¡Los chicos ya me tienen el culo muy visto!

Esperando a mi Daddy

Dia: Tuesday, July 4, 1995

Reflexiones de Jessica

It is a holiday

Lo primero es desearos un feliz 4th of July, 1995. Happy Independence Day

Celebración del 4 de Julio
1989
1996

¿Sabéis de alguien que haya nacido el 4 de julio? Felicitadle el cumpleaños de mi parte. Se supone que yo nací la madrugada del martes 21 de Abril de 1981, el día siguiente al Patriot Day, que ese año se celebró el lunes 20 de abril, siempre el tercer lunes de abril. Mi cumpleaños, sí es en una fecha fija del calendario, si no ¡vaya lío!

El 4 de julio es un día muy de los americano. Bueno, aunque sea un spolier, eso será hasta que conozca a mi amiga Yuly, pero no adelantemos acontecimientos. Porque no hay nada más americano que ella, hasta que aflora su alma de medio española. ¡Ole!

Martes, 4 de julio

Resulta que aquí, donde viven los amigos de Ana, no es una fiesta que se celebre ni tan siquiera a nivel local ni en la urbanización. Por lo que tengo entendido, y os he comentado, aquí ya tuvieron su fiesta grande dos semanas antes, la semana del 15 junio, jueves, pero para entonces Ana y yo aún estábamos en Medford y yo desconocía sus planes de hacer este viaje a lo desconocido.

Hace dos días, el domingo pasado aún quedaba alguna evidencia de cómo se habían adornado y engalanado las calles de la parte antigua de la ciudad, por donde Ana y yo estuvimos de paseo. ¿Alguien sabe dónde se celebra esa fiesta en la que se engalanan las calles? Es que así voy reuniendo pistas para averiguar dónde estamos, aunque, en realidad, me da igual.

¡Ni todos los días son fiesta ni celebraban por anticipado que yo fuera a venir ni nada de eso! La fiesta, más bien, habrá sido en Medford porque me he venido unos días de vacaciones. Ana ha conseguido que me alejase del internado más de media milla. ¡Por fin!

Pero que no lo celebren mucho porque regresamos el próximo viernes por la mañana. Que me ha dado algunos datos al respecto para ver si dejo de preguntarle por ello, otros los pongo de mi por mi cuenta

Flight:                  
Departure:	   ¿Spain?
Terminal:	           ?
Gate	                   ?
Departure Time:   01:55PM on Friday, July 07, 1995 (Hora local)
Arrive:                  Boston, Logan Int. Airport (BOS)
Terminal:              B
Gate                      A7
Arrival Time:        03:50PM on Friday, July 07, 1995 (Hora local)
Stops:                    Non-Stop
Travel Time:         ¿1hr 55mins?

Porque es seguro que regreso con Ana, que sus amigos no se han planteado adoptarme ni parece que haya nadie que me quiera retener aquí. Yo he venido a acompañar a Ana porque ésta no me podía dejar sola. Aparte de que durante estos días haya habido reformas en el internado y no se podía estar allí. Parece ser que ya en esta semana terminan, que las obras no eran para tanto.

¡Al agua patos!

Pues resulta que el domingo pasado estuvimos de turismo por la ciudad, recorriendo sus calles, nos perdimos por ahí, con el entusiasmo desbordado de Ana y mi cara de aburrimiento porque no me enteraba de nada y tampoco terminaba de entender dónde estábamos. Una ciudad amurallada elevada sobre una colina, junto a la que pasaba un río, que, según me explicó Ana, desemboca muy lejos, tanto o más que la playa más próxima. De manera que la única alternativa para bañarse es la piscina. En nuestro caso, la de la urbanización.

La piscina se encuentra en el centro de la urbanización, rodeada por todos los chalés de esta sección A. Por lo tanto, lejos de la vista de la calle, ¡que ni nos ven ni podemos ver a los que van por la calle! Aquí es donde se reúnen los jóvenes en verano, aparte de los adultos. Acuden tanto chicos como chicas, muchos de ello se juntan aquí en pandillas.

Como yo no soy un mueble ni un tiesto, ahora que Ana parece que ya ha resuelto ese asunto del que no quiere hablar conmigo, a mí se me han terminado las excusas para no bajar a la piscina. Bajar, porque el chalé de sus amigos se encuentra en la parte alta de esta colina. Es decir, más apartada, si cabe, de la vista de la calle principal, El paisaje que se ve desde la puerta del chalé es ese descampado, ese campo de olivos, que hay al otro lado, de la calle

El domingo por la mañana, después de misa, ya vinimos a la piscina (12:50 PM). Por la tarde hicimos esa visita por la ciudad, pero el lunes por la mañana, en cuanto abrí un ojo, Ana me agarró por banda y nos bajamos a la piscina. Ella se marchó al rato, pero yo me tuve que quedar ¿A dónde fue? ¿Con quién se reunió? ¿Qué asuntos tiene que resolver, si no se puede mover de la urbanización? Sus amigos se marcharon a trabajar y el autobús había pasado a primera hora.

¡Diría que Ana pretende que me acerque a la piscina a lucir el palmito y mientras ella sigue con sus asuntos! Me deja atrapada en el recinto de la piscina, de esta zona comunitaria, sin que planee eso de ir tras ella, como casi llegué a plantearme el viernes, cuando se fue a esa misteriosa reunión con alguien de la zona. Persecución que se presentaba tentadora, pero poco recomendable, si me quiero librar de la oportuna charla posterior.

Para bajar a la piscina cuantas menos cosas me lleve mejor: el traje de baño, la toalla, las sandalias, el bronceador, un libro para leer y poco más. Lo indispensable para pasar unas horas de relajación. Es decir, para quedarme atrapada hasta que sea la hora de regresar al chalé para comer o merendar.

«Las prisas» fisiológicas mejor antes o después. Mejor no comprobar, si la piscina cuenta con un colorante especial, ni la vergüenza propia y ajena que causan ciertas situaciones. Mejor no dejar un mal recuerdo. Aguante tengo para tres o cuatro horas, pero no mucho más. Es decir, que si no me puedo apartar de la piscina, tampoco puedo ir a ninguna parte, porque nunca sé cuánto puede tardar Ana en volver.

En el recinto de la piscina yo soy la chica que se queda en un rincón y no trata con nadie. Esa por la que Ana de vez en cuando se viene a preocupar para asegurarse de que aún sigo localizable, viva y, a ser posible, un poco menos aburrida que tras la comprobación anterior. En alguna ocasión incluso es ella quien se lanza al agua sin cohibirse, para dar ejemplo y supongo que para refrescarse.

Yo creo que después de dos días ya se me considera parte de la decoración. La semana pasada me acercaba por la piscina casi por obligación, pero sin tratar con nadie, en estos días, por lo menos doy tiempo a que me me vean.

Tardes de paseo

El lunes al caer la tarde hubo paseo en compañía de los amigos de Ana, porque éstos, a pesar de que trabajan durante el día, tampoco se desentienden de nosotras. Además, son quienes conocen la zona y nos saben guiar para que no nos perdamos. Nos dedicamos a dar vueltas por la urbanización.

Diseño 3D de la urbanización

Aun sigo intrigada por lo de ese camino del cruce, lo de esos chalés construidos junto a la urbanización, por donde no quieren que vaya. Lo cual ya no sé si es porque sea una zona poco recomendable para pasear, porque exista algún tipo de conflicto vecinal o porque no quieran que yo vea algo ¿Alguien me sabría aclarar el misterio? Lo que sí parece claro es que más allá de estos chalés no parece que haya nada, campo abierto. Pero ese camino debe llevar a alguna parte: a la ciudad, a la urbanización donde está la iglesia; a algún pueblo cercano ¿a una zona comercial.

¿Quién vive en estos chalés? ¿Gente pobre o gente adinerada? Parece que son parcelas más espaciosas y chalés más grandes que los de esta urbanización, pero el terreno parece menos urbanizado.

Ana: Tienes dos opciones, o nos limitamos a bordear la urbanización y regresamos en media hora, o dado que se trata del cuatro de julio, además de la vuelta, nos acercamos hasta el bar y te invito a un helado.

Más tentador o al menos no menos, que adentrarse por ese camino que no sabemos a dónde lleva, sin duda es el hecho de que en la entrada de la urbanización, en el acceso desde la carretera, hay un parque, una pinada, con un bar de esos para los que vienen a pasar el día y no se traen la comida de casa, de esos para hacer una parada en el viaje, aunque no sea demasiado grande y como está apartado de la autovía hay que acceder por la vía de servicio.

Es «4th of July» de manera que hay que celebrarlo. Que, si no hay desfiles ni espectáculo pirotécnico, al menos que haya algo dulce y fresco con lo que llenarse el estómago. El paseo hoy tiene parada de avituallamiento en el bar. Un «sweet local icecream», aunque no sea de producción propia.

Calle principal en dirección al bar desde el cruce con el camino
Diseño 3d de la urbanización,

Ana: ¿Se puede saber qué buscas con tanto interés? – Me pregunta intrigada. – La calle es lo suficiente ancha como para que pasen los coches y, en todo caso, es fácil verlos venir. – Si lo prefieres, vamos por la acera, pero mejor que nos alejemos de los perros.

No sé lo digas a Ana, pero desde el viernes pasado, cada vez que pongo un pie en la calle, ya sea porque he adquirido mal hábito tras nuestro encuentro del domingo, porque le perseguimos o seguimos hasta la iglesia, siento el impulso, la necesidad de cruzarme con ese chico y su perro. ¿Dónde vivirá? ¿Quién es? Estamos a martes y no he vuelto a cruzarme con él. Ana tampoco es que me haya dado ocasión por eso de tenerme atrapada en la piscina todo el día. Ya no me insiste en que dé vueltas con la bicicleta.

Os invitaría a un helado, pero me temo que el presupuesto de Ana para este viaje no incluye este arranque de generosidad con todo el mundo, pero nos lo tomamos a la salud de todos, en especial de Daddy.

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