Íbamos dos…..camino de Emaús (Revisado)

Introducción

En vez de hacer una reflexión y añadir más texto a esta entrada, he añadido una entrada a parte, reflexionando sobre la mentalidad de Manuel en este día, para un momento como éste, de manera que se entienda un poco mejor lo que sucede a continuación en la novela

Leer: La vida privada

Entrada

(publicada el 12 de junio 2021)

¿Cómo de forman las parejas para «el camino de Emaús»?

¿Sabe el responsable que Manuel está esperando su oportunidad?

¿Sabe que Ana le ha consultado al sacerdote y ha sido éste quien le ha sugerido que vayan juntos?

El paseo de regreso al pueblo dura más o menos una hora ¿Será tiempo suficiente para que ellos hablen con tranquilidad y se digan todo eso que se han guardado y callado en los últimos días?

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Y tú, seguidor de la novela, ¿Tú quieres hacer «el Emaús» con alguien? Te dejo escoger antes de que empiecen a salir las primeras parejas, antes de que la gente de la pascua sepa quién saldrá con quién en esta ocasión.

Tú y Ana

Tal vez te apetezca salir con Ana. Ya has leído su historia y te apetezca aconsejarla. Quizá prefieras que te explique con más detalle, y de manera más individual, todo eso que ha hablado durante la charla/meditación sobre la Vigilia Pascual. Tal vez sea una chica y en estos días te hayas llegado a hacer amiga suya y quieras que te considere como una más de sus «gadget amigas»; que Manuel no ha hecho suficientes méritos como para que ésta le dé esa oportunidad. Además, a la Pascua no se viene a hacer tonterías y Ana debería pensarse mejor en quién pone su corazón, sobre todo por su salud. Que, si no se confundió al romper con Carlos, porque está claro que no se confundió, no tiene sentido que se tropiece con Manuel, que se lance a sus brazos de esa manera.

¡O hace el tonto como es debido o que le zurzan! La verdad, mucha intención no se le ve. De manera que a Ana le van a sobrar candidatos para que le acompañen en este paseo.

La acompañas hasta el pueblo; le ayudas a olvidar, para que se centre en la Pascua y le recomiendas que se dé una ducha para que se relaje y borren de su cabeza todos esos sentimientos que no van a ninguna parte; que tiene que centrarse más en algo plausible como es la llegada de Carlos, esa conversación que ha de mantener con él.

Tal vez, si te ganas su confianza, te cuente de qué van a hablar y te pida consejo. Porque, si le has sabido aconsejar sobre Manuel, contarle todo eso que éste cuenta en su versión de la historia, ¿Por qué no le vas a aconsejar con respecto a Carlos? Éste ya tiene novia y no tiene ningún interés por ella. Por lo tanto, si Ana siente que su corazón está inquieto, seguro que tan pronto como se olvide de Manuel, habrá mil y un pretendientes llamando a su puerta. Alguno habrá que sepa acompañarle en sus circunstancias. Manuel es enamoradizo, por lo cual más pronto que tarde pondrá sus miras sobre cualquier otra .

Tú y Manuel

También tienes la posibilidad de que te toque hacer «El camino de Emaús» con Manuel ¿Te apetece?

Ya hemos visto, nos hemos dado cuenta de que éste tiene los ojos puestos en Ana, pero que, en realidad, se encuentra con ese muro insalvable de amigas que se interponen en ellos. Cuando ésta pretende hacerle ojitos se encuentra con que éste la ignora. Por lo cual, su historia de amor no tiene mucho sentido. Tienen que hablar, pero ninguno de los dos parece muy dispuesto a llevar a iniciativa.

Aprovecha el paseo para decirle que se ha de centrar; que ha de ser un poco más sociable y abierto con todo el mundo; que no es bueno que se obsesione con una chica que, en realidad, no parece que tenga mucho interés por él. Ya sabemos lo que le dijo la tarde del 15 de febrero, y ahora, tras la meditación, ella ha dicho que no todavía tiene novio, aunque Manuel estaba allí, sus miradas se cruzaban. ¿Para qué insistir?

Tal vez convenzas a Manuel para que te recite uno de esos poemas que todo el mundo sabe que ha escrito en los últimos días, pero que no deja leer a nadie. Ya nos ha dicho Ana que le ha visto meter el cuaderno en la mochila, aunque a lo largo de la mañana haya estado deambulando de aquí para allá mientras los demás se escondían.

Ana sí nos ha dejado leer su diario personal. Pero, claro, a él no, porque lo del diario es algo muy personal y nosotros la verdad es que somos un poco cotillas. Pero es que Ana es de las que comparte confidencias con las amigas y, por deferencia, con nosotros.

Acompáñale hasta el pueblo, aléjale de Ana para que ésta disfrute al menos de una hora de tranquilidad.

Cuando llegue al pueblo, al alojamiento de los chicos, que se dé una ducha; se relaje y piense en terminar la Pascua, regresar a Toledo y seguir con su vida. Que, si se quiere enamorar, fije sus miras en otra chica, en alguien más cercano y con quien le sea más fácil entenderse.

Formar las parejas

No sé si en la novela queda lo bastante claro cómo se componen las parejas porque el método es un poco particular, pero premeditado para la novela, porque encaja con lo sucedido hasta ahora. Sobre todo con la idea de que Manuel se ha de poner en evidencia delante de todo el mundo, hacer el tonto y que los planes de Ana se desbaraten de pronto y de la manera más absurda.

En cierto modo, todo se remonta al inicio de la novela, al campamento del año 2000 cuando a Ana le correspondió ser la amiga invisible de Manuel, pero éste ni siquiera había acudido, pero fue lo que provocó que ésta empezase a preocuparse por él ¿Quién sería ese chico?

Pero también es una referencia a la tarde del 15 de febrero, porque, como tal, estos días son una continuación de aquello, no tanto de su charla cuando se quedan solos, sino, más bien, de cuando se despiden tras haber cenado con los amigos. Tuvieron la ocasión de sentarse juntos. A ambos les queda la sensación de que les ha sabido a poco y, hasta cierto punto, Ana se lamentaba de que Manuel se marchase tan pronto. Como Manuel se siente un tanto contrariado porque ésta le ha dejado claro que su historia de amor no tiene ningún futuro. Pero en esos momentos ya no está muy seguro de la sinceridad de sus palabras.

La idea, el juego, por llamarlo de algún modo, es que la gente se vaya de dos en dos, por parejas, de manera que el grupo se reduzca hasta que al final tan solo queden dos, que no tienen la opción a escoger. Es una pequeña trampa, muy bien planificada.

¿Qué puede salir mal? Ana se ha puesto de acuerdo con las amigas y, hasta cierto punto, cuenta con el beneplácito y la complicidad del sacerdote.

El caso es que el sacerdote nombra a alguno de los presentes y la persona escogida ha de decir con quién no quiere hacer «el camino de Emaús». Es decir, se le da la oportunidad de descartar a quien pueda ser su acompañante, sin tener que dar muchas explicaciones.

«Tú, no».

Y es la persona rechazada quién tiene la suerte de escoger a quien le acompañe. «Tú, sí» y emprenden juntos la marcha.

Por lo cual, conviene escoger bien o dejarse llevar por un impulso entre la gente que quede. Empiezan dieciocho y al final no ha de quedar nadie allí. Por lo que, tras la marcha de la primera pareja, el grupo se reduce a dieciséis y así paulatinamente.

Te puedes ir con quien quieras, con tu mejor amiga/amigo; con tu novio/novia; con alguien con quien te apetezca mantener una charla y hasta ahora no habéis tenido ocasión.

Pero para escoger, primero te han de descartar. ¡Y si te han descartado, te han descartado! Te aguantas, recoges tu mochila, eliges a quien aún esté disponible y emprendéis la marcha.

¿Quien sabe? Tal vez sea el principio de una bonita amistad. Tenéis todo el camino de regreso para descubrirlo.

Si eres una chica, también puedes mandar por delante a esa chica que tarda tres horas y media en el cuarto de baño. De manera que, como entre una pareja y otra hay una cierta separación, como ella va delante, cuando tú llegues al alojamiento, quizás ésta ya haya terminado y no tengas que esperar mucho tu turno.

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¿Alguna de las chicas sabe quién tiene la llave de la casa? Mejor que la portadora vaya por delante y se ocupe de abrir o se montará una atasco en la calle, la cena se retrasará y no acudirá nadie a la Vigilia Pascual, si es que no se monta un improvisado concierto de retortijones por el hambre.

La pauta entre las chicas, entre las amigas de Ana, lo cual quiero pensar que se da por sobreentendido, es que Manuel es para ella, ¡Qué a ninguna se le ocurra nombrarle ni como descarte ni como acompañante! Para el resto del mundo Manuel no existe.

Si has de hacerle ojitos a los chicos para que también les olviden, pues ¡no te cortes! ¡Por una amiga lo que sea! Tampoco hay tantos chicos a lo que camelarse, descontados lo que ya tienen pareja. Las chicas son mayoría. (7 chicos y 11 chicas en total). (6 chicas y 10 chicos sin contar a la pareja de tortolitos)

¡Vamos que Manuel cae en la trampa sí o sí!

Esta vez el plan es de verdad y se han organizado bien. Es por una buena causa y puede decirse que Manuel se lo ha ganado a pulso. Ha estado demasiado pendiente de Ana y ahora tiene lógica que los demás le ignoren. Es más, Manuel ha de tener claro que él se tiene que quedar hasta el final. ¿Qué puede salir mal?

Bueno, bueno, ¡Atento todo el mundo que vamos a saber quién es la primera persona que descarta acompañante!

¡Qué nervios!

Tú, disimula, por si acaso, no sea que te nombren y te quedes sin saber con quiénes van a ir Ana y Manuel.

Si eres amiga de Ana, ya sabes lo que ella quiere.

Y si eres uno de los chicos y has acudido a la pascua sin pareja….. no sé. A mí me parece que alguna ya te está haciendo ojitos porque se ha enterado que tienes intención de irte con Ana o con Manuel.

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