Diario: Monday, September 11, 1995
Patio: Monday, September 11, 1995, 11:00 AM-11:23 AM
Spanish: Monday, September 11, 1995, 11:23 AM-12:20 PM
Reflexiones de Jessica

¿Os acordáis que hay que presentarle a Mr. Bacon un trabajo sobre las motivaciones por las que asistes a sus clases? Se supone hemos de hacerlo por parejas y que a mí me ha tocado con Yuly. ¿Cómo lo lleváis vosotros? Espero que con un poco más de prudencia y moderación, que no os importa tanto la calificación final. Eso de que quienes presenten el mejor trabajo se pueden pasar el resto del curso tocándose las narices y sin aparecer por clase, porque estarán aprobados con una A+, 100 puntos. Y sí, Mr. Bacon es de los que cumple lo que promete, pero no por ello es menos exigente y no suele haber nadie que esté a la altura de tal expectativa. ¡Pero eso es porque hasta ahora no nos ha conocido ni a Yuly y a mí! Aunque en esta ocasión me temo que ambas vamos correr un riesgo innecesario. Y con el poco sentido común que aún me queda, ya le he advertido a Yuly que nos estamos ganando un merecido suspenso, un F-, 0 puntos, y que Mr. Bacon se mosquee con las dos por pasarnos de listas, porque ella lo es, al menos de eso presume y eso de que sabe hablar español nadie lo pone en duda. Ella es bilingüe.

En este trabajo para clase, esta redacción sobre mis motivaciones, Yuly es quien escribe y yo quien respondo. Ella es quien se ha puesto en plan rebelde y yo quien tal vez me haya pasado de sincera al confesarle que esto de la asignatura de Spanish me provoca arcadas; que a mí se me conoce más porque «I don’t speak Spanish». Que ni los profesores de colegio me vieron el pelo por clase cuando tocaba esa asignatura ¡Ni por las malas! Pero ya soy alumna de high school y, como no cambie de actitud, de la patada en el culo que me pueden dar en el internado, me va a estar doliendo el resto de mi vida. De modo que he de acudir a clase de Spanish, aunque el profesor se ponga enfermo o digan que la asignatura ya no forma parte de mi plan de estudios. He de ir a clase, sí, sí y rotundamente sí, con aprovechamiento del tiempo que mi culo haya de estar ocupando esa silla, aunque mis oídos estén tan taponados que haya de hacer un cuádruple esfuerzo por entender lo que escuche. Ya leo perfectamente, gracias a la insistencia de Ana en que lea en voz alta textos en español y a que me habla en español para que me habitúe al idioma, pero yo «don’t speak Spanish». Mi secreto es que soy capaz de traducir textos con ayuda del diccionario y mucho empeño.
Sea como fuere lo de hablar en español, entender el idioma, no es tan fácil como pueda parecer, de manera que con este trabajo para clase Yuly se ha empeñado en darme la razón. Si es tan complicado aprenderlo, mejor que no lo intente. Mejor que Mr. Bacon no tenga argumentos para suspenderme ni para exigirme que ponga un mínimo de interés y esfuerzo en sus clases.
Tal vez esta disyuntiva no esté lo bastante desarrollada, pero se alude a ello en varias ocasiones a lo largo de la novela, sobre todo mientras no me quede otro remedio que ser alumna de esta asignatura. Por lo que, si os animáis, yo creo que Yuly es capaz de montar una huelga de estudiantes para que me permitan faltar a clase. Aunque con las mismas, a mí me echarán del internado y no creo que a ella le vayan a permitir que se acerque. ¡A saber quién de las dos es más loca! Pero tranquilos que Mr. Bacon no se va a dejar amedrentar por un par de adolescentes sin mucho sentido común, que la sangre no va a llegar al río, como suele decirse. Aparte que para mis compañeros de clase es más divertido dejarme en ridículo que apoyarme en esta lucha sin causa. Ya os lo he dicho, si sé lo que me conviene, más me vale que me deje de tonterías, porque, aparte de que puedo perder a una buena amiga, de la patada en el culo que me darán en el internado, como haga alguna estupidez, me lamentaré el resto de mi vida.
De modo que, bueno, si no puedo convencer a Yuly para que modere su rebeldía, aunque ella sea la primera que se entusiasma con la asignatura y estaría encantada con que mantuviéramos una conversación fluida en español, sobre España, ni convencer a Mr. Bacon de que yo esto del español lo llevo bastante mal y que debería dedicarme a otra cosa, al menos os paso unos apuntes, por si alguno está aprendiendo a hablar español y no siente que se le viene el mundo encima. El próximo curso, si consigo convencer a Ana, me matriculo en clase de francés.
Las mayores dificultades cuando empiezas aprender español y cómo superarlas (inmsol.com)
Dificultades de la lengua española para los angloparlantes
Dificultades de la lengua española: Ortografía
- En relación con la ortografía encontramos que las tildes, los signos de puntuación al inicio de las oraciones interrogativas o exclamativas e incluso algunas letras del alfabeto o combinaciones de estas (ñ, ll, rr, ch). Estas suelen constituir una de las grandes dificultades de la lengua española. Bien es cierto que no son tan problemáticas a la hora de escribir, pero sí al aprender su pronunciación. Especialmente dificultosa de pronunciar es la rr: palabras como perro / pero les serán difíciles de pronunciar y de marcar la diferencia entre una y otra.
- B y V comparten el mismo fonema. En inglés existe una diferencia entre la b y la v en cuanto a pronunciación. En español bien es cierto que esta diferencia también existió pero se fue perdiendo con el tiempo. Hoy en día son pocas las regiones que siguen diferenciando entre ambas letras, lo que supone una dificultad añadida, pues los estudiantes de ELE tendrán que memorizar las palabras para no cometer faltas de ortografía. Lo mismo ocurre con la ll y la y
Dificultades de la lengua española: Morfología
- El género y la concordancia entre sustantivos y adjetivos. En inglés no hay distinción de género (child puede ser tanto un niño como una niña y small puede equivaler a pequeño o pequeña) esto hace que para los angloparlantes resulte muy complicado recordar el género de una palabra nueva para acompañarla de un adjetivo femenino o masculino. Es cierto que hay reglas generales, pero también muchas excepciones que hay que trabajar.
- Además, a los adjetivos en inglés no se les añade una terminación en función del género del sustantivo al que acompañan como ocurre en español (La torre es alta – El edificio es alto / The tower is high – The building is high).
- Uso de las preposiciones por y para. El origen del problema reside en que en inglés son la misma preposición: for. En ocasiones, con verbos en infinitivo, también to. La elección entre por y para les resulta complicada y suele ser un error recurrente.
- Tú, vosotros, usted y ustedes también suele resultar confuso al principio. En inglés solo hay una palabra para todos ellos (you) por lo que nuestros alumnos necesitarán práctica hasta acostumbrarse a usar uno u otro en función de la situación y del grado de formalidad de la misma. Además, habrán de conjugar el verbo en su forma correcta según la persona.
Dificultades de la lengua española: Léxico
- Los false friends son difíciles también a la inversa. Estas palabras se parecen en español e inglés, pero tienen significados diferentes. Para ellos es una más de las dificultades de la lengua española. Por ejemplo, si una persona angloparlante escucha la palabra compromiso pensará en “un acuerdo por el que las dos partes obtienen menos de lo que esperaban”, pues es lo que significa la palabra compromise. No pensarán en el sentido de “obligación contraída” que la palabra compromiso tiene para nosotros. En el siguiente enlace puedes conocer más sobre falsos amigos.
Dificultades de la lengua española: Gramática
- Los verbos ser y estar también se confunden constantemente. Esto se explica porque en inglés se utiliza un solo verbo en ambos casos, el verbo to be. Como en inglés no existe esta diferencia, los alumnos tienen que aprender a distinguir cuándo hay que utilizar uno u otro. Hay ciertas reglas que nos ayudan a su aprendizaje. No obstante, en América Latina y en España no se hace el mismo uso de ambos verbos, lo que hace su aprendizaje aún más costoso.
- El subjuntivo, un modo verbal que si bien existe en inglés, su uso es muy poco común. Además no está por completo diferenciado del modo indicativo: comparten formas verbales aunque el sentido en la frase sea diferente. Por esto, nuestros alumnos angloparlantes tendrán problemas para completar correctamente oraciones como “quiero que…”. En ellas tenderán a usar el indicativo (“quiero que vienes” en lugar de “quiero que vengas”)
- Gran variedad de tiempos verbales. En español hay multitud de tiempos verbales en comparación con los existentes en inglés. Esto les supondrá una tarea difícil a la hora de elegir el tiempo que han de usar.
Éstas son sólo algunas de las dificultades más frecuentes del español. Es posible que nuestros alumnos encuentren otras muchas dependiendo de su lengua materna y del conocimiento de diferentes lenguas extranjeras que puedan tener. Es habitual que el dominio de otras lenguas extranjeras les sirva de puente para adquirir una nueva. Un alumno angloparlante que domine el francés experimentará menos dificultades que aquellos que no hablen otros idiomas.
Tener en mente las dificultades nos permitirá comprender por qué un alumno comete constantemente el mismo error, saber en qué punto debemos detenernos o en cuáles hacer hincapié durante la clase para ayudarles a superarlas y evitar la frustración que les pueden provocar, facilitando de esta manera su proceso de aprendizaje. Además podemos poner en práctica diferentes fórmulas y métodos para que sean capaces de superar esas dificultades de manera amena y divertida.
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