Introducción
La visita de 1995 termina de manera formal en la calle Trinidad, (Después del Corpus) con la compra de esos recuerdos, ese helado para refrescarse y esa botella de agua para calmar la sed. Breve se ha hecho la visita, aunque se haya llegado cerca, casi a las proximidades de la catedral. Si hubieran seguido un poco más, se hubieran topado con sus muros. Sin embargo, esa visita Ana la reserva para cuando Daddy pueda y quiera hacer de guía, confiada en que Jessica regresará a Toledo más pronto que tarde y no cohibirá su curiosidad por conocer cada rincón, aunque esa tarde de julio por desánimo e ignorancia se reprima.
De manera un poco extra oficial y, como así consta en la novela, que da un ultimo recorrido en coche, atraviesan toda la ciudad de puerta a puerta, desde el Cambrón hasta Bisagra. Callejean por la ciudad hasta el Paseo del Miradero y bajar por la calle Real del Arrabal hasta la Puerta de Bisagra. Sin embargo, me quiero detener en la calle Alfileritos, desde la plaza San Vicente hasta la Iglesia de San Nicolas, que es la calle que se menciona en la novela y aludir a su leyenda.
Lo visitado hasta la fecha:
- La puerta del Cambrón
- Con los brazos extendidos. – Monumento al Sagrado Corazón y Ermita del Cristo de la Vega
- Lleva mi recuerdo a los peces. – Río Tajo
- El puente sobre el río Tajo.– Puente de San Martín
- Patrimonio de la Humanidad. – Cuestas y calles de Toledo
- Esas noches de verano en Toledo. – Baño de la Cava.
- Después del Corpus. – Desde Calle del Ángel a Calle Trinidad
- Turistas a la carrera. – Barrio Judío
- La capital del mundo. – Palacio de Fuensalida
- Lo pintó el Greco. – Cuadro del Conde de Orgaz
- Daddy invita. Calle de Santo Tome
Reflexión
En 1995 la visita termina con su vuelta a la Puerta del Cambrón, donde les recogen, pero después hacen un recorrido en coche (Ese lugar de «Manchego») para regresar a casa. Lo que implica una visita rápida por la ciudad en la que, a penas se detienen da tiempo a ver nada. Jessica tan solo se fija o presta atención a un pequeño detalle, a una curiosidad de esta ciudad que se plantea con cierta jocosidad, la Virgen de Alfileritos, en la calle Alfileritos, dado que cabe la posibilidad de que, ya que tienen que pasar por ahí, se detengan un momento y que Ana se baje del coche, para rezar por si le saliera un novio. No se paran.

Carlos: Si buscas novio, como vamos a pasar por la calle Alfileritos, nos podemos detener un momento. – Le propone con jocosidad.
Ana: No, gracias. – Le responde con tono serio. – Ya estoy bastante comprometida con mi trabajo, con mis niñas.
Sonia: Entonces ¿Has tomado los votos? – Le pregunta contrariada.
Ana: No, no tengo vocación. – Le responde y aclara. – Pero sí, he encontrado en esto de cuidar a las niñas con necesidades especiales mi modo de vida.
Sonia: Si tiene que surgir, surgirá. – Le contesta en tono afable.
Ana: Tampoco me he cerrado a esa posibilidad, pero, de momento, no hay candidatos llamando a mi puerta. – Le responde de manera sutil y jocosa.
Carlos: ¿Cómo es eso que os dicen a las chicas? – Se pregunta de manera retórica. – ¡Se te va a pasar el arroz!
Ana: Ya tuve mi oportunidad, pero no salió bien. – Le aclara. – Preferí quedarme con mis niñas.
Entiendo la palabra “novio”, pero no sé qué relación tiene con la universidad, aunque deduzco que hablan de cuestiones referentes a la vida de Ana, que con sus amigos no se muestra tan reservada como con nosotras, tal vez porque a éstos les conociera antes, tenga una mayor confianza o en la época en que se conocieron Ana no tuviera tanto que esconder o quizá se sintiera más justificada a explicar cómo una chica como ella podía dedicarse a viajar por el mundo, porque desde que trabaja en el St. Clare’s no creo que disponga de tanto tiempo, tan solo en vacaciones, pero debido a que se ha de quedar conmigo se siente mucho más limitada, de manera que este año me ha traído con ella y ha solventado el problema, aunque por lo que me ha dado a entender éste es un viaje por trabajo, por lo cual, se tendrá que buscar otras fechas para disfrutar de sus vacaciones. Tendrá que ser cuando me pueda dejar al cuidado de Monica y no haya de ocuparse de ninguna otra niña, cuando pueda recurrir a las voluntarias que en ocasiones cuidan de nosotras.
Supongo que como Ana me ha dicho en alguna ocasión, los adultos tratan temas de mayores y dado que ellos ya se han casado querrán saber si Ana tiene novio o algo así, pero la verdad es que yo no sé de ninguno y tampoco tengo muy claro a qué edad nos hemos de casar las chicas. Por lo que yo sé de los casos que han pasado por el St. Clare’s alguna se lo debería pensar mejor antes de tener relación con los chicos porque después somos nosotras quienes pagamos las consecuencias y terminamos en casa de acogida. Ana está muy concienciada en ese sentido y a las mayores no los suele recalcar bastante, aunque entiende que quizás aún somos demasiado pequeñas para hablar de ciertos temas, que esos consejos son más para aquellas que se marchan. En mi caso, como me quedo, no me libro de ese tipo de consejos. Sin embargo, puedo estar tranquila porque a mí de momento no me interesa complicarme con los chicos antes prefiero que venga Daddy a recogerme. De hecho, yo no sé si soy consecuencia de ese tipo de relaciones inapropiadas, porque todo lo que sabemos de mis orígenes no cuadra con ese tipo de asunto. Si los datos son correctos, Daddy era demasiado pequeño, por lo cual toda la responsabilidad de lo sucedido recae en mi madre, de quien no sabemos más que el apellido y tenemos dudas de que sea real.
Saturday, July 2, 1995. 07:35 PM

Calle Alfonso X El Sabio
Han de recorrer la calle Calle Alfonso X «El Sabio», para llegar hasta la plaza San Vicente, donde se inicia la calle Alfileritos
Alfonso X «El Sabio» nació en el actual Miradero, lugar donde estaban los Reales Alcázares toledanos. Nació en Toledo en el año 1221, y reinó entre 1252 y 1284.


Palacio de Lorenzana
El Palacio de Lorenzana, en la ciudad española de Toledo, es un edificio cuyo diseño actual responde al arquitecto Ignacio Haan, y que tenía como fin albergar a la Universidad de Toledo (años 1485 a 1845). En la actualidad el edificio es el Vicerrectorado de Docencia y de Relaciones Internacionales perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha.
Referencia
Plaza de San Vicente
Muy cerca de la Universidad de Lorenzana está la Plaza de San Vicente que tiene una curiosa iglesia, la Iglesia de San Vicente, del s. XVI, de estilo mudéjar. Su curiosidad radica en que ya no hacen misas, se desacralizó en 1842 y tuvo diferentes usos, como museo, almacén, aula universitaria y ahora es el «Círculo de Arte«, un centro cultural parecido a una discoteca o lugar de copas, con arte, que tiene mucho ambiente por las noches. No dejes de tomarte algo y ver la marcha de la noche toledana. Es bien bonita.
Referencia
Iglesia de San Vicente/ Circulo de Arte
La iglesia de San Vicente es un templo de estilo mudéjar; figura como parroquia ya en 1125, si bien, existe documentación que habla de que fue fundada por Alfonso VI poco después de la Reconquista.
El templo consta de una sola nave, con capillas laterales a ambos lados, separadas de ésta por pilares rectangulares, que sostienen arcos semicirculares de herradura. Estas capillas se añadieron a la época gótica, probablemente en la segunda mitad del S. XIV, como parecen indicar los únicos restos conservados en las capillas situadas en el lado del evangelio: dos bóvedas de crucería, una de ellas con terceletes, y las celosías de estuco con tracería de lado.
Iglesia de San Vicente (Circulo de Artes)

Entre el Círculo de Artes (Iglesia de San Vicente) y la Universidad Lorenzana hay una calle realmente estrecha, con una verja que la cierra, pero no es propiedad privada y por eso hay un cartel que pone «Esta calle es de Toledo«. En el s. XVIII el cura de la Iglesia de San Vicente colocó unas rejas procedentes de la iglesia de San Andrés y realizadas por Juan Francés. Pretendía apropiarse de la calle, pero los vecinos se quejaron y consiguieron que la verja permaneciese abierta… y así está desde entonces.
Referencia

Calle Alfileritos
La Calle Alfileritos es una calle larga y estrecha, flanqueada por viejos caserones y antiguos palacios, que nace cerca de la plaza de San Nicolás, y muere en la plaza de San Vicente, junto al ábside de la iglesia del mismo nombre. Al comienzo de la calle, y en una pequeña hornacina situada en el muro de la izquierda, se encuentra una imagen de la Virgen, ante la que se pueden observar numerosos alfileres de diversos colores y tamaños. Se trata de ofrendas de las jóvenes toledanas a la Virgen María solicitando su intervención especial para conseguir el novio adecuado.
Hasta 1916 su nombre era el de “calle de Moreto” (también “del Refugio”), tradicionalmente los toledanos la conocían como “Alfileritos”. De origen romano, debió nacer a partir de una estructura militar, adarve tras muralla romana o visigoda.
La belleza de esta calle reside en su trazado, sus grandes casonas que la componen con bellas y nobles portadas y los enormes sillares que algunas conservan. En ocasiones el tráfico actual, debido a que es una importante arteria de salida del casco antiguo, impide disfrutarla con plenitud (hay que refugiarse en algunas de estas puertas para evitar algún accidente), pero en ciertos momentos cuando se impide el tráfico, como durante el Corpus, es una maravilla, por los numerosos adornos, al formar parte del recorrido procesional, que ponen tanto los vecinos como el Ayuntamiento, con el famoso toldo, y algunos patios que se abren especialmente durante esas fechas.
Descripción

La leyenda de la calle de Alfileritos
Alfileritos es una calle larga y estrecha, flanqueada por viejos caserones y antiguos palacios de portadas blasonadas, que nace cerca de la plaza de San Nicolás, y muere en la plaza de San Vicente, junto al ábside de la iglesia del mismo nombre. Al comienzo de la calle, y en una pequeña hornacina situada en el muro de la izquierda, vemos una imagen de la Virgen, ante la que se encuentran numerosos alfileres de diversos colores y tamaños. Se trata de ofrendas de las jóvenes toledanas a la Virgen María solicitando su especial intervención para conseguir el novio adecuado.
Tradicionalmente, las muchachas Toledanas han acudido a aquel lugar donde, tras rezar una oración y formular su deseo, se pinchaban ligeramente con un alfiler que luego ofrecían a la Virgen como prueba de amor y esperanza. Tan inveterada costumbre se remonta al siglo XVI, y tuvo su origen, según la leyenda, en la forzada separación, por causa de la guerra, de dos amantes toledanos, ella relevante dama de la ciudad, y él, apuesto capitán de las tropas imperiales de Carlos V.
Todas las noches, la dama, acompañada por su dueña, acudía a rezar frente a la hornacina de la Virgen, rogando por la vida de su enamorado, así como por su pronto regreso a Toledo, y allí permanecía rezando hasta altas horas de la madrugada. Como a veces la vencía el sueño, ordenó a la dueña, que si esto sucedía, la pinchara con un alfiler a fin de mantenerla despierta, alfiler que luego ofrendaba a la Virgen como testimonio de su sacrificio.
El tiempo fue transcurriendo, mientras aumentaba el número de alfileres, hasta que, finalmente, el capitán regresó, sano y salvo, junto a su fiel enamorada. Los amigos y familiares de la pareja, conocedores del hecho, achacaron el regreso del capitán a las oraciones de su dama, así como a los alfileres depositados en la hornacina. Los comentarios se extendieron por toda la ciudad, y pronto otras jóvenes, en parecidas circunstancias imitaron a su perseverante conciudadana, y así se creó la costumbre, entre las mujeres toledanas, de dirigirse a la calle, llamada desde entonces, de los alfileritos, a fin de pedir a la Virgen fortuna para encontrar al hombre de sus vidas, y tras pincharse levemente, ofrecerla el alfiler, confiando en que se repetiría el viejo sortilegio de amor y esperanza.
Leyenda

Curiosidades
¿Paso o no paso? La historia de un camión y las angostas calles del casco de Toledo
Articulo de EnCLM
Toledo puede ser una auténtica misión imposible yendo a bordo de un vehículo de grandes dimensiones. El camión que se ve en la imagen enfilaba la calle Alfileritos, pero, ¿pasó o no pasó?… Hagan sus apuestas
Quien ha conducido en el casco de Toledo sabe de lo que estamos hablando, pero no solo el que conduce, dando un paseo por las estrechísimas calles que componen la parte histórica de la ciudad imperial se pueden comprobar las cicatrices que dejan las decenas de roces que se producen cada día, y es que cuando no hay más remedio, como es el caso de este repartidor de helados, hay que sortear todos los obstáculos sí o sí.

La calle Alfileritos, una de las más famosas y a la vez una de las más estrechas de Toledo, ha sido la protagonista de esta foto. Una camionero pasaba cruzaba la calle con escasos centímetros de margen con las paredes de piedra, pero, ¿pasó o no pasó?
La respuesta nos la da el autor de esta foto, el actor Roberto Garrido de la Cruz, quien cuenta que finalmente sí que pudo pasar, «son profesionales, están acostumbrados», apunta el actor toledano.
Y es que en el casco es muy común ver cómo se quedan atascados vehículos en alguna de las calles, algunos por desconocimiento de por dónde circulan y otros por exceso de valentía. En ocasiones, incluso tiene que requerir de la asistencia de los bomberos para poder desenredar el entuerto. Si no creen en mis palabras, prueben un día a cruzar el callejón de las Bulas… Quizás no vuelven a repetir…
Iglesia de San Nicolas de Bari
La iglesia que vemos actualmente es fruto de una reconstrucción casi total realizada en el siglo XVIII, es, por lo tanto del estilo barroco. La anterior iglesia parece haber sido fundada en el siglo XVI, y El Greco realizaría varios lienzos para una de sus capillas.
Al encontrarse en una zona señorial de la ciudad, los feligreses eran de la más alta alcurnia. La única nave se divide en cinco tramos con capillas a ambos lados, cubierta con bóveda de cañón con lunetos y la cúpula sobre pechinas de la capilla mayor tiene forma elíptica.
El gran lienzo del Altar Mayor, obra de Zacarías Hernández, representa al titular de la parroquia. El resto de la iglesia y los retablos laterales están decorados con un gran número de pinturas y esculturas de varios siglos, desde el XVI al XIX.
Wikimapia


Web de referencia:
Debe estar conectado para enviar un comentario.