(reeditado)
Segundo día de clase
Publicado September 7th, 1995, 08:52 AM
Reflexiones de Jessica
Ayer os hablaba de cómo eran mis dictados con Ana, un auténtico desastre detrás de otro, («¿Qué cenan los españoles?«) aunque me intentaron convencer de lo beneficioso y dulce que resulta aprender un idioma, de esos pequeños placeres de la vida cuando se puede disfrutar de ellos. Pero por mi parte entiendo que no es necesario sufrir para que te tomen por una chica inteligente.
Tan solo espero que después de la lectura de ese pasaje de la novela no os hayáis formado una idea equivocada de mí «September 6th, 1995. 05:00 PM» En esa época de mi vida tan solo era una adolescente un tanto cabezota; necesitada de llamar la atención y con las ideas un poco alocadas, ante lo cual espero que con la evolución de mi historia os pueda desmontar toda esa impresión equivocada que os pueda causar por el momento.

El cuestionario
Si os parece que haber cenado chocolate con churros la noche anterior hará que mi segundo día de clase fuera a ser mucho más dulce, ya os puedo adelantar que no. Al menos con la asignatura de Spanish no lo fue, dado que Mr. Bacon nos sorprendió a todos con un pequeño cuestionario, que, además, estaba en el libro de texto, aunque quiso que le entregásemos a él la hoja de respuestas para corregirlo y así conocer el nivel de conocimiento de la clase.
Que sí, que esta vez me he llevado el libro de Spanish, para que haga bulto en la mochila y para que Ana no lo hojee durante mi ausencia ni me recrimine esa falta de interés por la asignatura. Aunque Ana me vaya a decir eso de: «¡No me crea tan lista!». En cualquier caso, si Mr. Bacon ve que tengo el libro sobre la mesa, por aparentar, quizá me apruebe final de curso. De todos modos, por eso de hacer el cuestionario, no me queda otro remedio que abrirlo.
Mr. Bacon: Después de leer los objetivos de la primera lección, haced el cuestionario, que corregiremos entre todos y a continuación haremos un pequeño juego para que pongáis a prueba vuestro nivel y conocimiento del español. – Nos comenta. – El objetivo es que os convenzáis de que conocéis el idioma mejor de lo que suponéis y no penséis que ésta es la asignatura más difícil ni la más aburrida del curso.
Admitir de antemano que para mí resulta una tortura, casi tan desastroso como el dictado el día anterior, es ser del todo sincera.
No sé si fue porque me bloqueé o porque me lo quise tomar tan en serio, impresionar de tal manera a Mr. Bacon que se crease una imagen totalmente distorsionada y positiva de mí. Le puse demasiado interés, aunque se tratase de un cuestionario tipo test de veinte preguntas que se hubiera podido responder al azar y, al menos, me hubiera dado tiempo a responder alguna bien, aunque hubiera sido por casualidad.
Spanish Book El primer Paso Self-Test Capítulo 1: Y tú, ¿cómo eres? Select the response that best answers the question. 1. Select the best response to: ¿Qué día es mañana? a. Hoy es domingo y mañana es martes. b. Hoy es sábado y mañana es martes. c. Hoy es jueves y mañana es viernes. d. Hoy es lunes y mañana es jueves.
En la novela paso algunas las preguntas del ejercicio copiadas tal y como aparecen en el libro, que para eso a Daddy le faltó la misma imaginación y originalidad que a Mr. Bacon a la hora de querer evaluar nuestros conocimientos del idioma.
Es más, ¡Daddy se podría haber molestado en traducirlo! Porque se trata de un ejercicio de Spanish. Yo eso del English se supone que lo llevo bastante bien. Pero digamos que Daddy se ha permitido una licencia literaria para que entendáis mejor la dificultad del cuestionario y a lo que yo me tuve que enfrentar esa mañana.
¿Os apetece hacer el examen conmigo? Tranquilos que a mí también me sobraron preguntas.
Spanish Book El primer Paso 2. Select the word or sentence that does NOT belong with the other three. a. Así, así. b. Muy bien. c. Tengo catorce años. d. Bien
Mientras tanto Mr. Bacon
Por cierto, no es por dar publicidad, pero cuando Daddy quiso escribir esa secuencia, ensalzar ese carácter español de Mr. Bacon, como profesor que sabe de lo que habla y que no se limita a dar la clase sin más, se puso a investigar, rebuscó aquí y allá por las web y se encontró un periódico de Boston publicado y escrito en español. Que no es decir que haya sido un detalle que a Daddy se le ocurriera así, de pronto.


Es decir, que mientras que los alumnos hacíamos rellenábamos el cuestionario, Mr. Bacon tomó su periódico en español y se puso a leerlo con toda tranquilidad, como si estuviera en su casa, como si esperase que nos tomásemos aquel ejercicio con tanta tranquilidad que quien lo hubiera querido hubiera copiado o se hubiera intercambiado la hora de respuestas con el compañero de al lado sin que ello hubiera tenido consecuencias.

Mr. Bacon no miraba y tan solo es un ejercicio de clase.
Sin embargo, aunque yo fuera un poco torpe con esto del Spanish y, a pesar de la complicidad demostrada por Yuly el día anterior, preferí hacer mi propio cuestionario, consciente de que me metía en un berenjenal de que no saldría muy entera.
En el tiempo que a mí me dio a escribir el nombre en la hoja de respuestas, Yuly tuvo tiempo que hacer todo el cuestionario y repasarlo tres veces. Como es lógico, después se pasó el resto de la hora muerta de aburrimiento.

Mr. Bacon nos dijo que habría tiempo para jugar a algo, por lo que entiendo que Yuly se entusiasmó antes de tiempo. Aún no era demasiado consciente de la tortura que para mí iba a suponer, lo lenta que yo podría llegar a ser. Diría que es mañana, a pesar de los churros de la noche anterior, mi cabeza andaba baja de baterías y no me llegaba el sentido común a donde me tuviera que llegar. se hacía demasiado evidente que me faltaba soltura y frescura.
El pasar del tiempo
09:15 AM. MHS classroom Spanish
Mr. Bacon: Que levanten la mano quienes hayan terminado. – Nos indica.

09:20 AM. MHS classroom Spanish
Mr. Bacon: Bueno, corrijamos y quién no haya terminado que repase esta tarde en su casa. – Nos propone. – ¿Quién falta? – Pregunta por curiosidad.
Jess: (Levanto la mano) Yo. – Le digo, aunque me parece que es evidente.
Mr. Bacon: Está bien eso de tomárselo con interés, pero ¡hay que ser un poco más espabilados! Cuando llegues a la última pregunta se habrán pasado las vacaciones de Navidad. – Me recomienda con complicidad y cierto tono recriminador. – Termina mientras corregimos. – Me sugiere. – El próximo día intenta ser un poco más rápida o te faltará tiempo para todo.
Consecuencias
Bueno, al final no hubo tiempo para que supiéramos a qué se puede jugar en clase, pero sí lo habrá en próximos días, con eso de las guerras de palabras, enfrentamientos de chicos contra chicas, con ocasión para que yo de nuevo haga gala de mi limitado conocimiento del idioma, mi poco espíritu participativo en clase y para que Yuly, como no podría ser de otro modo, dejé en pura palabrería eso de que las rubias son tontas. Sino, más bien, que los chicos se han de espabilar un poco porque no le llegan a la suela de los zapatos.
Lo peor de eso juegos, de «ese sálvese quien pueda», es que Yuly se verá con serias dificultades para salvarme el culo, dado que todos esos ataques de palabras los van a lanzar contra ella y para el equipo de las chicas casi era preferible que yo me estuviera sentada y no abriera la boca, dado que intentar rescatarme era arriesgarse a que alguna otra terminase «prisionera» como yo o, lo que sería más grave, que tanto heroísmo al final no sirviera para nada porque más pronto que tarde los chicos iban a volver a preguntarme y a «capturarme».
Al final Mr. Bacon se cansará un poco de mis artimañas, de mi victimismo para no hacer nada, que no me molesten con actividades en la que no me apetece participar, porque en sus clases nadie es menos que nadie y la participación también puntúa, de manera que si yo pretendía ganarme ese aprobado, aparte del respeto de mis compañeros, en particular de los chicos, iba a tener que hacer méritos, esforzarme un poco más que nada. Por mucho que yo me quisiera agarrar a mi buena suerte, a su previsible clemencia del último día si le demostraba mi incapacidad de aprendizaje. Mr. Bacon no estaba dispuesto a dejarse manipular con mis sutilezas ni engaños, aparte que como vecino del barrio y de quien no tiene reparo en hablar con quien sea para descubrir los problemas de fondo de sus alumnos, entendió que mi presunto victimismo era una forma de quitarle autoridad como profesor y eso no estaba dispuesto a consentirlo.
¿Asignatura difícil?
Cuando Yuly y yo empecemos a preparar esa redacción sobre mis motivaciones, porque después de este incidente Yuly tendrá un poco más claro cómo plantearlo a riesgo de jugarse el pescuezo por defender lo indefendible, lo de demostrar que se trata de una asignatura difícil, en realidad, no será tan complicado.

El español es uno de los idiomas más extendidos en el mundo y en cada país, en cada región tiene sus modismos, sus dialectos. Por lo cual tampoco se argumenta que todas las reglas gramaticales y ortográficas sirvan en todos los territorios. Es más, en España se habla el castellano. De manera que mi nula motivación, aparte del hecho de que me sintiera obligada a acudir a clase, se podía entender porque me veía superada por la amplitud de culturas y conocimientos que tendría que adquirir para tener una mínima esencia de la auténtica envergadura del idioma.
¿Tendría Mr. Bacon conocimientos y argumentos suficientes como para asegurar que yo merecía ese suspenso, que no me esforzaba lo suficiente?

Como ya se ha comentado en este blog, a raíz de esta ocurrencia, de ese compendio de sandeces bien argumentadas, de esa sarta de tonterías por demostrar su extenso conocimiento del idioma, Yuly se pondrá en el punto de mira para que Mr. Bacon le amenaze con un más que merecido suspenso por pasarse de lista, por restarle autoridad como profesor. Aunque la culpa, más que de Yuly, fue de quien consideró que debía asistir a clases de Spanish a un nivel de principiante. Ya en su momento os desvelaré los motivos, al menos la hipótesis que se puede plantear al respecto, porque sin duda algo tiene que ver con el trasfondo de la novela.
¿Asignatura aburrida?
Admito que de «asignatura aburrida» tiene poco, aunque solo sea por los buenos ratos que Yuly y yo nos pasaremos estudiando juntas. Más bien, porque ella dejaba que cada día le copiara los ejercicios para justificarme ante Mr. Bacon y que éste no me llamase la atención por no llevarlos hechos. Además, gracias a esa amistad surgida entre nosotras ésta tiene la ocasión de contarme sus aventuras, sus vacaciones de verano en Vigo, con sus discusiones con su tío Luis porque no le permite hablar en inglés, aunque ella allí pretende presumir de ser americana ante sus amigos, justo lo contrario que hace en Boston y Medford.

Gracias a la afición y entusiasmo de Yuly por España, tiene ocasión de ponerme al corriente de las canciones de moda y todo eso, aunque yo intente hacer como que no le escucho o no presto suficiente atención. Pero, en el fondo, me encantan sus confidencias porque hacen que me sienta un poco más cerca de Daddy.
Si os apetece echaros unas risas, os seguiré contando anécdotas de esta asignatura, pero también los tengo de otras, en la que mis compañeros de clase ponen de manifiesto su personalidad, ya que Yuly y yo no somos las únicas alumnas de todo el high school, aunque pueda parecer que éstos se dedican a inventarse cancioncitas para burlarse de mí, también tienen algún que otro conflicto entre ellos.
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