Reflexiones tras el beso

Introducción

Domingo, 26 de octubre de 2003. (03:45)

Para que aquel momento de tensión de incertidumbre no se alargase, los dos nos encaminamos hacia los aseos, en un intento por apartarnos de la vista de la gente y dejar de ser el centro de atención

Manuel

Casi sin pensar, y sin dar mucho tiempo a las despedidas, los dos nos encaminamos hacia la puerta, en busca de los aseos, de un sitio donde relajarnos y apartarnos de la mirada de la gente

Ana

Salen huyendo

Lo de ir al aseo no es un entrar y salir, aunque sí sea un excusa para escapar de las miradas de la gente y reponerse del efecto que les ha causado su primer beso, de tal manera que en vez de buscar una mayor cercanía entre ellos ambos necesitan marcar distancias para aclararse las ideas.

Se han dado un plazo de veinte minutos, tiempo más que suficiente para recomponerse en la privacidad del baño; para situarse frente al espejo y terminar de creerse que lo que acaba de suceder ha sido verdad. Su primer beso y algo que a los dos les ha gustado, les ha impactado, aunque tampoco es algo que se hayan planteado repetir con excesiva frecuencia.

Ahora ya no tienen dudas de que han conectado, de que sus sentimientos son sinceros y correspondidos por el otro, si es que en algún momento alguno de los dos ha tenido dudas con respecto a al compromiso del otro e incluso de sí mismo, en una relación que hasta ahora parecía un poco atascada por la incertidumbre.

Manuel ante el espejo

Que yo no tuviera la ocasión se hablar sobre ello con nadie implicaba que la respetaba por encima de todo. Ya habíamos exhibido bastante nuestro amor con aquel beso en público.

Manuel

Manuel, de algún modo, se siente marginado, desplazado, que se le impide presumir ante los demás de algo que para él supone todo un logro: «Se ha dado un beso con Ana«. Como hombre no puede menos que presumir de sus logros. Ha sido él y no otro quien ha ido más allá de ese límite, quien ha cruzado esa línea de meta.

Sin embargo, se esconde en el baño, no tanto por que se avergüence. lo entiende más como una manera de respetar a su chica, a Ana, y que está no se considere tratada como un premio ni como un objeto, como un motivo para que con cada avance positivo en su relación Manuel se sienta más reforzado como hombre y dé pasos de gigante en la mejora de esa impresión que los demás tiene de él.

Manuel se queda solo con sus circunstancias, ignorado del resto del mundo, de los asistentes al banquete y que a estas horas de la madrugada aún siguen así. Le dejan que se aísle, que se enfrente solo a su dilema. Se ha besado con Ana y eso ha de significar algo, sobre todo porque ha sido algo gratificante y que los dos han compartido.

Ana ante el espejo

Fueron un par de mis amigas quienes me siguieron al aseo, entendieron que en aquellos momentos su amistad se convertía en algo imprescindible, aparte de que les picara la curiosidad por escuchar de primera mano mis impresiones y conocer los efectos de un beso que había dejado sin palabras a todo el mundo.

Ana

Por su parte a Ana, las amigas prefieren no dejarla sola. se acaba de besar con su novio en presencia de todo el mundo y es casi seguro que necesita hablar de ello, soltar todo eso que le recorre por dentro y sentirse escuchada por aquellas que sean de su confianza, que tampoco es cuestión de que se entere todo el mundo.

Amiga de Toledo// Copilot designer

Una de las amigas es de las de Toledo, de las que se entiende tiene constancia de cómo ha sido la relación con Manuel en los últimos años y sobre todo tiene las ideas bastante claras de cómo ha sido la relación de éste con las chicas del grupo, por lo que presupone que Ana necesita a alguien con quien conversar con entera libertad y sin cohibirse. entre ellas no hay secretos.

Amiga del grupo parroquial // Copilot designer

La otra amiga, es una de las chicas del grupo parroquial, con quien se supone que Ana ya ha compartido más de una confidencia en lo referente a la relación de ésta con los chicos y en los últimos meses con Manuel, que ha sido consciente de cómo ha evolucionado la mentalidad de Ana con respecto a esta relación

Sin embargo, a Ana no le apetece hablar de besos, de lo sucedido. Prefiere guardarse ese asunto para ella, como parte de la privacidad en su relación de pareja y hasta cierto punto por evitar que su valoración al respecto sea motivo para que Manuel se sienta juzgado. Ella ha sido la primera chica con quien Manuel se ha besado, pero ella no se siente con ánimos para presumir ni para mostrarse defraudada.

A Ana lo que le preocupa, le inquieta es buscar la manera de conseguir que Manuel regrese a Toledo con las menores complicaciones posibles. No oculta la preocupación por su bienestar.

Es decir, que si en un primer momento Ana estaba dispuesta a que Manuel se quedase hasta el lunes por la mañana y que se volviera en el autobús, tras el incidente del beso y aprovechándose de la confianza con la amiga de Toledo, se plantea que éste se vuelva en coche, aunque haya de ser el domingo por la tarde o cuando los de Toledo se hayan planteado emprender el regreso.

Como no se vaya, se queda

Podemos entender que tras el beso Ana se siente mucho más reafirmada en su idea de que se ha de solventar el inconveniente de las distancias, que si son pareja y ella ya tiene una estabilidad, lo adecuado es que sea Manuel quien haga la mudanza, se plantee muy en serio eso de trasladarse a la ciudad y empezar a labrarse ese futuro juntos.

Lo que le está pidiendo a la amiga es que haga ese esfuerzo por arrancarlo de su lado, porque de otro modo no sabe si tendrá fuerza de voluntad suficiente como para dejar que se vaya. el padre ya le ha ofrecido un puesto de trabajo en la gestoria y, si estuviera dispuesto, se podría incorporar ese mismo lunes a primera hora.

Sin embargo, Ana entiende que no se pueden precipitar los acontecimientos y que ha de luchar contra los impulsos de su corazón y dejar que Manuel regrese a casa, aunque con la mentalidad de volver a verse tan pronto como sea posible y seguir hablando y construyendo ese futuro en común. Como ella no se siente con fuerza de voluntad suficiente como para aceptar esa separación temporal prefiere recurrir a la gente de Toledo.

En su visita de julio, fueron los padres quienes se pusieron firmes y serios, dejaron claro que Manuel no se podría quedar y éste tampoco es que hiciera intención, como tampoco es que entonces Ana se lo planteara tan en serio, ya que tan solo había sido una primera toma de contacto de éste con la familia. sin embargo, ya han pasado tres meses, un primer beso y han empezado a compartir proyectos.

Así queda pendiente el asunto del trabajo y que se haga efectiva inversión de la cuenta vivienda, porque lo de la compra de ese piso no es algo que ana quiera hacer sola y ya cuenta con la implicación de Manuel, pero desde Toledo éste poco o nada puede hacer salvo esperar acontecimientos.

Ana es una chica seria y responsable que no se quiere mostrar desesperada, pero que entiende tiene una vida, unos planes que necesita llevar adelante mientras tenga salud para ello. tampoco es que tenga prisa, pero sí la sensación de que desde la distancia Manuel se ampara en la pasividad y no se implica tanto como a ésta le gustaría.

Origen