¿Nos vemos pronto?

26 de octubre de 2003. (Despedida)

La novela llega al final de este día, se acaba el fin de semana y la visita de Manuel a casa de Ana. lo que podría resultar un punto y aparte, un «Continuará» un tanto frío, como han sido las despedidas hasta ahora, tanto cuando Ana ha regresado a casa como cuando Manuel se ha ido de vuelta a Toledo. Sin embargo está despedida en muy diferente, porque, de hecho, ya se empieza a encauzar lo que que va a ser la novela, el desarrollo de la historia a partir de este momento, porque eso de que a Manuel se le proponga, se le sugieran que trabaje en la gestoria, que se deje convencer para que pases más tiempo juntos no es más que la punta de iceberg. Empiezan a destaparse algunas de las intrigas familiares que van a condicionar de algún modo su futuro como pareja. ¡Si supiera Manuel la que se le viene encima!

De momento la despedida, lo que ocurre tras esa comida familiar con el padre tiene bastante similitud como lo que fue su despedida en septiembre (¡Mira, ya tienes mi dirección!) Por hacer tiempo hasta que sea la hora de que pasen a recoger a Manuel, regresan al piso, Ana se ofrece a enseñarle su ordenador, que se encuentra en su dormitorio, como parte de su privacidad, a diferencia de lo que sucede en el piso de Manuel que hay un ordenador para toda la familia. porque Ana utiliza, aparte de como distracción, como herramienta de estudio y trabajo. Se evidencia que en ese sentido tienen condiciones planteamientos de vida un tanto diferentes. Ana quiere compartir con Manuel su dirección de correo, animarle a que se intercambien mensajes y haya cada vez una comunicación mucho más fluida entre ambos, con la prudencia de que en su caso, no le da ocasión a que descubra su pequeño secreto. Ella es «la Dulce gatita», pero prefiere no desvelárselo porque su ilusión es enviarle mensajes con su verdadero nombre y que éste se los envie a ella, no a una desconocida que se ampara en ese supuesto anonimato. no se siente capaz de echarle en cara que sabe que ha estado hablando de ella a sus espaldas, porque habría de reconocer que ella ha estado haciendo lo propio por su parte.

Por mi parte tenía interés en que Manuel viera mi ordenador, de igual modo que él me había enseñado el suyo, aunque no tenía muy claro que le fuera a desvelar mi pequeño secreto, más cuando había otras cuestiones sobre las que tampoco habíamos hablado, cuestiones que eran mucho más relevantes que la identidad de su amiga de Internet, y que afectarían de manera más directa a nuestra relación y vida de pareja.

Ana

Vuelven a revisar la lista de contacto de Manuel para dejar claro si entre estás se encuentra la de Ana, por si no tiene que volver a dársela y a diferencia de lo sucedido en septiembre, esta vez Ana se percata de que Manuel accede a una dirección diferente, donde ella no aparece ante lo cual no tiene la ocasión de confirmar si éste sospecha algo con respecto a la identidad de «la Dulce gatita». Parece querer dar a entender que se muestra mucho más reservado en cuanto a sus correos, más prudente, que entiende que con su novia se ha de mostrar un poco más reservado porque también se siente más juzgado. lo que provoca que, en cierto modo, ella se sienta un tanto desplazada, que ha sido capaz de abrirle el corazón, a cambio de ser más reservado con cuestiones más personales.

De algún modo me sentí un tanto ninguneada, porque el chico que se suponía estaba loco de amor por mí, dispuesto a lo que fuera necesario por conquistar mi corazón, no demostraba el suficiente interés.

Ana

Los temas de trabajo, por la dirección de email del trabajo y los temas de corazón, los mimos y las declaraciones por la dirección privada. Ana se muestra dispuesta ser intermediaria en el asunto de la gestoria, dado que es algo que le afecta y para lo que su opinión se ha de tener en cuenta, pretende que Manuel se sienta un tanto obligado a atender ese reclamo, porque, de otro modo, dejará que pase el tiempo y el tema acabará en el olvido. Además, éste ha de demostrar su interés compromiso en volver a verse pronto, por lo cual Ana aprovecha para forzarle un poco. Ella no se puede mover de la ciudad porque tiene trabajo, razón de más para que sea Manuel quien haga algún movimiento en ese sentido. la próxima visita en Navidad, si no puede ser antes.

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La conversación se ve interrumpida por el sonido del teléfono. Es hora de marcharse, los de Toledo ya están esperando en el punto de recogida, en la parada de autobús. ¡Qué pena! Ana no hace nada por retener a Manuel ni un segundo más. De hecho, se ofrece a acompañarle para que no se pierda por el camino y asegurarse que se marcha. Pero es que aún no se sincerado del todo en lo referente a su enfermedad. Mejor que no se asuste antes de tiempo. No quiere perder a su chico y le preocupa que éste no regrese cuando descubra toda la verdad. Entonces ¿Es verdad que tiene tanto trabajo que ya no puede escaparse ni un fin de semana para ir a Toledo?

En su defensa debía admitir que ya contaba con que tenía visita, mientras que él se había visto sorprendido y no había tenido tiempo de recoger nada.

Ana
Medicamentos

Cuando llegan al punto de encuentro, todo son prisas. Es tarde, de manera que a pens queda tiempo para un ultimo beso, un beso en la mejilla, para arrancar a Manuel de las manos de Ana e introducirle en el coche a empujones, por la fuerza antes de que se lo piense dos veces y Ana se lo piense mejor y le retenga a su lado para siempre. Ana ha vuelto a recurrir a las «Gadget amigas» para resolver los dilemas con Manuel y a éste le conviene mantener la boca cerrada, medir sus palabras durante el trayecto porque todo lo que diga será utilizado en su contra, llegará a oídos de de Ana.

Fotomontaje de la madre de Ana

El coche se va y llega el autobús urbano del que se baja la madre de Ana. Ésta no ha tenido tiempo de despedirse y casi da al sensación de que ha sido intencionado porque no se ha cruzado con Manuel en todo el día, para lo que alega motivos familiares, que ha tenido que atender asuntos de madre. Aunque lo relevante de su llegada o de su ausencia a lo largo de la mañana va más allá de lo que Ana se puede esperar. La madre se ha ausentado con intención de que los problemas familiares no lleguen a oídos de Manuel, porque el tema de la enfermedad de Ana no es el único secreto. Han llegado noticias desde Irlanda, la hija pródiga, la hermana rebelde, está embarazada, un embarazo no deseado fruto de uno de esos encuentros furtivos con desconocidos en sus noches de fiesta y se plantea dar al bebé en adopción en cuanto nazca para así seguir con su vida. Lo que cuenta con la negativa de la madre, tanto como por el hecho de que a pesar de su situación ésta tampoco quiere regresar a casa.

Empiezan los lios

Hasta ahora nos hemos preocupado por el futuro de la pareja ¿Se casarán? ¿no se casarán? ¿Cuándo se producirá esa anunciada ruptura? Pero la realidad es que la novela poco a poco se adentra en el mundo de Ana, se aleja de Toledo, de la vida de Manuel, de mi autobiografía como trasfondo y se adentra en un ambiente completamente abierto y desconocido, todo comienza con esta noticia, la llegada de un bebé un motivo más para que Ana se sienta atada y vinculada a su familia, para que Manuel se haya de plantear si de verdad le compensa complicarse la vida hasta ese punto. Ya no es tan solo una cuestión de trabajo ni de una estabilidad personal. Se trata, dicho en plata, de escribir una novela donde prime el argumento sobre el hecho de contar una historia o dar detalles más o menos verídicos sobre mi vida personal. se trata de hacer de mí, protagonista y personaje de mi propia novela.

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