Otro campamento sin ti

SILENCIO EN TUS LABIOS

Novela: Agosto 2002. Ana

Introducción

En las últimas entradas sobre mis reflexiones sobre la novela, dejabamos a Manuel un tanto advertido de las consecuencias que podría tener para él demostrar interés por Ana, Los hay que no escarmientan, tras ese primer intercambio de cartas, una metedura de pata incalificable para Ana y una no muy acertada ocurrencia para Manuel porque se da cuenta de que ha malinterpretado la actitud de Ana o que en ese poner sus miras sobre alguna chica que le corresponda ha errado el tiro de la manera más estúpida, porque Ana ya está advertida y no está dispuesta a seguirle el juego porque ya tiene sus propios problemas, objetivos en la vida y no está para aguantar tonterías.

Por lo cual mientras que Manuel se queda en Toledo lamentándose por su mala suerte, Ana da por zanjado el tema y se centra en sus planes para el mes de agosto, para las vacaciones. En vacaciones lo que este Movimiento organiza es el campamento de verano, similar al que se aludió al inicio de la novela, al que en esta ocasión Ana acude sin novio y sin coincidir con Manuel, dado que de nuevo éste hace gala de su ausencia.

Aclaración

Ya he comentado que este novela tiene toques autobiográficos novelados, con un poco de aquí y otro de allí, por lo cual, si nos ajustamos a la realidad, es cierto que a aquel campamento tampoco acudí. Sin embargo, en contra de lo que se pueda deducir de la novela, fue por razones mucho más mundanas que ese corazón roto o esas supuestas desavenencias personales o sentimentales con tal o cual chica.

Se trató más de una cuestión de agendas, de tener que escoger entre el ocio y los compromisos profesionales, laborales, que, como se dará a entender en la novela, se solapan en las fechas.

Chico al que han dado muchas «calabazas»

De todos modos, seamos un poco traviesos y pensemos que de verdad Manuel se queda en Toledo haciendo examen de conciencia y propósito de enmienda. A ver si escarmienta y se deja de perseguir a las chicas por el mero hecho de que se crucen en su camino, que con esa actitud no se puede llegar muy lejos y menos montarse en el autobús que lleva a sus amigos de campamento.

¿Qué pasa con Ana?

Ana se marcha de campamento, se siente bien de salud, liberada de ataduras sentimentales que no llevan a ninguna parte y animada con las amigas que son capaces de desviar la ruta del autobús para pasar a recogerla a la misma puerta de su casa, si es preciso. ¡Ana no puede faltar al campamento!

Que, si es preciso, todos, las más de cien personas que se han apuntado al campamento, se instalan en el salón de su casa y que sea la madre de Ana quien les invite a comer y así la niña no se tiene que mover.

Madre de Ana. Fotomontaje

Durante la primera semana de agosto fui el campamento, lo que para mí suponía una escapada de casa y una manera distinta de disfrutar las vacaciones, de estar en contacto con la gente del Movimiento, compartiendo con ellos las creencias y vivencias que ya teníamos durante el año, cada uno en su lugar de procedencia. 

Ana

Aclaro que estos campamentos de caracterizan por su carácter religioso, de oración, convivencia y fraternidad durante nueve o diez días. Pero también hay ocasión para hacer alguna que otra caminata y excursión por los alrededores del lugar donde se encuentren, incluso para visitar lugares de peregrinaje. Incluso, si se tercia y la playa no se encuentra demasiado lejos, no se descarta que haya una escapada. De modo que en estos campamentos sí hay playa, porque lo espiritual no está reñido con la ociosidad ni la diversión, dado que se trata de alejarse un poco de la rutina, de lo cotidiano del día a día, para vivir esos días entre amigos de una manera sana y saludable, con la posibilidad de hacer un poco el loco cuando la ocasión lo requiere

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Me divertí como nunca y creo que de algún modo mi alegría y entusiasmo se contagió en los demás. En ningún caso fue mi intención que mi presencia destacase por encima de nadie, porque siempre me he considerado una chica discreta, pero cuando era el momento de que aflorara ese entusiasmo por lo que allí se vivía, yo era de las más animadas.

Ana

Y Ana se dedica precisamente a eso a disfrutar y vivir cada momento, liberada de agobios y presiones, de sus historias personales, porque ya sabemos que en toda esta historia el objetivo que tiene es ser ella misma, demostrar que es una chica lleva de personalidad y vitalidad, a pesar de sus problemas de salud y de que en lo sentimental no todo le va tan bien como a ella le gustaría, pero no se amilanará por ello. Es Ana.

Se siente liberada porque nadie la observa, porque acapara la atención y el apoyo de sus amigas quienes no dejarán que se deje llevar por esa sensación de abandono y frustración. Ella aún tiene mucho que dar de sí misma y allí hay demasiada gente deseosa de dejarse cautivar por su sonrisa y personalidad alegre.

¿Un viaje a Toledo?

Regresé a casa agotada y cuando me propusieron una visita a Toledo, una reunión para compartir testimonios del campamento, rehusé. Mi salud y mi cuerpo ya no aguantaban aquel ritmo ni un solo momento más. 

Ana

Tras el campamento y aquí enlaza de nuevo con la versión de Manuel surge a posibilidad de acudir a una reunión a Toledo, para compartir con aquellos que por uno y otro motivo no han acudido al campamento, pero ella prefiere excusarse con el hecho de que se sienta agotada, que su salud se resiente después de haber disfrutado de un campamento tan intenso

A aquella reunión de la parroquia de Ana acudieron algunos, pero no ella. Preferí no preguntar los motivos y pensé que tan solo trataba de no tomarse más días de vacaciones en el trabajo. Después de la semana y media que había estado de campamento, tendría mucho que hacer y sobre todo que agradecer tras disfrutar de la tranquilidad de saberse en casa sin que nadie le agobiara. Por mi parte admito que eché en falta su presencia. Sin embargo, valorándolo con una cierta objetividad, fue un alivio, un día para disfrutar de la compañía de los hermanos sin sentirme condicionado por mis sentimientos o problemas.

Manuel

Convivencia de novios

Cuando a finales de mes me preguntaron si estaba disponible, no encontré ninguna excusa convincente. Sería durante un fin de semana, la convivencia de novios. 

Ana

Como Ana se siente llena de vida, que se ha ganado un sitio entre la gente del Movimiento, se deja convencer y se apunta a la convivencia de novios, un fin de semana, aunque ya sabemos que ella en esos momentos está soltera, sin compromiso y sin querer ataduras, porque frente a las prioridades del corazón ella le da preferencia a sus problemas de salud. además, aún considera que es demasiado pronto para comprometerse de nuevo con nadie.

Ella estaba dispuesta a que mientras su salud de lo permitiera centraría su tiempo y sus esfuerzos en su grupo parroquial, en mantenerse en contacto con la gente de Toledo. En su cabeza había un montón de proyectos y compromisos relacionados con las actividades del movimiento. Sin embargo

De manera casi inevitable, entre aquellos pensamientos o distracciones, afloró Manuel, como un obstáculo insalvable, como un grano molesto.

Ana

Después de todo un mes de agosto vivido con intensidad, con disposición a que nada la frene y ser Ana para todo el mundo, cuando se da cuenta de que todo el mundo a su alrededor irradia fraternidad y felicidad, cae en la cuenta de que ese futuro tiene un pequeño inconveniente.

¿Cómo a entregarse ella con todo el entusiasmo que le recorre el cuerpo, si lo último que le apetece es acudir a Toledo y encontrarse con Manuel?

Ana, fotomontaje
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