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Para no dejar descolgada la puerta de Bisagra, aunque sea repetirme, (La puerta a la Sagra) público de nuevo esta entrada, a la que he añadido alguna curiosidad más y algo de información extra
Introducción
Aquí termina nuestra primera vuelta a Toledo, por la ronda del Valle, (Hacia la ronda del Valle), aunque parece que no fue tanto, que es cierto eso de que Toledo se recorre en un día. Sin embargo, en esta ocasión hemos tardado dos semanas, de manera que quien nos esperas porque creyera que tardaríamos poco, se habrá cansado de esperarnos. He de confesar que incluso yo me sorprendo, de lo mucho que hemos llevado a ver, de manera que la curiosidad ahora está mucho más viva y los pies o están tan cansados. Parafraseando a Julio Verne, deberíamos ver si somos capaces de dar «la vuelta a Toledo en 80 días» y de seguro que aun nos haría falta alguno más, dado por algunos sitios hemos pasado con excesiva prisa y no hemos disfrutado lo suficiente de los detalles.
En la Puerta Bisagra ya hemos estado, de camino a la plaza de Zocodover, (Jornada de puertas abiertas) allá por el 9 de febrero, dando a esta Puerta y a esa entrada del blog un carácter mucho más novelesco, porque escribir una novela y tener a la ciudad como Toledo, hace que esta sea una para obligada, es el escenario perfecto, de manera que si se me permite la licencia literaria y novelesca, para aquella visita tuvimos a una buena turista. El guía que se buscó tan solo pretendía impresionarla.
De manera que, si os apetece, sin que me repita, intentaré contaros alguna curiosidad con un poco más de rigor histórico.
Porres dejó en su “Historia de las calles de Toledo” cómo el nombre suscitó diversos debates desde antiguo. Los primeros historiadores toledanos pensaron que el nombre procedía del latín “Vía Sacra” (lo escribieron Visagra). Con las investigaciones de documentos mozárabes se decidió que su etimología correcta era la de Bib-Sahla, puerta de la campiña (de la Vega toledana), y que de aquí surgió Bib-sacra, Bebsagra y Bisagra. Aunque la mención más antigua hace referencia a bab Sagra, indicando que se abría en dirección a la comarca de la Sagra.
La comarca de la Sagra
La Sagra es una comarca del Suroeste de la Comunidad de Madrid y noroeste de Toledo, España. Se extiende desde el Suroeste de la Comunidad de Madrid hasta el término municipal de Toledo. Históricamente, la toledana Puerta de Bisagra era el acceso directo de la capital de la provincia a la comarca que nos ocupa, aunque actualmente comienza en los términos municipales de Bargas y Olías del Rey, más allá del cruce de la A-42 con la CM-4003. Cerca de 1000 km² integran su superficie, que se ve limitada al noroeste por la cuenca del Guadarrama mientras que al sureste es el Tajo el que cierra su territorio.

Son libres de portazgo los vecinos de los montes y de los lugares de la jurisdicción
Inscripción
Puerta Nueva de Bisagra
Es conocida con el título de «Nueva» debido a que existe otra puerta en las inmediaciones —de menor tamaño— llamada Puerta Antigua de Bisagra o Puerta de Alfonso VI. Su nombre musulmán era bab a Ssaqra. o «puerta de la Sagra» siendo este el único acceso directo a la ciudad de Toledo desde la comarca que se ubica al norte de la ciudad.
Aunque ha existido cierto debate en lo referente a su origen y antigüedad, si fue primero árabe o mudéjar. los trabajos arqueológicos han dado la respuesta oportuna: la excavación efectuada en 1999, con motivo del proyecto de restauración de las murallas de Toledo, documentó que la estructura renacentista estaba levantada sobre un antiguo acceso en codo, hoy apreciable en el pequeño patio anejo al patio principal llamado «patio del encuentro». Aunque algunos de los vanos originales se cubrieron, durante la intervención se pudieron exhumar diversos materiales que fechaban esta puerta claramente con anterioridad a la conquista de la ciudad por parte de Alfonso VI en el año 1085. Los potentes cimientos y la estructura en codo subrayan el carácter monumental de la estructura, que fue amortizada -quizás durante la conquista de la ciudad- y sellada. Esta puerta, por tanto, es claramente anterior a la puerta vecina conocida en cambio como «puerta vieja de Bisagra» esta sí, claramente mudéjar. De los dos torreones cuadrados rematados por tejados piramidales, el ubicado al oeste formó parte de la estructura medieval original. Es un cuerpo macizo, al contrario que el otro, y presenta una fábrica de sillares de gran tamaño originarios de la puerta islámica. El aparejo a soga y tizón de esta estructura es elocuente, en este sentido.
Sufrió una reconstrucción a mediados del siglo XVI, que debió de comenzar hacia 1540; participarían en ella Nicolás de Vergara el Viejo, Juan de Benavides, Eugenio Sánchez y hacia 1547-1548 Alonso de Covarrubias. Las obras finalizarían en 1576.
Está formada por dos cuerpos independientes con dos altos muros almenados que los unen, formando un patio entre ellos, donde se encuentra una estatua de Carlos V. El lado externo está formado por un arco de medio punto con sillares almohadillados, sobre el que se encuentra un gran escudo de la «Ciudad Imperial», con su inconfundible águila bicéfala, además de un frontón con una escultura de un ángel custodio. Flanquean esta entrada dos grandes torreones circulares. El cuerpo que da a la ciudad tiene otra puerta de arco de medio punto, flanqueada por dos torreones cuadrados rematados por tejados piramidales.
Cuerpo Norte
Construido en 1559 con trazas de Alonso de Covarrubias, con dos grandes cubos en la fachada exterior que flanquean una puerta enmarcada por un arco de medio punto con sillares almohadillados. Sobre una cornisa se levanta un frontón triangular, con un gran escudo imperial entre las columnas del “Plus Ultra”, con dos reyes a los lados (se dicen que representan a Alfonso VII y Alfonso X, aunque popularmente los toledanos afirman que son reyes visigodos), a modo de alegoría del buen gobierno. Y en el vértice, una estatua del Ángel Custodio, todo ello realizado en “buena piedra berroqueña de la Ventas de Peña Aguilera, muy bien labrado y acabado”.
A principios del siglo XVI la vieja puerta bab al Shaqra estaba en muy mal estado, siendo sus materiales incluso robados por los propios vecinos para construir sus viviendas. En 1548 el arquitecto Covarrubias presentó un proyecto para su reparación, pero viendo la importancia que estaba tomando esa zona, con la edificación del Hospital de San Juan Bautista (Tavera, o de Afuera) hizo que se decidiera la construcción de una puerta totalmente nueva. Se utilizó un estilo clasicista para dar forma a los símbolos imperiales que se plasmaron en toda la obra, sobre todo en la fachada principal, que confiere un aspecto sólido y militar muy en consonancia con la ideología imperial. Se comenzó a llamar “Puerta Nueva”, siendo su origen, en realidad, mucho más viejo que la Puerta de Alfonso VI (conocida como Bisagra Vieja)
Cuerpo sur.

Su construcción se hizo en dos fases. En la primera, se hizo el cuerpo sur, que mira hacia la ciudad, siendo terminado en 1550. Una fachada de sillería con un arco de medio punto (aquí encontramos los restos de la vieja puerta bab al Shaqra). En la zona superior encontramos un gran escudo del águila bicéfala del Emperador Carlos V. Una inscripción debajo dice “En el año de 1550, anuncian la durable tranquilidad del Estado los serenísimos Juan, Carlos, Felipe y Carlos, madre, hijo, nieto y biznieto“:
“ANNO MDL.SERENISS, JOANNA, CAROLO. PHILIPPO. CAROLO. MATRE. FILIO. NEPOTE. PRONEPOTE. DIUTURNAM. REIP. TRANQUILLITATEM. PROMITTENTIBUS”
Se corona con almenas. La fachada interior de este cuerpo sur, mirando hacia el patio de armas tiene dos esbeltas torres rematadas por pirámides cubiertas con azulejos blancos y verdes con las armas del Emperador terminadas en 1576 por Nicolás de Vergara el Mozo. Aquí residía el alcaide de la puerta, responsable de la recaudación de los impuestos de portazgo más cuantiosos de Toledo, al ser esta la puerta con mayor tránsito.
Durante los años de la pandemia (2020-2021) estuvo expuesta en el patio de la puerta a obra denominada «Alas de México» de Jorge Marín, donde todo el que quería se tomaba una fotografía

Jorge Marín. Instagram
Alas de México, crea un punto de encuentro, donde no sólo la sociedad interactúa con la obra, también crea una experiencia estética mutua, con la intención de generar memorias e instantes significativos, dados por la apropiación que cada uno de los espectadores, al relacionarse de forma directa con la obra.



Torres
La puerta de Bisagra se completó hacia 1576, siendo corregidor don Juan Gutiérrez Tello, fecha en que Nicolás de Vergara el Mozo realizó el último cuerpo de las dos torres cuadradas interiores, rematadas por chapiteles de cerámica policroma (blanca y verde), que servían de puesto de vigilancia al elevarse por encima del arco de Covarrubias. Nicolás de Vergara también realizó el nicho y figura de San Eugenio que mira al patio interior desde la puerta más septentrional.

La aparición del tráfico rodado actual hizo que las casas fueran derribadas entre 1932-34, así como parte de las murallas laterales a ambos lados de la puerta para evitar el paso de vehículos por el patio de armas. Durante 40 años esta obra estuvo paralizada, siendo finalizada en 1972.





Descripción
Rodeada por el meandro del Tajo y situada en el alto del foso natural de río nos da la bienvenida la Ciudad de Toledo, maravillándonos con su emplazamiento defensivo
Puerta de Bisagra
Es conocida con el título de «Nueva» debido a que existe otra puerta en las inmediaciones —de menor tamaño— llamada Puerta Antigua de Bisagra o Puerta de Alfonso VI. Su nombre musulmán era bab a Ssaqra o «puerta de la Sagra» siendo éste el único acceso directo a la ciudad de Toledo desde la comarca que se ubica al norte de la ciudad.
Wikipedia
La Puerta de Bisagra o Puerta Nueva de Bisagra, es una entrada monumental abierta en las murallas de la fachada norte de la ciudad de Toledo.
Existe cierto debate en lo referente a su origen y antigüedad, pudiendo ser este primero árabe o mudéjar. Sufrió una reconstrucción a mediados del S. XVI, que debió de comenzar hacia 1540 y que llevarían a cabo Nicolás de Vergara el Viejo, Juan de Benavides, Eugenio Sánchez y hacia 1547-1548 Alonso de Covarrubias. Las obras finalizarían definitivamente en 1576.
La Puerta está formada por dos cuerpos independientes con dos altos muros almenados que los unen, formando un patio entre ellos, donde se encuentra una estatua de Carlos V.
El lado externo de la puerta está formado por un arco de medio punto con sillares almohadillados, sobre el que se encuentra un gran escudo de la «Ciudad Imperial», con su águila bicéfala, además de un frontón con una escultura de un ángel custodio.
Flanquean esta entrada dos grandes torreones circulares.
Puerta de Bisagra

Hasta mediados del siglo XX, su patio de armas era el lugar de despedida a los fallecidos, donde paraban los coches fúnebres camino del cementerio extramuros y se rezaba un último responso. Allí, los coches de caballos adornados con penachos de plumas negras se detenían para despedir los duelos camino de la última morada.
Pero no sólo para la muerte servía este patio, también aquí se escenificaban los rituales protocolarios recibiendo, bajo mazas, a ilustres visitantes: como el juramento realizado el rey Felipe II de guardar los privilegios fueros y libertades de Toledo (26/11/1559), o la llegada el 17/11/1565 de las reliquias de San Eugenio, siendo portadas a hombros del mismo Rey, su hijo y otros nobles desde el Hospital de Tavera, siendo aquí entregadas al Ayuntamiento de Toledo.

El cuerpo que da a la ciudad tiene otra puerta de arco de medio punto, flanqueada por dos torreones cuadrados rematados por tejados piramidales, decorados con el escudo de la ciudad
El escudo de Toledo es el blasón de la ciudad imperial. Su descripción heráldica es la siguiente, según Ventura Leblic, en su obra «Los símbolos municipales de Toledo»:
Escudo cuartelado, primero y cuarto en gules, un castillo de oro mazonado de sable y aclarado de azur. Segundo y tercero de plata, un león rampante de gules coronado de oro, linguado y armado de lo mismo. Entado en punta de plata, con una granada de su color, rajada de gules, tallada y hojada con dos hojas de sinople. Rodea al escudo el collar de la Orden del Toisón de Oro compuesto de eslabones dobles, entrelazados de pedernales de azur y llamas de gules, en el cabo pendiente de él, la piel de un carnero liada por el medio, de oro.
El todo, sobre un águila bicéfala exployada, de sable, con el pico y las garras de gules. éstas armadas de oro. Timbrado de corona imperial de oro.
A la derecha e izquierda un emperador sentado en su trono con capa de oro y corona imperial de lo mismo, que sostiene en su mano derecha una espada de plata y en la izquierda un cetro de oro. El resto de su color.
Escudo de Toledo. Wikipedia







El ángel custodio

Según afirma Santos Vaquero, el ángel no estaba previsto en el diseño original; “este nuevo elemento decorativo se instaló posteriormente, obligándose a hacerlo Hernán González y Bartolomé de Gais. Debía ser de buena piedra labrada, de Menasalbas. Tendría un pedestal de 4 pies por la parte alta y 3 por la baja. El ángel debería tener 8 pies de alto y en la mano derecha portaría una espada de bronce y debajo de la mano izquierda una ciudad encima de un monte. En las espaldas o en cualquier otro sitio que indicara la ciudad, se pondría un TAU (símbolo misterioso) y si se creyera conveniente el signo de Salomón (símbolo mágico). Debían tenerlo terminado el día de Pascua Florida de 1562. Cobrarían por la estatua y su colación, ciento cincuenta ducados.
¿Qué vienen a significar tal estatua y sus atributos? El ángel con la espada en la mano figura el guardián de la urbe y ésta está representada por la ciudad sobre el monte. ¿Y el TAU y el signo de Salomón? Son símbolos mágico-religiosos, un añadido protector de naturaleza muy antigua que cuadraba perfectamente con Toledo, ciudad medieval, enigmática, misteriosa, donde la superstición y el mito estaban asentados y confundidos con la religión, sin olvidar la importancia que la comunidad judía y morisca tuvo en ella, perviviendo de manera solapada con los conversos.”
Cuenta la leyenda que Toledo sufrió una epidemia de peste, cuando ésta quiso entrar en la ciudad por la Puerta de Bisagra, el Ángel Guardián que corona el acceso a la ciudad desde este punto dio el alto a la peste blandiendo su espada, a lo cual la peste le comunicó que tenía permiso de Dios para matar a siete toledanos, ante esto el ángel le dejo pasar. La peste mató a 7000 ciudadanos. Al salir de la ciudad la peste, el ángel le reprochó que le había mentido: ¡me dijiste que matarías a siete y han muerto siete mil! A lo que la peste contestó: Sólo maté a siete los demás murieron de terror.
Toledo contigo
En Toledo, el fervor por estos ángeles corrió en paralelo a las epidemias de peste que se sucedían desde el siglo XV. Cuadros como el del interior de la Catedral o cigarrales como el del Ángel Custodio son buena prueba de esta ‘moda’, de esta invención de una tradición (parafraseando al historiador británico Eric Hobsbawm) que tiene en el Ángel de Bisagra su mejor exponente.
La falsa leyenda del Ángel Custodio de la Puerta de Bisagra

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