Diario:
Reeditando: Presentaciones
Aclaración
En esta entrada me atengo a la idea que si seguimos la lectura cronológica de la novela, nos olvidamos un poco de las entradas publicadas en el blog, no hemos de adelantarnos a los acontecimientos ni en las presentaciones de los personajes secundarios que cobrarán relevancia en la novela, de manera que si el 30 de agosto de 1995 no están en el aula, nos quedamos sin conocerles
Ms. Bradford: (Entra en el aula) Buenos días. – Nos saluda. – Soy Ms. Bradford y seré vuestra profesora de la asignatura de English durante este curso. – Se presenta. – Para que la hora se nos haga corta, pasaré lista. Así nos iremos conociendo y después de haceros algunas indicaciones, os podréis marchar a casa. – Nos dice. – Responded con un ‘aquí’. Empiezo. – Nos anuncia. – Bond, Jessica Marie.
Jess: Aquí. – Le respondo.
(…)
Ms. Bradford: Y la última, Mac Windsor, Julia Stephanie ¿está?
Esta presentación del curso refleja justo lo que se pretende, que Jessica se sienta un tanto desamparada, con dificultad para hacer nuevas amistades y que todo quede pendiente de conocer a esa chica que hoy a faltado.
Ms. Bradford: Julia Stephanie MacWindsor ¿estás? – Pregunta de nuevo por si acaso.
En principio la idea de la novela es que los grupos de las clases son cerrados. Sin embargo, con las modificaciones que se le han hecho a la novela para adecuarlas a lo que entiendo en la realidad de la educación en los Estados Unidos o, al menos la que al final ha quedado plasmada en la novela, los grupo de clase son abiertos en el sentido de que hay agrupación de alumnos según las asignaturas. No he existe como tal un grupo A y otro B.
Pero, en cuanto a las asignaturas, sí son grupos cerrados. Aunque se entiende que haya varios grupos para una misma asignatura o que en aquellas que son troncales hay una mayor estabilidad.
Espero que con esta aclaración sea más fácil justificar que resalte el hecho de la ausencia de Julia Stephanie Mac Windsor y que, de manera consciente no haya querido corregir ese fallo de guión. Jessica no va a tener como tal ninguna compañera de clase con quien coincida en todas las asignaturas con quien se vaya a entender.
Ella es «la chica del Home for girls St Clare’s». A parte de que lleva sobre su conciencia la pesada losa del «I don’t speak Spanish», motivo por el que se siente juzgada y menos valorada por sus compañeros. arrastra ese pesadilla desde el colegio y en el high school o se librará de ello, con el añadido de que tiene que acudir en el autobús escolar.
Tan solo resaltar el hecho de que Julia Stephanie Mac Windsor no ha acudido a las presentaciones, de manera que aún cabe la posibilidad de que el pesimismo de este primer día no sea tal. Pero claro ¿A saber de qué pie cojea esta chica?
Después de las presentaciones habrá sorpresa, pero eso Jessica aún no lo sabe. El verano aún no ha terminado. Seguiré publicando.
Hecha esta aclaración y confiado en que se entienda este pequeño desajuste, os dejo con Jessica.
Reflexiones de Jessica
Como quien dice ayer estaba en mi habitación, en pijama y despreocupada. Daba la sensación de que este día no iba a llegar nunca. Vacaciones de verano siempre. Pero no, ya son las presentaciones del nuevo curso. Cambio de centro, de manera que no puedo faltar. Acostumbra a ir a clase a pie, a partir de ahora habré de hacerlo en el school bus.

Además, sin que nadie del internado me acompañe.
¿No quería que se me tratara como a una chica mayor? ¡Pues, venga!
Las chicas mayores van a clase en bus. Bueno, no las chicas mayores del internado. Las que ya tienen mi edad, ahora viven en otro internado e irán a clase a un high school distinto. De manera que o me espabilo y demuestro esa madurez de la que hasta ahora he pretendido presumir sin mucho éxito o los próximos meses pondré de manifiesto esa inmadurez que todo el mundo me atribuye.
Como es el día de las presentaciones y Ana ya me conoce lo suficiente para saberse de memoria mis malas costumbres, es quien se ocupa de despertarme y de llevarme al high school con la furgoneta del internado.
Sí, esa que lleva el logo del St. Clare’s en los laterales, que anuncia a bombo y platillo que yo, Jessica Marie Bond soy una chica con unas circunstancias personales y familiares un poco distintas. Que soy una de las niñas del hogar de acogida donde «All are welcome» (Todas son bienvenidas)

Así, para que todo el mundo me señale con el dedo y me miren con cara rara. ¿Será contagioso esto de ser huérfana, de familia desestructurada o un bebé abandonado?
Ana: Espabila y, cuando estés listas, te acerco en un momento con la furgoneta. – Me indica sin aceptar negativas. – Date una ducha, vístete, desayuna y cuando estés lista te acerco. – Se reafirma. – ¡Mejor que no te pierdas por el camino! – Argumenta.

Tampoco hace falta que me lleven en limusina. Pero sería de agradecer, dado el día que es y hay que causar una buena impresión. Una llamada de teléfono por parte de Ana y me recogen en la puerta.
¡Todos iba a flipar! ¡Ya te digo!

Pero, no sé. ¿No estaría mejor un poco más de discreción en ese aspecto?
Ya sé que Ana lo hace con toda su buena intención, con todo el cariño. Sin embargo, estoy segura de que los demás, si los llevan en coche, no tendrán que preocuparse tanto porque sea el coche de sus padres o hermanos mayores. En éstos no habrá ningún logo que aluda al hecho de que pertenecen a tal o cual familia. Tal vez a alguno le traigan en el coche de la empresa y ponga eso de «parcel delivery», (entrega de paquetería). Pero una cosa es ser considerado un «paquete» y otra que se te señale por ser más pobre y desamparada que una piedra en mitad del desierto.
Tan solo me queda confiar en que el vestuario escogido por Ana no me ponga aún más en evidencia, porque no sé muy bien si Ana es consciente de ello, pero esa primera impresión es importante.
¿No será mejor que me ponga la ropa de los domingos? ¿Cómo van a ir vestidas las demás chicas? ¿Y los chicos? ¿Y los profesores? ¿Y el conserje? ¿Y el jardinero? ¿y el «principal»?
Si supiera de antemano cómo visten los demás, quizá me podría vestir para que mi estilo se asemejase más al de ello ¿Aún estamos a tiempo de ir de tiendas?
Sí, ya sé que en el internado no hay dinero para caprichos y derroches, pero es que el el día de las presentaciones en el high school.
Ana: Camiseta de manga corta, jeans con peto, una chaqueta y zapatillas de deporte. Es un vestuario fresco y juvenil. – Me sugiere. – Dejaré a tu elección la ropa interior y los complementos.

El high school
No es el primer día de clase, pero tampoco es día para que se monte aquí un baile donde hayamos de participar todos. Supongo que hubieran avisado, salvo que alguien pretenda que nos dejemos llevar por la corriente y animemos a participar. Yo, canto más o menos regular y como bailaría creo que lo hago mejor cuando estoy en mi habitación y no me ve nadie.
¿La presentación consiste en que «Llegas dices ‘hola’ y te marchas»?
No, las presentaciones no son así. De hecho, Ana me deja en la entrada y desaparece. Tiene mejores asuntos de los que ocuparse. Al menos la furgoneta no se va a quedar para que todo el mundo se fije en ésta. ¡Menos mal¡ Me quedo sola y los demás pueden pensar que soy una chica madura, responsable y capaz de manejarme sola.
Toda esta gente, excepto los acompañantes, van a ser mis compañeros de clase durante los próximos meses. Casi todos caras nuevas, menos la de Gabe. ¡Ya es mala suerte! Un chico que me conoce y no de los que me caen simpáticos. En todo caso, entre toda esta gente, he de encontrar a alguien con quien forjar una amistad.
¿Levanto la mano y pido un voluntario? ¿Me hago la simpática y muestro la mejor de mis sonrisas? ¿Funcionara eso de decir «Hola, soy Jessica»? ¿Seré capaz de integrarme?
¿Os habéis fijado en el asta de la bandera? ¿Aquí estará permitido eso de ver ondear la ropa interior? ¡La mía no, por favor!

Spanish teacher
Por primera vez me veo cara a cara, y desde la distancia, con quien será mi profesor de Spanish:
«Ladies and Gentlemen, en la pista principal de este circo llamado ‘high school’, por primera vez para ustedes, en riguroso directo, en vivo y en directo, Mr. Bacon»

Ni me molesto en saludarle ni en saber si sabe de mi existencia. Ya tendré ocasión de sufrirle el primer día de clase, a primera hora.
¿Me acerco y le digo eso de «Hola, soy Jessica. Si me aprueba ya, no tengo que aparecer por su clase«?
¿Para que ponerme en evidencia el primer día? Mr. Bacon se encuentra allá lejos, mezclado entre los profesores y yo soy una alumna más entre los varios cientos que se han concentrado hoy. Nos veremos las caras dentro de siete días. ¡Seguro que no se ha fijado en mí!
Julia Stephanie Mac Windsor no está
Pues resulta que hay gente que no acude a las presentaciones. ¡Oye, que es el día de las presentaciones! Yo diría que la asistencia es obligatoria. ¡Mal empiezan, si faltan el primer día!
Las clases, como tal, empiezan dentro de una semana, pero la asistencia a las presentaciones es recomendable, para conocer a los profesores, a los nuevos compañeros, darse una vuelta por aquí con alguna restricción de menos, por eso de que ya somos nuevos alumnos y hemos de conocer el lugar para no perdernos.
Ms. Bradford: Y la última, Mac Windsor, Julia Stephanie ¿está?
Ya verás cómo, por el hecho de faltar a clase, se encuentra con algún que otro problema. Se habrá pensado que no iban a pasar lista y por eso no ha venido. ¡Se me ocurre a mí faltar y Ana me hace que acampe en el aparcamiento!
De momento, yo no he tenido ocasión de hacer gala de mi simpatía natural, de mostrar mi cara más afable. De manera que mis opciones se reducen a esa chica que ha faltado

¿Tú que piensas? Tengo una semana para practicar eso de hacerme la simpática. En el fondo soy un encanto. Lo que pasa es que nadie parece darse cuenta. Me parece que no he estado muy acertada con el vestuario.
Ms. Bradford: Señorita Bond, ¡haga el favor de prestar atención! – Me recrimina porque se ha percatado que estoy algo despistada.
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