Una curiosidad de mis novelas, de mis personajes, algo que ocurre tanto en «Silencio en tus labios» como en «Esperando a mi Daddy», es que son poco dado a utilizar el tren como medio de transporte, al menos en esas primeras visitas a la ciudad. La opción suele ser el coche particular o el autobús. Pero lo curioso del caso es que Toledo cuenta con estación de tren, con líneas directa con Madrid. Incluso, antes de la implantación del AVE, se podía ir a Aranjuez, la ciudad estaba algo más comunicada, pero mis personajes, no sé si por una obsesión mía o por falta de costumbre por mi parte, el caso es que lo descartan de manera sistemática. Una vez avanza un poco más la novela, entonces sí, el tren se convierte en una opción a tener en cuenta, en función de sus necesidades y circunstancias.

Silencio en tus labios
De Ana ya sabemos que su ciudad se encuentra a unas dos horas de coche de Toledo ¿Norte, sur, este u oeste? Eso no de aclara demasiado en la novela, sigue siendo una ciudad sin nombre. Pero se destaca y cobra importancia el tema de la distancia casi desde el primer momento, por eso de que Ana no vive en Toledo, no es una chica con la que Manuel se vaya a cruzar por la calle sin más. Es ella quien tiene que venir, se ha de organizar un retiro o actividad diocesana, la han de llamar y convencer las amigas. Unas veces acude ella por su cuenta y riesgo y otras lo hace acompañada. Dependerá de con quién venga que opte por el coche o el autobús, incluso de sus prisas por regresar a casa en el día o al día siguiente, porque en alguna ocasión se queda todo el fin de semana.
Sin embargo el único momento en que se hace una descripción un poco más detallada de esa llegada es cuando es Manuel quien conduce su coche, cuando va a recogerle al chalé y entonces se deja sorprender, prefiere viajar con los ojos cerrados, que no sean su ojos, sino sus sensaciones, lo que le indiquen en camino. Va confiada en que Manuel sabe dónde va. En cierto modo, nos quedamos sin saber cómo es esa llegada a la ciudad, por qué carretera llegan, aunque sí da algunas indicaciones con respecto a que el lugar no le resulta desconocido
Con idea de demostrarle mi plena confianza en él, que esperaba me sorprendiera, en cuanto entramos en la ciudad, cerré los ojos. Tal vez lo prudente hubiera sido que los mantuviera abiertos y me aprendiera el camino a su casa, porque lo más cerca que sabía llegar era hasta la iglesia donde había asistido a alguno de los retiros y que según mis amigas se encontraba cerca.
Durante aquel callejeo a ciegas por la ciudad, con el oído pendiente de cualquier ruido, me di cuenta de que bajamos alguna que otra calle empinada y nos encontramos con varias rotondas, aunque no me quedó demasiado claro si el coche seguía recto o girábamos a derecha o izquierda.
Ana, 27 de septiembre 2003
Es la llegada de alguien que ya conoce la ciudad, pero la ha recorrido gracias a sus amigas, aunque ese mismo día y con posterioridad, Manuel y Ana se darán un paseo por el barrio, darán alguna pista más sobre dónde se encuentran, rodearán el parque y será la excusa y ocasión para que se introduzcan en la novela algunos datos autobiográficos, con el añadido y el aliciente de que ésta es una ciudad cambiante, que Manuel como personaje, y yo como escritor, ha sido testigo de esa transformación, con la temeridad de pensar que allá por donde pisa Manuel antes o después acaban apareciendo los planes de urbanismo que lo cambian y modernizan todo. Aún no ha ido por casa de Ana ¿Debería? Si entendemos que como tal a la familia se la pone patas arriba, se le da la vuelta como un calcetín, la verdad es que algo de ese «gafe» se le ha de reconocer.
En todo caso, Ana volverá a Toledo, porque como ha quedado pendiente en la novela, ha de venir a presentarse a la familia de Manuel, han de afianzar un poco más su relación y ello se convierte en una exigencia, aunque se da a entender que es un momento que ella aplaza, demasiado comprometido, a pesar de que sí busca ese compromiso por parte de Manuel y no tiene demasiado reparto en sugerirle y conseguir que éste vaya a su casa, sea partícipe de sus proyectos de futuro.
La ciudad como tal, aunque pierda parte de su protagonismo dentro de la novela, de algún modo será un lugar de visita recurrente. Porque la novela se centra más en el entorno de Ana, pero Manuel no olvidará del todo sus orígenes y una vez que su historia de amor salte por los aires, quedará latente la posibilidad de que éste regrese a casa, pero, como es lógico, hay razones que se lo impiden. Ana volverá de visita, a ver a las amigas y para que aquellas que viven con ella sean más consciente de aquello que se les oculta por causa de las circunstancias, porque la ciudad, de un modo u otro, también está vinculada a sus vidas.
Esperando a mi Daddy
En esta novela, esa llega a Toledo, esa primera visita a la ciudad, se ha de ver en dos momentos distintos y diferenciados.
Primera visita (julio, 1995)
La primera cuando Jessica es aún una adolescente y, en cierto modo, la traen engañada. Vienen en busca de Daddy, en su caso, esa primera visita es por turismo y de adentran en la parte antigua de la ciudad, con llegada y salida por la puerta del Cambrón, con vista panorámica desde el paseo de Recaredo a los barrios modernos de la ciudad. Pero ella llega hasta allí con los ojos cerrados, porque prefiere no saber dçpnde está y hace una descripción un tanto particular de lo que observa, confunde monumentos, aunque es consciente de que sus apreciaciones e impresiones distan mucho de ser acertados. Confunde el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), con el Cristo de la Vega. Porque ella es una chica que no se ha movido de Medford, que conoce el mundo por haberlo visto en fotografías ¿Será verdad eso de que cualquier cosas que ella se imagine también está en Toledo?


¿Y qué río es ese que atraviesa la ciudad? ¿Cuán lejos se encuentra la playa? ¿Alguien el sabe lo que se le canta al Mystic River? ¿Os habéis fijado en esa puerta de la muralla por la que salen los autobuses urbanos? Desde esa puerta se puede seguir bordeando la muralla y se llega hasta un puente ¿Cómo se llama ese puente? ¡Qué profundo es el caude del río! Un río que divide la ciudad por la mitad, que ,e ha dado un tajo a la montaña y ha creado un cañón. ¿Qué hay al otro lado del puente? ¿Se podrá bajar hasta la orilla del río?

En ese primer paseo llegan casi hasta la catedral, pero mejor dejar esa visita para más adelante, para cuando sea Daddy quien la acompañe. Esa tarde es suficiente con que recorran sus calles sinuosas y empinadas ¿Cómo y por dónde se llega desde el puente de San Martín hasta la catedral?
Segunda visita (septiembre 2004)
Es cuando Jessica viene sola en busca de Daddy. Viene sola porque se organiza un poco mal el viaje y nadie acude a esperarla al aeropuerto ¿Acaso Daddy no quiere nada con ella? ¿Acaso aún no le ha llegado esa carta donde le daba todos los detalles de su viaje? ¿Acaso Jessica se ha aventurado demasiado y emprendido esta aventura sin tener la confirmación de que sabrían de sus intenciones?
Tiene que venir a Toledo por su cuenta, porque por muchos obstáculos que se encuentre, por desorganizado que esté su viaje, ella tiene claro su objetivo ¿Se acordará que ella ya ha estado en Toledo? ¿Reconocerá alguno de los lugares donde ya ha estado?
Como ya os he comentado al principio, opta por el autobús en vez de el tren, de tal manera que una vez que está cerca de Toledo, después de un largo y agotador trayecto, tiene la oportunidad de asomarse por la ventana y observar la ciudad ¿Dónde se encuentra la estación de autobuses? ¿Habrá que adentrarse en la ciudad y podrá ver sus calles, sus grandes avenidas? ¿Será la ciudad como ella se la imagina? ¿Estará cerca de la estación de la casa de Daddy?
Nadie la espera en la estación de autobuses ¿Nadie? En principio no, ni aunque la estación de autobuses se encuentre en la ciudad de Toledo ni aunque por las dimensiones del edificio, éste sea menor que el aeropuerto o la estación de autobuses de la que ha salido desde Madrid. Allí hay mucha menos gente y no hay ningún cartel que indique cómo se llega a casa de Daddy, pero se va haciendo tarde, de noche y ella es una chica sola en una ciudad que no conoce ¿Hay alguna manera de llegar a casa de Daddy?
Os adelanto que es de las llegadas a la estación de autobuses da mucho juego en esta novela y no será ésta la primera ni la única vez que Jessica se baje del autobús, aunque para las próximas tenga un poco más claro hacia dónde dirigirse. ¿Habrá Daddy escarmentado de sus desplantes? ¿Acudira a recogerla? ¿Dónde ha tenido que ir Jessica para que se encuentre de nuevo en una situación similar?
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