Tortilla francesa con tomate frito

Ésta es una cena casera y un poco improvisada. en cierto modo un contraste entre la abundancia del desayuno y la comida de este día, con la particularidad de que es Daddy quien pretende hacer gala de sus habilidades culinarias. tal vez de todas las comidas sea la más casera e improvisada, ocasión en la que si Daddy ha pretendido lucirse ante una chica que ya lleva unos cuantos años viviendo por su cuenta, teniendo que prepararse ella misma la comida, no le deja en muy buen lugar

Una tortilla francesa y sin más condimentos que el huevo, aceite y sal, de manera que el resultado es un poco insípido e insustancial, con el añadido de que ha sido preparada al estilo español, que ya he visto que es con aceite de oliva en vez de mantequilla, lo que le da un sabor diferente. De hecho, incluso me atrevo a asegurar que está un poco cruda, sosa y cocinada sin demasiado esmero, que a Daddy le ha faltado un poco de paciencia. El acompañamiento es tomate frito casero, servido en un bote de cristal, para que añada a mi plato la cantidad que me apetezca, confiada en que ello no supondrá un riesgo a mi salud, lo cual no sé si me inspira tanta confianza como el vaso de leche que me he tomado esta tarde, sin estar muy segura de su procedencia, aunque ya se han desvanecido mis dudas al respecto y quedado claro que no hay ninguna vaca escondido en el apartamento. Tan solo que el tratamiento que se le da a la leche desde las granjas hasta que llega a consumidor es distinto y la de aquí tiene un sabor menos natural, aunque tenga un periodo de conservación a más largo plazo y no necesite conservarse en frío. Me ha quedado claro que el tomate frito es casero y que la madre sabe conservarlo al vacío.

Sábado, 2 de octubre 2004. 11:00 PM

La salsa de tomate «frito» casero lleva tomate natural triturado, aceite de oliva virgen extra ( una grasa de calidad), sal y un edulcorante natural para corregir la acidez.