo he mostrado la misma curiosidad y disposición, de modo que en ese sentido también soy seguidor, aunque a veces falta tiempo para leer todo lo que éstos publican y entiendo que les sucederá lo mismo conmigo, pero que estén ahí sin duda sin un aliciente para seguir.
En la página de Facebook de «Tras el último verso» también tengo unos poquitos seguidores después de casi nueve años, en su mayoría familiares, amigos y conocidos, sin desmerecer a aquellos que sin conocerme a nivel personal se han interesado por todo lo que hasta ahora he publicado por ahí. De hecho en estos meses, dado que la web está enlazada con esa página de Facebook, casi todo lo que aparece publicado procede de aquí.
También tiene su mérito que sin que haya como tal contenido propio y quizá porque el tema en sí reviste un mayor interés, tengo muchos más seguidores en la página de Facebook «Asperger en Toledo«, desde donde comparto todo aquello que considero puede ser de alguna utilizad a nivel más personal, sin que como tal sea una página de autoayuda ni pretenda confundir a nadie porque asumo que es un tema delicado y yo tan solo lo trato desde mi experiencia personal, desde lo que en su momento me hubiera gustado que me explicasen o hubiera debido entender cuando lo hicieron. Asumo que en ocasiones hay cuestiones que es mejor darlas a conocer así. pero ello depende de las circunstancias de cada cual, porque aún me queda mucho por aprender, por descubrir y por compartir.
Cuento con propia página de Facebook privada, donde igual podría compartir con familiares amigos y conocidos mis publicaciones de la web y hubo un tiempo en que como tal lo hacía, pero hasta yo mismo caí en la cuenta de que para algunos resultaba repetitivo porque ya me siguen por las otras páginas. De hecho yo fui el primero que sufrí esa duplicidad y sobrecarga de información, porque en ese aspecto soy mi primer seguidos allí donde publico, tanto por confirmar que se publica como por verlo publicado
Quien no sé si tiene «followers, porque, como tal, no admite solicitudes de amistad ni like es «Jessica» porque antes de saltar a la página web, lo hizo por ahí. Se convirtió en mi primera seguidora, si como tal se considera que tiene una identidad y personalidad propia, ya que cumple con esa función que os he comentado antes, tener una visión particular de lo que se publica. Ser un poco crítica en ocasiones y dar ese oportuno aplauso o tirón de orejas. Su perfil es público, aunque con algunas lógicas restricciones, dado que no pretendo engañar ni confundir a nadie con ello. Sigue con esa mentalidad del personaje de la novela, como lo hace en la web, con la particularidad de que se permite hacer su particulares y personales comentarios a todo lo que se publica, siempre con una clara alusión y referencia a su amado «Daddy», una manera simpática y amable de aportar su punto de vista, de hacer cometarios, pero siempre en su página de Facebook
Entonces ¿Si Jessica no tiene «amigos» en Facebook, quién puede ver lo que ésta pública? ¿Cómo puedo estar seguro de que alguien la sigue? ¿Cómo cuantificar a sus followers? Habría que tener un buen conocimiento de cómo funciona Facebook con estos perfiles tan particulares. ¿Acaso es ella la influencer en cuanto que la gente se interesa por lo que aparece en su muro?
Se supone que el personaje real, a quien hay que seguir, quién debería llevarse ese interés, esos «Me gusta», «+Seguir», habría de ser yo. Pero ¿Quién es más importante? ¿El escritor o el personaje? ¿Dualidad? ¿Conflicto personal? Es mi otra de expresarme, de sacarle una sonrisa a la vida, de hablar de mí, contigo, sin que sea yo quien esté sentado a tu lado. Quienes siguen a Jessica son «allegados de Jessica», son todos aquellos que se reservan sus «Me gusta» para lo que de verdad importa. De manera que, como en su momento me dio a entender Facebook, por eso de tener un perfil con un único amigo, son personas que quizá conozcan a Jessica y desconozcan a ese tal Manuel que le quiere robar el mérito y el talento.

Estéis en la lista que estéis, seáis quienes seáis, sea yo influencer o follower de algún modo en vuestras vidas, como dicen por ahí, la vida del escritor es muchas veces solitaria, de modo que haya o no alguien al otro lado, espero tener mucho que contar, que sea de interés y suponga una aportación o un motivo de divertimento para esos momentos en los que os acercais por esta web
Debe estar conectado para enviar un comentario.